Inesperado amor para enfrentar un futuro juntos
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Una Nueva Etapa
Después de la confesión bajo la lluvia, algo cambió entre Da-Hye y Seo-Joon. Aunque sus interacciones diarias parecían casi iguales para los demás, para ellos, cada mirada, cada toque accidental, estaba cargado de un nuevo significado. Ambos sabían que estaban en un punto crucial, uno donde la amistad estaba dando paso a algo más profundo y significativo.
Unos días después, mientras caminaban juntos hacia la escuela, Seo-Joon decidió que era momento de hablar seriamente sobre lo que ambos sentían. "Da-Hye," dijo, deteniéndose justo antes de entrar al edificio de la escuela. "He estado pensando mucho en lo que dijimos esa noche bajo la lluvia. No quiero que lo que sentimos quede en el aire. Quiero que sea real, quiero que seamos algo más que amigos."
Da-Hye lo miró, su corazón latiendo con fuerza. Había estado esperando este momento, pero ahora que estaba aquí, una mezcla de emoción y nerviosismo la inundaba. "Yo también lo he estado pensando, Seo-Joon," respondió, sintiendo una calidez en su interior que no había sentido antes. "Y creo que… estoy lista para dar ese paso contigo."
Seo-Joon sonrió, una sonrisa que irradiaba felicidad genuina. "Entonces, ¿quieres ser mi novia, Da-Hye?" preguntó, con una mezcla de confianza y vulnerabilidad que hizo que el corazón de Da-Hye se derritiera.
Da-Hye asintió, sin poder evitar sonreír también. "Sí, Seo-Joon, quiero ser tu novia."
Con esa simple afirmación, su relación dio un giro definitivo. La felicidad de ambos era evidente mientras caminaban juntos hacia su salón de clases, y aunque no lo habían anunciado oficialmente, la química entre ellos era innegable. Durante el almuerzo, en un rincón apartado del patio de la escuela, Seo-Joon tomó la mano de Da-Hye y la sostuvo entre las suyas, una muestra de afecto que ya no necesitaba esconder.
"Es un poco extraño, ¿verdad?" dijo Da-Hye, riendo suavemente. "Hemos sido amigos durante tanto tiempo, y ahora… estamos aquí, tomados de la mano."
"Extraño, pero en el buen sentido," respondió Seo-Joon, acariciando suavemente la mano de Da-Hye con el pulgar. "Nunca pensé que podría sentirme tan cómodo con alguien, y al mismo tiempo, tan emocionado."
Da-Hye asintió, sintiendo lo mismo. Todo era nuevo para ella, pero no se sentía abrumada, al contrario, sentía que estaba exactamente donde debía estar. Miró a Seo-Joon y se dio cuenta de lo mucho que significaba para ella. Sin decir una palabra, se inclinó hacia él y, lentamente, cerró los ojos.
Seo-Joon entendió lo que ella quería hacer y, con una ternura infinita, acercó sus labios a los de Da-Hye. El primer beso fue suave, delicado, como si ambos estuvieran probando las aguas. Da-Hye sintió una mezcla de emociones arremolinándose dentro de ella: alegría, nerviosismo, pero sobre todo, un profundo sentido de conexión. Cuando se separaron, ambos estaban sonriendo, sus corazones latiendo al unísono.
"Eso fue…" comenzó a decir Seo-Joon, pero Da-Hye lo interrumpió con una risa suave.
"Increíble," completó ella, aún sintiendo el calor del beso en sus labios.
"Sí, definitivamente increíble," coincidió Seo-Joon, mirándola con una intensidad que la hizo sonrojar.
El resto del día pasó en un borrón de sonrisas y miradas cómplices. Ya no tenían que ocultar lo que sentían, y aunque no lo gritaban a los cuatro vientos, sus compañeros de clase empezaron a notar el cambio en ellos. Las chicas que solían admirar a Seo-Joon no pudieron evitar sentir una mezcla de celos y curiosidad al ver lo cerca que estaba de Da-Hye, pero ninguna se atrevió a decir nada.
Esa tarde, después de clases, decidieron pasar un rato en el parque cercano a la escuela. Sentados en un banco, observando cómo el sol comenzaba a ponerse, Da-Hye sintió que el día había sido perfecto. Sin embargo, había algo más que quería decirle a Seo-Joon, algo que había estado en su mente desde que comenzaron a hablar de sus sentimientos.
"Seo-Joon," comenzó, mirando al suelo por un momento antes de levantar la vista hacia él. "Hay algo que quiero que sepas… sobre mis padres. No están mucho en casa, siempre están viajando, y eso me hace sentir sola a veces."
Seo-Joon la miró con comprensión, apretando suavemente su mano. "Da-Hye, no tienes que sentirte sola. Estoy aquí para ti, siempre. Y no importa dónde estén tus padres, siempre tendrás un lugar en mi vida."
Las palabras de Seo-Joon llenaron a Da-Hye de una calidez que nunca había sentido antes. Saber que él estaba ahí para ella, que no la dejaría sola, significaba más de lo que podía expresar con palabras. "Gracias, Seo-Joon," susurró, sintiendo que las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos. No eran lágrimas de tristeza, sino de alivio y gratitud.
En ese momento, Seo-Joon hizo algo inesperado. Se inclinó y depositó un beso en la frente de Da-Hye, un gesto lleno de cariño y protección. "No tienes que agradecerme, Da-Hye," dijo suavemente. "Cuidar de ti es lo que quiero hacer."
Da-Hye cerró los ojos, dejando que la sensación de seguridad y amor la envolviera. No sabía qué les deparaba el futuro, pero estaba segura de que, mientras estuviera con Seo-Joon, todo estaría bien.