MIEDOS QUE NO EDUQUÉ 2

...Liam....

La presencia de Byron no me gusta. ¿A qué vino? Yo invité a sus padres y hermana con la intención de reconciliar a Fabi y Adalet. El no tiene nada que hacer aquí. Tampoco me gusta cómo está viendo a mi prometida.

— ¿Qué hacen ellos aquí? — Preguntó Fabiola al verlos.

— Yo los invité. Aunque no sabía que Byron había regresado. Pero tú no pareces sorprendida. ¿Lo sabías? — Pensar que si me molestó, ¿por qué no tuvo la confianza para decírmelo? — ¿Desde cuando lo sabes?

— Amor no es el momento.

Adalet vino hacia nosotros. Fabiola se puso algo tensa.

— No diré felicidades. Pero si esperó que sean felices. — Mencionó ella y se marchó. Creó que sigue resentida conmigo. Pero yo le dejé en claro todo. El día que Fabiola me aceptó hablé con ella.

...Flashback....

Tuve una cita con Fabiola en el lugar que nos reencontrarnos, le pedí que fuera mi novia y ella dudó por un tiempo. Está era la tercera vez que se lo pedía, y no quería que fuera la tercera en que me rechazará.

— Liam, yo te quiero...

— No digas lo mismo de siempre, te quiero cómo amigo, tu bien sabes que no te veo de ése modo.

— No te rechazó solo por eso. Hay otra razón.

— Me gustaría conocerla.

— No puedo decirte.

— Si no me la dices pensaré que no existe tal razón. Y qué mientes. — Fabiola no quiso decirme nada, le dije que tomará unos días para pensarlo, y a las dos semanas me dió una respuesta, la respuesta que tanto esperaba. No contuve mi felicidad y la besé por unos segundos, no pudo ser más tiempo por qué ella me apartó, su mirada estaba fija en algo, o más bien en alguien. Giré y ví a su amiga.

— ¿Ella era la razón? — Pregunté algo desconcertado. No imaginé que Adalet tuviera sentimientos por mi. El silencio y la cara de Adalet confirmaron mis sospechas. Fui con ella y le pedí hablar.

— No tengo nada que decir.

— Pero yo si.

— ¿Qué? — Preguntó ella se mala gana.

— Lo siento. Pero mi corazón siempre ha sido ocupado por ella.

— ¿Por qué piensa que me importa?

— No estoy seguro, pero creó que eras la razón por la que Fabiola no me aceptará. ¿Yo te gustó? — Ella se quedó callada. — Perdón, no sé que hice para gustarte, pero te pido una disculpa, ni Fabiola ni yo queremos lastimarte.

— Ya lo hicieron.

— Ady. — Tomé su mano. — No soy adecuado para ti. Encontraras a alguien mejor. En el futuro verás tus sentimientos por mi cómo un chiste.

— Eso espero.

Días después intenté que ella se reconciliarse con Fabiola. Pero no logré nada.

Fin del flashback.

— Creo que debo hablar con ella. — Dijo Fabiola y se fue detrás. Byron dejó a su prometida y fue detrás de ellas. Eso no me gustó, así que también fui a ver qué pasaba.

Las encontré discutiendo. Y a Byron espiando.

— Ady, ya no estés enojada conmigo. Yo te quiero mucho. — Le dijo Fabiola a ella. — Si es por qué todavía quieres a Liam yo...

— No. No es por qué quiera a Liam. Estoy molesta por qué no eres sincera con el. Aceptaste ser su novia cuando todavía pensabas en mi hermano. — Reclamó Adalet. — Estoy segura de que aun no lo amas, y sigues siendo deshonesta, te comprometiste con el.

— Basta Adalet. No me juzgues cómo si tú fueras perfecta. — Pidió Fabiola con voz suave.

— No lo soy. Pero al menos no le miento a un buen hombre.

— ¿Cómo sabes que le miento? — Ella siempre ha sido honesta contigo. A veces quisiera que dejase de serlo.

— Supongo que Liam sabe que no lo amas.

— Si lo amo. — ¿Me ama? Me quedé perplejo. Nunca me lo ha dicho en mi cara. ¿Por qué se lo diría a ella? — Amo a Liam.

— Estás mintiendo. Vi cómo observaste a mi hermano. Todavía sientes algo por el. Así que no trates de engañarme. — Adalet se marchó molesta. Yo estaba por acercarme a Fabiola, pero alguien se me adelantó.

— ¿Eso es verdad? — Byron agarró las manos de mi prometida. — ¿Todavía sientes algo por mi? — Fabiola jalo sus manos.

— No. Adalet está confundida. Yo ya no siento nada. — Byron tomó su rostro con sus manos, pero antes de que pudiera besarla ella lo empujó. — No se que pretendes pero tampoco quiero averiguarlo. Soy mujer de otro hombre. — Eso último que dijo me dió mucha alegría. No ha sido mi mujer pero pronto lo será.

— Tu no quieres a Liam. — Dijo Byron. — Tú me quieres a mi.

— No te engañes. Han pasado tres años. ¿Crees que en todo ese tiempo no te iba a olvidar? — Byron la ignoró y se atrevió a besar sus labios. Caminé hacia ellos para apartarlo Fabi. Pero ella lo hizo antes. Le dió una bofetada que no me hubiera gustado recibir y se fue.

— Parece que mi prometida pega algo fuerte.— Me burlé de el. — ¿Necesitas hielo?

— No gracias. No pega tan fuerte. — El estaba por volver a la fiesta. Pero lo detuve un momento..

— No te acerques a Fabiola. — Mencioné cerca de su oído.

— Tu no me das órdenes. No eres su dueño.

— En la última parte estás muy equivocado. Yo si soy si dueño.

— ¿Tienes miedo a dejar de serlo? — Me reí. — Deja de verme cómo una competencia, por qué ni siquiera me estoy esforzando. — Pronunció con arrogancia.

— No te equivoques. Yo no te veo cómo una competencia. Eres tan insignificante que ni a eso llegas. — El se molestó. Yo reí nuevamente. — Eres un mal capitulo en mi historia con Fabiola, quisiera arrancar las páginas donde apareces, pero no puedo, y es por eso que te pediré un favor.

— ¿Y piensas que te haré el favor?

— Eso dependerá de ti. Se que ahora tienes una nueva novia, es una chica bella, no la pierdas por un capricho con mi prometida.

— ¿Ese es el favor que debo hacerte?

— No. El favor que me harás es desaparecer de nuestras vidas. Regrésate a Italia.

— ¿Es una amenaza?

— Tómalo cómo mejor te parezca.