Tarde Lo Entendí.

Diana.

Hoy es el gran día de mi desfile y allí me darán a conocer como la diseñadora estrella de casa moda's Bernocchi.

Luego de arreglarnos, vamos en camino al desfile, el bebé está con la señora Leticia y la niñera llegamos y están todos presentes, el presentador da inicio a la gala de todas las casas de modas y empiezan a pasar uno por uno los diseños, con sus respectivos representantes, estoy muy nerviosa quiero que la empresa Bernocchi gane, puedo ver a lo lejos a Leandro está guapísimo tiene un traje precioso y se ve wow muy bien.

— Tranquila amiga, verás que todo sale bien.— dice Laila y ella también está emocionada, será una de mis modelos.

Leandro.

Laila.

Vestido de Laila.

Pasan todas las casas de modas y es el turno de nosotros, las modelos desfilan una a una y entre ellas mi amiga Laila.

Todo el desfile es maravilloso, veo a las personas aplaudir a nuestros diseños, estoy feliz y emocionada.

Laila baja y me abraza, estoy muy nerviosa, yo sigo a la espera para poder salir pero eso será al final cuando el señor Rafael me anuncie.

Luego llega el turno de anunciar a la casa ganadora.

— Buenas noches, un fuerte aplauso para todas las casas de modas es un honor para mí anunciarles que el tercer puesto es para la casa de modas, Laurent un fuerte aplauso.—Todos aplauden y ellos se acercan a recibir el premio.

— Bueno, ahora me toca decirles que el segundo puesto es para... Lujos y moda Morelli.— Dice y queso de piedra no puede ser, él está aquí, Dios mío no.

— Que te sucede amiga te pusiste pálida, esa es la empresa del padre de Rafael y ese es Rafael y su hermano.— digo señalando al escenario, allí está él al lado de su hermano y esa mujer.

— Tranquila vez él está feliz con ella, nadie te quitará a mi sobrino, okay._ dice Laila abrazándome.



Edgar Morelli

Viviana.

Ellos se hacen a un lado con los otros ganadores y el presentador continúa.

— Señoras y señores es un gran honor para mí presentarles a la casa ganadora, un fuerte aplauso para...

La casa Moda's Bernocchi.

Los aplausos se hacen escuchar y yo abrazo a Laila el señor Rafael sube con Leandro y Laila me dice que espere.

— Es un honor para mí estar hoy aquí con ustedes, espero les hayan gustado nuestros diseños, este gran trabajo y este gran logro es gracias a la mujer que considero mi hija, nuestra diseñadora estrella, la señorita Diana Bernard— dice el señor Rafael y todos aplauden muy fuerte Leandro camina para ayudarme y se queda Lelo mirándome.

— Te ves hermosa Diana, me dejaste loco.— me susurra Alejandro y me sonrojo.

Subo al escenario del brazo de Leandro y todos aplauden, la mirada de Edgar conecta con la mía pero yo la desvío y le sonrío a Leandro.

— Muchas gracias por estar aquí esta noche y por su cálido aplauso, debo agradecer al señor Rafael Bernocchi y así familia ellos me han apoyado y han hecho de mí lo que soy espero y les hayan gustado mis diseños muchas gracias.— digo y luego recibo el premio de las manos del señor Rafael y lo abrazo.

Diana.

Al bajar todos los periodistas se me acercan y hacen preguntas todas las contesto, luego de eso, camino con el señor Rafael y Leandro hacia unos inversionistas que quedaron maravillados con mi trabajo.

— Me permiten a mi hermosa amiga.— dice Laila y vamos a hablar con una actriz que está interesada en que confeccione los vestidos que usará en su nuevo proyecto, Laila se retira y yo converso con la mujer.

En eso una voz me paraliza es él, es Edgar.

— Diana... Hola, cómo has estado, estás... Bellísima.— dice y estoy muy nerviosa, no pensé encontrarlo aquí y mucho menos así.

Busco con la mirada a Laila y ella me mira, luego le susurra algo a Leandro al oído.

— Hola Edgar, Muchas gracias.— Digo lo más tranquila posible, aunque no lo esté.

— Te he buscado desde el día que te fuiste — Dice y frunce el ceño.

— y eso como para que, pensé que querías que te dejará en paz.— dije en el mismo tono que antes.

— Diana, tenemos que hablar...— dijo este se veía inquieto.

— Y lo estamos haciendo.— dije de manera fría.

— Diana, cómo está mi hijo o hija.— dijo y yo me preocupe como lo supo pero no lo demostré.

— No lo sé pregúntale a tu esposa Viviana, ella es su madre, no — dije tranquila y él se puso tenso.

— Diana, mi amor perdóname, me porté mal contigo, yo sé que tuviste un hijo mío y lo quiero en mi vida al igual que a ti.— dijo y ahí sí me alarmé.

— De qué hablas Edgar ve con la madre de tu hijo y me imagino que ahora tu esposa.— dije tajante.

— Ella no es mi esposa, solo está aquí por qué es la modelo principal de la marca, te quiero de vuelta, hay cosas que no sabes amor.—dijo y no podía creer lo que escuchaba y por alguna razón no me emocionaba, al contrario, me daba rabia oírlo.

— Mi amor, aquí estás, te estaba buscando princesa.— Leandro dándome un beso y Dios por un momento me olvide de Edgar, de lo que me acababa de decir de todo, solo éramos los dos, trate de cortar el beso cuando reaccione pero este se apoderó de nuevo de mis labios y yo pasé mis manos en su cuello al separarnos sentía mi corazón a mil y solo nos quedamos mirando como idiotas, hasta que un carraspeo nos hizo voltear.

— Ah, disculpa Edgar, Amor, él es el señor Edgar Morelli un conocido.— dije de manera fría Mientras que Leandro me rodeo por la cintura y estiró su mano a Edgar.

— un gusto conocerlo, soy Leandro Bernocchi el prometido de esta maravillosa mujer.— dijo Leandro y Edgar piso una cara de disgusto.

— El gusto es mío, soy Edgar Morelli es esposo de Diana.— dijo y nunca me espere que dijera eso.

— Exesposo querrás decir — dije y Leandro me apretó más a él.

— Así que usted es el ex de mi prometida, debo agradecerte mucho — dijo Leandro de manera seria.

— Amor nos podemos retirar.— le pedí dulcemente a Leandro y este asintió.

Nos retiramos de allí dejando a Edgar con la palabra en la boca, caminamos hasta donde estaban todos y luego nos retiramos, yo iba en el auto con Leandro y el chófer, ninguno de los dos decía nada pero tampoco OS habíamos dado cuenta que íbamos tomados de la mano, cuando me di cuenta me sonrojo y quite mi mano de la de él.

— Lo siento Leandro, no me fijé y gracias por ayudarme.— dije sintiendo mi cuerpo temblar.

— no fue nada pero quiero que por favor me perdones.— Dijo Leandro y yo negué.

— No tengo por qué si fue por el beso...— me interrumpió.

— no fue por ese beso, perdóname por este.— dijo y me volvió a besar, me sentía en las nubes, sus labios tan suaves y deliciosos, su aroma, el beso duro más tiempo que los anteriores al separarme, me sonroje y escondí mi cara en su cuello no decía, nada.