- ¿Victoria, que piensas hacer?
Una pregunta que le hacen últimamente, y la respuesta no la sabe, ya que tiene un deber como asistente del fiscal y llevar al hombre que ama ante la justicia o decide salvar el amor de su vida y padre de su hermoso hijo.
Su deber será más fuerte que su amor, o dejará todo por amor y se volverá al lado oscuro.
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Capítulo 7
Los días siguientes, ella no salió del hotel tenía miedo de que se la llevarán, ya había sufrido un secuestro el cual le dejo secuelas y cicatrices en su cuerpo. Sin mencionar la exploración en la que estuvo involucrada y le dejo un gran recuerdo en su espalda.
- Hola.
- Donde estás, me tienes preocupado porque no he tenido noticias de ti.
- Estamos bien, hace unos días me siguieron y me toco salir de afán de la casa.
- ¿No te hicieron nada?.
La preocupación en la voz de Patrick la hizo sentir segura, podía confiar en él o eso esperaba.
- Estoy bien, por ahora te voy a pasar una carta para mis vacaciones, me iré a relajarme.
- Pero antes de irte debemos de vernos, me haces mucha falta.
- Si quieres podemos vernos está noche, nos vemos en tu apartamento.
- Donde te paso a recoger.
Si confiaba en Patrick era el único que hasta ahora había visto sus cicatrices, pero no podía poner en riesgo a su tía ni a su hijo.
- Yo llegué a eso de las 8 te parece.
- Perfecto te mando muchos besos. Victoria colgó y solo pensaba en su pequeño.
Alexey era un niño muy listo y sabía que algo andaba muy mal, solo por el hecho de que no pudieron sacar cosas de la casa, él había visto a su mamá en los peores momentos y a ella le rompía el corazón, el hecho de que en algún momento le tocará dejarlo solo. A su suerte, tenía fe en qué su tia lo cuidaría bien, pero muy en el fondo quería encontrar a su padre y que al menos si a ella le llegará a pasar algo su padre estaría ahí para el.
Ese era su mayor miedo, los casos que ella llevaba no eran fáciles de llevar, defender a personas inocentes y enfrentar a los demonios era algo difícil. Como sus padres, había muchos abogados, asistentes de fiscal y hasta fiscales que habían sido asesinados.
Cadáveres todos los días, asesinos que quedaban libres, y la justicia cada día era más corrupta de lo que ella pensaba.
Las horas pasaron ella seguía revisando la información de USB, había muchos archivos, datos, videos, fotos de todo lo que le hacías a las niñas, porque eran niñas, pero como podía utilizar esa información Victoria sin que la rechazaran o le dijeran que era todo un montaje.
La cabeza de Victoria era un maldito desastre sin mencionar que no había dejado de pensar en el señor Novikov, en algún momento había escuchado ese apellido, pero de dónde no se sabe o no lo recordaba tan claramente.
Cansada de tanto trabajo tomo una ducha y se alistó para salir a su encuentro con Patrick su novio, aunque no había formalizado su relación así lo veía ella, como su novio, no sabía el motivo por el cuál no hacían formal aquella relación, pensaba que era porque no quería que los demás pudieran pensar que había conflicto de interés.
Un vestido color blanco, chaqueta negra, zapatos del mismo color cabello recogido a media cola. A medida que se acercaba al apartamento de Patrick sentía muy en el fondo que ella no debería de estar en ese lugar, como si no, perteneciera la clase alta y la baja nunca se verían bien y que pensaría la gente al descubrir aquel amorío.
Tomo aire y subió de inmediato a encontrarse con su amor, aunque su corazón se dividió en dos. Su mano temblaba cuando iba a timbrar aún indecisa lo hizo y un sonriente Patrick abrió la puerta esperándola con un gran abrazo.
- Mi amor, pensé que te había pasado algo.
- Nada grave, solo fue el susto.
- Me alegra que este muy bien.
Había algo en Patrick que había cambiado, en ese momento hizo pensar a Victoria de que había algo raro en él, pero no quiso seguir su intuición decidió seguir parte de su corazón.
- Vamos a cenar.
La noche se hizo larga, Victoria quería dejar de lado el trabajo y concentrarse solamente en él y así lo hizo, toda su atención estaba en él, en el hombre que hace semanas había estado al lado de ella y había confesado su amor a ella.
- Eres hermosa, aunque durante muchos días escondiste tus cicatrices ante mí.
- Sí, es algo que no le muestro a cualquiera.
- Te quiero tal y como eres, una guerrera, que ha librado miles de batallas sola, pero ahora estoy contigo para afrontarlas juntos.
Esas palabras derritieron el corazón de Victoria, y Patrick la llevo a su habitación ya no aguantaba más la presencia de ella lo volvía loco hasta el punto de querer arrancarle la cabeza a alguien con el fin de que no la tocara absolutamente nadie. Por ese mismo motivo le pregunto a ella si le habían hecho algo los hombres que la seguían.
- Me haces tanta falta.
Sus besos comenzaron a ser más apasionados y posesivos que antes, ella se había vuelto en una droga para él, pero nos sé si sabía si para bien o para mal.
Las manos de Patrick destrozaron por completo la ropa de Victoria tenía que tenerla solo para él, sentir de nuevo su cuerpo, poseerla aunque muy en él fondo sabía que lo que estaba haciendo estaba muy mal, y solo esperaba que ella no se enterará de su gran secreto.
- Gracias. - sus palabras eran un leve susurro después de haberse entregado el uno al otro.
- Porque le agradeces.
- Sé que puedo confiar en ti, tú nunca me defraudarías.
Las palabras de aquella mujer tan bella y sensible le rompían el corazón, solamente había una razón para que él estuviera con ella, pero ella no lo sabía. Una verdad que lo atormentaba tanto a él, que no sabía que iba a hacer.
Tenerla en sus brazos desnuda muchas veces pensó en decirle la verdad, pero el miedo se lo impidió algo de lo que el no tenía el control. Y más adelante se iba a arrepentir, sus acciones llevarían a Victoria a una muerte segura sin ninguna posibilidad de salvación, ni para ella ni para su hijo.