Juana Garcia es una joven mexicana que huyó de su país a Italia para salvar su vida, pero lo que no sabe es que solo estará realmente protegida en manos del Mafioso, el Don de toda Italia, Filippo Romano...
⚠️Atención: La obra contiene escenas de sexo explícito🔥, violencia, tortura, lenguaje soez y asesinato. Por lo tanto, está indicada para mayores de 18 años. Si eres sensible a este tipo de contenido, no lo leas, ya que contiene desencadenantes. La autora no está de acuerdo de ninguna manera con tales atrocidades. Es solo una historia ficticia.
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Capítulo 8
Juana:
Ese loco se cree alguien, cree que puede mandar en todo y en todos, ¡qué rabia! Estos matones me metieron en el coche y ni siquiera sé qué van a hacer conmigo, cómo puede creer que he venido a la discoteca a venderme, no me conoce ni siquiera. Maldita sea, sabía que salir sería mala idea, hasta cuándo voy a vivir con hombres creyendo que pueden mandar en mí y tratarme como un objeto.
Algunos recuerdos vienen a mi mente y no puedo controlarlo, las lágrimas caen. Después entra el cretino y da orden al conductor de llevarlo a su casa, me quedo en silencio, no puedo creer que después de todo lo que he pasado y de huir para intentar comenzar una nueva vida, voy a morir de esta manera tan fácil.
Filippo:
Pedí a mis guardaespaldas que sostuvieran a Juana en el coche, luego salí y le dije al conductor que nos llevara a casa, sinceramente no sé qué hacer, solo de imaginar que ella hacía este tipo de cosas me enfurece, todavía la quiero y si es dinero lo que busca, lo tendrá, pero solo conmigo.
Autora:
El conductor se dirige a la casa de Filippo, Juana se encoge en un rincón del coche sin decir una palabra, ellos van en completo silencio. Cuando llegan, Filippo baja y da orden a sus guardaespaldas de dejarla en una habitación aislada de la casa, solo con un viejo colchón. Así lo hace el guardaespaldas, Filippo está furioso de rabia, no puede pensar en nada más, su único pensamiento es mantener a Juana bajo control y sin contacto con ningún hombre.
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Juana:
Han pasado dos días desde que estoy en esta sucia habitación, sin ver la luz del día, sin agua ni comida, ya me siento débil, ¿por qué este desgraciado no me mata de una vez? No puedo creer que tenga que vivir todo esto otra vez, qué destino tan hermoso tienes para mí, Dios mío, he sufrido tanto, ¿por qué no me permites morir pronto?
Juana habla consigo misma entre lágrimas, cree que es el final, cuando de repente ve la puerta abrirse, la luz le molesta, no puede ver quién está entrando y se acurruca en un rincón con miedo, pensando que Filippo finalmente la matará, pero no era él quien estaba entrando.
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Filippo:
Han pasado dos días desde que Juana está en esa habitación, no sé qué hacer, no la voy a matar, juro que quería hacer todo bien, la dejé sin comer a propósito, pero hoy María vuelve de vacaciones y le pediré que le dé comida, si no, morirá sin necesidad de hacerlo yo, estos últimos días han sido tan caóticos que incluso olvidé revisar la información que Francesco me dio sobre ella, iré a trabajar y luego lo revisaré.
Fui a hacer mi higiene y a arreglarme, siento un agradable olor a café, supongo que María ya debe haber llegado, ella es como una madre para mí, mi madre murió cuando yo era niño, en un ataque que sufrió mi padre, y ella cuidó de mí y sigue cuidando hasta el día de hoy, mi padre encontró otra mujer, una cretina que incluso intentó ligar conmigo, diciendo que prefiere a los jovencitos, no le dije nada a mi padre, no quería arruinar su matrimonio, él es una persona muy correcta y no apoya la traición, siempre me enseñó que nunca debemos traicionar a nuestras mujeres, es un código de ética y honor, porque si traicionas a quien confía en ti, no eres digno de la confianza de nadie, y él, al igual que yo, mata sin pensarlo a cualquiera que traicione su confianza.
