Arianna, una niña que perdió a su madre a la edad de cuatro años, vive con su padre, quien ha formado una nueva familia y tiene dos hijos más. La esposa actual de su padre la maltrata y fomenta la discordia entre ella y sus hermanos. Además, su padre ha cambiado notablemente desde que está con su nueva pareja y se deja influenciar por ella. Sin embargo, el hermano Ángel es el único que la trata con amabilidad y cariño. Ante esta situación insostenible, Arianna decide enfrentarse a su padre y expresarle su intención de abandonar el hogar.
Su padre se ríe en su rostro y le pregunta qué planeaba hacer, adónde iría si no tiene a nadie más en esta vida. Por su parte, su madrastra se aleja y le comenta a su esposo que tiene una idea, y ambos se dirigen al despacho, dejando a Arianna sola en la sala.
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capítulo 7: no puedo creerlo
¿Te irás con ella? -pregunta Ángela.
Ángel responde: A pesar de que lo deseara, no puedo.
Ángela se sienta, sumida en sus pensamientos, mientras Ángel permanece de pie a su lado. En ese momento, se abre la puerta del despacho y Ángela se levanta.
Ángel (su padre): ¿Dónde está Arianna?
Ángela: Fue a buscar sus cosas, papá.
Ángel, mirando a su hermano, añade: Se fue a su habitación un momento.
Silvia: Ve a buscarla.
Ángel: ¿Para qué, mamá?
Silvia: Ve a buscarla y punto.
Ángel sube, molesto, y llama a Arianna. Ella baja y su padre le dice: Vamos al despacho.
Arianna lo sigue, cierra la puerta y su padre le dice: Siéntate.
Ella se sienta y le pregunta: ¿Me dejarás ir?.
Ángel, su padre, responde: Hija, sigo sin entender por qué quieres irte de casa. He hecho todo lo que he podido por los tres.
Arianna replica: Papá, por favor, no comiences con lo mismo. Ya te he dicho que no me siento bien aquí debido a tu comportamiento conmigo. Tu falta de cariño paternal es evidente; a mis hermanos los tratas con mucha amabilidad, mientras que a mí me has hecho sentir diferente. Ahora que soy mayor de edad, tengo el derecho de irme.
Ángel (papá): Observa cómo te estás expresando, ¿qué te sucede? Tú no eras así.
Arianna: Tú tampoco eras así, papá; has cambiado mucho. No imaginas cuánto extraño a mi madre en este momento. Me siento como si no fuera útil, como si no sirviera para nada.
Ángel (papá): No digas eso, hija. Sabes que tienes un gran valor; solo tienes que mirarte, estás estudiando en la universidad.
Arianna: Papá, ¿por qué me trajiste aquí? ¿Qué deseas decirme? Seamos directos.
Ángel (papá): También lamento la ausencia de tu mamá, fue el amor de mi vida, pero lamentablemente falleció y debemos continuar con nuestras vidas, hija. He encontrado a otra mujer que me ama de la misma manera en que ella lo hizo, y juntos buscamos lo mejor para ustedes.
Arianna: Por favor, no menciones a mi mamá. No creo que realmente la hayas amado, porque si así hubiera sido, no hubieras estado involucrado con Silvia. Estoy consciente de la situación, papá; estabas con Silvia mientras aún estabas con mamá, y eso lo sabe incluso mi hermano Ángel.
Sin embargo, no es el asunto que nos ocupa en este momento. Mamá ya no está, y soy la única que la recuerda con cariño, a pesar de haber tenido solo 4 años cuando se fue. Hasta mi hermano se ha dado cuenta de esto.
Ángel papá: ¿Quién te dijo eso? ¿Acaso fue Silvia?
Arianna: No, papá, nadie me lo dijo. Hice mis cuentas, al igual que mi hermano. Sabes cuántos años tengo y cuántos tienen Ángel e incluso Ángela. Ahora, papá, prefiero no hablar más de esto; volvamos al tema principal.
Arianna, hija, Ángel se quedó en silencio, reflexionando. Su hija era consciente de la relación amorosa que él había mantenido con Silvia, y su hijo también lo sabía.
Arianna: ¿Vas a quedarte callado, papá?
Ángel: No puedo permitir que salgas a la calle sin rumbo; no tienes a dónde ir. Por eso he tomado la decisión de que, si te casas con César, estaré más tranquilo al saber que tendrás un hogar y garantizarás tu alimentación.
Arianna no sabía qué responder; quedó paralizada, sin poder creer lo que estaba escuchando.
Ángel continúa conversando. Silvia me informa que el matrimonio será solo un contrato; te unirás a César únicamente para que su abuelo les conceda la herencia. Él no tendrá ninguna relación física contigo, podrás seguir estudiando y hacer lo que desees. Recibirás un salario solo por convivir con él durante dos años. es una suma considerable, podrás terminar tu carrera y acceder a tu independencia. Me tranquiliza saber que no será un matrimonio real.
Arianna: ¿De verdad, papá? ¿Esa mujer te tiene tan ciego? ¿Crees que no puedo valerme por mí misma?
Ángel Papá: La decisión está tomada. Ella se ha comunicado con los abuelos de César, y mañana por la mañana se llevará a cabo la ceremonia del matrimonio.
Arianna: ¿Qué?
Ángel Papá: Hasta mañana no podrás salir de esta casa. Comprende, hija, que es por tu bienestar. Al salir de este hogar siendo mayor de edad, ya no podré ofrecerte mi apoyo; mi esposa no lo permitiría.
Arianna: Me duele saber que tu esposa tiene más peso en tus decisiones que yo, que soy tu hija. ¿De verdad crees que es una buena idea? Por supuesto que puedes ayudarme, al menos ofreciéndome un puesto en tu empresa.
Voy a trabajar y no necesito que me des nada, papá, pero casarme.
Ángel, papá: es por tu propio bien.
Arianna salió del despacho y cerró la puerta de golpe. Al ver a Silvia, se acercó y le dijo: 'No me casaré con alguien a quien no amo, me iré ahora mismo'.
Silvia se rió. Arianna entró en su habitación y estaba a punto de salir con sus pertenencias cuando le cerraron la puerta y la dejaron encerrada. Comenzó a golpear la puerta, pidiendo: 'Déjenme salir, abran la puerta, no voy a casarme, por favor déjenme ir, no los molestaré más, déjenme salir'.