La Reina De La Mafia

Juanita

Este hombre me tiene muy mal, lo deseo cuando me comenzó a hacerme el amor, dolió pero después solo sentía placer excitación.

El ritmo fue lento al principio, me trataba como algo especial no quería hacerme daño, se alteró un poco cuando se dio cuenta que era virgen.

Después de terminar no pudo parar, y la verdad que yo tampoco quería hacerlo, era mi primera vez y fue lo mejor del mundo.

- MMM eres increíble. - Le digo.

- Ya te lo había dicho, eres hermosa y te deseaba desde hace mucho. Y ahora eres solamente mía y de nadie más.

Me sentía la mujer más feliz y afortunada, se que lo acababa de conocer pero había una conexión entre los dos que no sabría cómo explicarla. Me ayudó a vestir, con una delicadeza como si no quisiera hacerme daño.

- Eres perfecta y quiero que desde este momento seas solo mía. - Gire mi cabeza para verle la cara a ver si me estaba hablando enserio. - No me mires así te estoy hablando muy enserio.

- Y dejar decepcionadas a todas las chicas de la U. - Se ríe. - Quieres ir a mi entierro pronto.

- La única a la que no quiero decepcionar es a ti, y no voy a permitir que te hagan daño. Pero entonces que me dices. - Lo miro con los ojos entrecerrados.

- Está bien te daré una oportunidad a la primera decepción me voy. - Me besa suave mente, porque decidí aceptar tan rápido si al principio no lo soportaba.

- Nunca lo haría, y si lo llegó a hacer me puedes hacer lo que tú quieras. - Me responde.

- No me des ideas, puedo llegar a ser muy mala.

- Me gustaría ver eso mi amor.

Esa fue la mejor noche que había pasado y con el hombre que alguna ves me irritaba, desde ese momento nos volvimos muy unidos el me llevaba y me traía a la universidad y al trabajo.

Los fines de semana lo pasábamos juntos. Solo había algo que no me gustaba y era que el ya conocía a mi familia, pero cada vez que le preguntaba por la de el o que cuando me iba a presentar a sus padres se ponía tenso, no sé cómo interpretar eso, será que le daba pena de mi.

Que yo no superará las expectativas, se avergonzaba de mi, de mi situación que lío el que tengo en mi cabeza. La verdad no seguí insistiendo quería estar más concentrada en la graduación, por mi parte ya había tenido una entrevista en el mejor hospital de Londres en el área de urgencias y me habían aceptado, solo esperaban que me graduará para completar la documentación. Zully y Aron estaban más unidos que nunca. Aron se fue a vivir con nosotras.

- Hola chicos. - Acababa de entrar al apartamento. - Cómo van.

- Bien muñeca y tú no estabas con Antony. - Aron se va al baño.

- No, tenía que estar con su papá en una reunión a veces me preguntó porque tiene tanto misterio con migo cuando se trata de su familia. - Me senté en el sofá al lado de Zully.

- No te a dicho nada todavía, será que el tiene otra familia y tú eres la mosa.

- No me metas ideas a la cabeza y me preocupa que sea porque yo no tengo tanto dinero como el. - Doy un suspiro.

- Relájate tarde que temprano lo sabrás por ahora vamos al centro comercial a ver vestidos para el grado. - Con un desaliento único ella me levanta del sofá. Ese día hicimos cosas de chicas, compramos los vestidos para el grado, los zapatos, me corté el cabello y hasta me lo tinture.

Antony

Cómo le voy a explicar a Juanita lo de mi familia no le quiero seguir mintiendo la amo demasiado. Es algo que tengo que hacer si ella en verdad me ama me tendrá que aceptar o no.

- Hola hermano. - Entra Lucio.

- Que haces. - Distraído o perdido en mis pensamientos y se que el lo puede notar.

- Y esa cara que te pasa cuéntale a tu amigo del alma. - Pero antes de que pueda responder aparece Max y Alejo.

- Jefe que hace. - Los miró con cara de tristeza.

- El que se murió debía ser alguien importante para ti porque con esa cara que tienes. - Dice Max.

- Eso debe ser que la noviecita lo hecho. - Dice Alejo haciéndolos reír a los tres.

- No es nada de eso, es algo peor.

- Peor que te eche ese bombón que tienes por novia no me quiero imaginar que es. - Dice Alejo.

- Ella no sabe quién soy en realidad, piensa que soy un millonario normal, ella no sabe que soy un Ricci. - Mis amigos me miran con desconcierto.

- Yo pensé que ya le habías dicho. - Dice Lucio. - Llevan mucho tiempo saliendo juntos, y si no lo haces puede que tarde o temprano se aleje de ti por no ser sincero con ella.

- Cuando le digas, yo organizo el funeral.... - Inquiere Max.

- Si no te mata ella, lo hará la depresión después de que te abandone. - Afirma Alejo.

- No estoy para bromas. - Me pongo muy serio - No se que hacer, me voy a volver loco si le digo y me rechaza.

- Pero hablando enserio deberías de decirle, ya llevan mucho tiempo juntos y esperar más tiempo puede ser un problema y puede que nunca te perdone. - Se que lo que decía Max era cierto tenía que tomar una decisión.

- Hablaré con ella después de la graduación, no tengo más opciones y si me deja será más fácil y no esperar a que quiera a un hijo de la mafia.

- Ese es nuestro jefe, pero deja de ser tan dramático no creo que te vaya a dejar, de pronto si se pondrá un poco molesta, pero de hay a dejarte hay un largo camino.

- No me digan eso, no soy el jefe todavía y falta mucho para eso.

- Pero pronto lo serás, sabes que tu padre ya no está al pendiente de los tratos, y el que últimamente lo hace eres tú así que en mi humilde opinión eres el jefe.

- Lucio tiene razón. - Seguimos hablando de muchas cosas, de las entregas de los negocios y de más. Cuando termine con ellos me fui a descansar y a planear el como le iba a decir la verdad a Juanita.