Destino O Casualidad

Me desperté y voy al baño a realizar mi higiene personal, bajo a la cocina encontrando me Ana, ella es la que cocina desde que tengo hueso de razón y es tratada como un miembro de la familia.

- Buenos días, Ana y mis papás - me senté en la mesa.

- Ellos no tardan en bajar, ayer se quedaron preocupados por usted y se fueron a dormir tarde - haciendo el desayuno.

-Lo siento, a un no estoy bien, pero no quiero causar más preocupaciones - sus piro y trato de despejar la mente.

-Quieres comer ahora o esperarás a tus padres.

- No tengo muchas ganas, pero trataré de desayunar y esperaré a mis padres - la miro.

-Señorita Jennifer ese hombre no merece una lágrima tuya - me acercó a ella y la abrazo.

- No quiero llorar de verdad, quiero ser fuerte, pero no puedo - corresponde y lloro abrazándola.

-No llores, esta noche abra una cena y vendrán personas importantes y tienes que estar impecable y quien sabe tal vez tú y el hijo de los señores se enamoren - le seco las lágrimas y la miro coqueta haciéndola reír.

- Qué cosas dices - riendo - gracias Ana eres la mejor, mis padres te adoran.

- Y yo a ellos, y tú eres mi niña.

Los vemos entrar, seco mis lágrimas y comenzamos a comer.

-Hoy es un gran día - me acerco a mi hija y beso su frente.

- Hola mamá y papá.

- Nos vamos después de desayunar - comiendo.

- Si mamá ya tengo todo listo solo tendré que subir por mi cartera - la miro y termino de comer, mi celular sonó y al ver quien es lo dejo donde estaba.

- Quien te llama tan temprano hija .

- Es Eduardo papá, pero no quiero saber nada de él, seguro tiene una escusa que darme.

- No vuelvas con él, solo asido un parásito y un interesado - la miro serio.

- No pesaba volver con el papá, no voy a cometer dos veces el mismo error, seguro es por la casa, ya que la pondré a la venta.

-Eso espero, no quiero volver a ver a ese vividor.

No te preocupes papá eso no pasará tienes mi palabra - tomo jugo - mamá iré por mi cartera y nos vamos - tomo mi celular y voy por mi cartera a la habitación, bajo encontrando me con mi mamá - ya estoy nos vamos quiero volver con tiempo para arreglarme para la cena.

-Vamos el chófer nos espera en la entrada de la casa.

Salimos tomadas de la mano, a mi mamá siempre le ha gustado tomar mi mano, ella lo hace desde niña y no ha cambiado a pesar de los años.

Subimos al auto y miro hacia fuera, mi celular no a dejado de sonar desde ayer, Eduardo me a estado llamando y mandando mensajes pero no le respondo, el no se merece mi atención.

-En que tanto piensas - la miro.

- En Eduardo mamá, no deja de llamarme desde ayer y eso me molesta un poco - la miro - sé que no vale la pena, pero no lo puedo evitar, me duele todo lo que me hizo y mi mejor amiga, los dos me traicionaron.

-Está bien si te sientes mal, está bien llorar y dejar salir tus emociones, pero esta no he te necesito y des lo mejor de ti, ya verás que volverás a enamorarte y serás una mujer muy feliz - la sonrisa - te amo hija y a un que sientas que estás perdida y que lo perdiste todo quiero que sepas que aquí estaré siempre para ti.

Llegamos al centro comercial y entramos a realizar las compras, estuvimos tres horas de tienda en tienda y con las manos llenas de bolsas, entramos a una cafetería y nos sentamos.

- Crees que el vestido que compramos está bien para la cena.

- Claro que lo está, resalta tu figura y lo hermosa que es mi hija - pedimos dos helados.

- Eso espero, me duelen los pies, ya quiero irme a casa y descansar un poco, parece que compramos mediocentro comercial.

-Estás exagerando, solo son unas pocas ni que fuera para tanto, bueno tal vez si nos pasamos un poco.

Comenzamos a comer de nuestro helado y nos relajamos un poco, asido un buen día y lo disfruté, me hizo olvidar mis problemas amorosos por unas horas, al terminar nos fuimos a casa, subí con mis cosas a mi habitación y las dejo sobre el sillón.

El resto de la tarde me ocupe en otras cosas, como leer y dormir hasta que llego la hora de arreglarme para la cena, tome una ducha y comenzar a arreglarme, primero el peinado y después el vestido.

Salí de mi habitación y pude escuchar a varias personas hablar en la sala, supongo que los invitados ya abran llegado a la casa, baje las escaleras y pude sentir como se hace un silencio de un momento a otro y las miradas puestas en mi en este momento, pero lo que más me sorprendió fue ver a una persona entre ellos, esoso ojos azules qué ignotisan a cualquier mujer.