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Little Hope

Little Hope

Status: En proceso
Genre:Acción / Aventura / Venganza / Superpoder / Escena del crimen / Pretendiendo ser otra persona
Popularitas:289
Nilai: 5
nombre de autor: Fanysparkle

¿Hasta dónde estás dispuesto a olvidar por amor? ¿Mentiras, traiciones, o quizás... muertes?

Realmente, ¿es posible vivir con una venda en los ojos?

Bienvenido a un mundo donde los héroes no son tan valorados como se parece.

NovelToon tiene autorización de Fanysparkle para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 5: ¿Te gustan las rosas?

Miro alrededor, es simplemente imposible desaparecer a alguien tan grande, alzo la mirada y un piñón cae, pero consigo esquivarlo, este se destroza en el suelo.

—Arriba Jones —gruño la malhumorada y reconocida voz del Sargento desde lo alto

—¡¿Qué haces ahí?! —digo sobresaltada

—Disfrutando de la vista, amo ver las aves, colgado de los pinos... ¡¿obviamente caí en una trampa?! —exclamo con sarcasmo, mientras intentaba liberarse, aunque solo conseguía mecerse

Al parecer el Sargento había sido capturado por una trampa, sostenido en una de las ramas del pino, cautivo completamente del cuello hasta los pies por la red, seguramente alguien estaba intentando hacerse con una buena cena, bueno, al menos puede considerarse con suerte, pudo haber sido una trampa para osos, una pierna rota duele más que dormir en las alturas. Aun así, su tamaño no lo ayudaba para nada, a penas y podía moverse.

—Lo siento, que grosero. —digo frunciendo el cejo, aunque termino por sonreír— Bueno, si te molesto tanto, puedo irme, ¿eres el mejor Sargento no? ya encontraras la manera de bajar por tu cuenta ... ¡Adiós Sargento!

Di unos pasos atrás mientras silbaba una melodía, lo suficientemente pegajosa para que sea fastidiosa.

La facción del Sargento no lucia para nada contenta incluso podía jurar que había cambiado de tono, rojizo y de sus ojos salían llamas, llamas y chispas.

—¿Qué crees que digan en la base, si llego sin mi instructor?, porque cayo en una trampa... —alardeo, satisfecha de tener la situación en mis manos

A los tipos grandes no les gusta la ayuda, ellos la otorgan, mas nunca la necesitan.

—Mierda... —maldijo a regañadientes, no podía hacer nada más, tenía que seguirme el juego— bien, tú ganas Jones....ayúdame a bajar

—¿Qué dijiste Sargento? ¿no escuche la palabra mágica? —pregunto con burla

El Sargento se retorció del coraje, pero cedió. 

—...... ¿Jones, me ayudas a bajar por favor? Si eres tan amable.... —dijo mientras con sus ojos parecía insultarme en todos los idiomas posibles

—Así está mejor, ves que si nos podemos entender —dijo Carrie satisfecha

Bueno, era suficiente, la idea tampoco era dejar que su bilis lo matara, busque la atadura principal de la trampa y la desató.

—Espera... —fue interrumpido por el quebrar de la soga

Cerro los ojos esperando el impacto, pero su sorpresa fue mayor al abrirlos.

Los osos son fuertes, los Grizzli aún más, nunca pienso demasiado al cambiar de forma, a veces las decisiones se dan por si solas, de forma natural, el cambiar de mi cuerpo se vuelve automático, un bosque, hojas secas, pinos y ciprés, mi yo animal encajaba a la perfección con el ambiente y la mente juega su papel. 

Sigo siendo humana, aunque en el fondo escucho una voz animal.

Siento el miedo del Sargento, huelo la adrenalina, veo la desconfianza que siente entre mis brazos, o debería decir patas.

Lo recuesto e intento romper las ataduras con el filo de mis garras, pero extrañamente no logro causarle ni un mínimo rasguño. Vuelvo a ser humana, tenía que intentar algo más.

—¿Ahora qué? Es muy resistente, debió destrozarse —digo sorprendida del material de la red

—Dentro de la bota derecha tengo una navaja, úsala —indica el Sargento con la mirada

Alzo parte de su pantalón cerca de la bota, veo una funda atada al tobillo, dentro de ella está la navaja.

La tomó, impresionada por filo de está. ¿Cómo podía caminar con eso atado en su tobillo?

—Parece más una daga.

—Las dagas son rectas y más largas, esta es curva, de bolsillo —dijo como si se tratase de una respuesta obvia

Corto con dificultad la red que lo aprisionaba era de un material muy resistente, no se parecía a nada que hubiera visto antes.

—Listo —digo dando la navaja al Sargento— ¿y porque esta si funciono? No lo entiendo, mis garras eran igual de filosas

—Es especial... —se limitó a responder y no parecía tener ni la intención, ni las ganas de explicarse

El Sargento en verdad que era una persona misteriosa.

Ya no existían impedimentos para continuar la prueba, aunque el Sargento lo creía mucho más de lo que yo lo hacía, apenas se había librado y ya estaba listo para la acción, así, con la piel enrojecida y el cansancio a flor de piel, a pesar de que seguramente ya tenía varias horas intentando liberarse.

—¿Estas bien? —pregunto algo arrepentida de haberlo chantajeado anteriormente

—Si, continuemos. Todavía estamos muy lejos del objetivo, 290 millas para ser exactos.

—¿Por qué haces eso? —pregunto apresurándome para alcanzarle el paso

—¿Hacer qué? —dijo sin detener su marcha

—¿Por qué te alejas cuando alguien es amable contigo? —digo adelantando el paso, ahora caminando de espaldas, enfrente de él

—Será porque soy Sargento y tú un aspirante a cadete, estoy siendo imparcial, no te lo tomes personal. Te trato de la misma manera que trataría a otro en tu lugar, Jones —comento desamarrando la cuerda que sostenía las mochilas en la rama del árbol

Suspiro y tomo la mochila, el no deseaba hablar.

—Al menos podemos platicar mientras caminamos, ¿sabes?... ¡Para no morir del aburrimiento!

—Va a ser un largo día... —dijo el Sargento después de una prolongada exhalación

Los robles se levantan sobre el camino, de vez en cuando tropezamos con sus raíces secas, el Sargento permanece en silencio, yo, sigo tratando de conseguir una noción del tiempo, un día, dos, o talvez tres, la verdad es que no soy muy buena para esto, el sol casi se ocultaba detrás de las montañas y no habíamos tenido ningún otro inconveniente hasta el momento, aún faltaban algunas horas para el anochecer.

Rodeada de una naturaleza fascinante, en verdad disfrutaba del paisaje.

—Así que Rick... ¿Puedo llamarte por tu nombre? —digo con cautela como si pisara una línea imaginaria

—Ya lo hiciste.

Respondió dejando el camino libre a mi infantil curiosidad.

—Bien, Rick.... ¿Entonces tienes telekinesis? ¿puedes volar? ¿Levantaste algún edificio con ella?

—Si, no y no. —dijo cortante, mientras miraba la hora de su reloj y apuntaba algo en el expediente

—¿Nunca has intentado volar? —pregunto mientras miro un arbusto de bayas salvajes

—Solo un poco, pero rara vez es necesario. No lo toques, es venenoso...

No pude evitar río divertida ante lo que casi sucede.

—¿Así que conoces de plantas o ya habías estado aquí antes? —preguntó sin poder reprimir la sonrisa

Aunque parecía que no le agradaba del todo, ahora sabía que él no tenía una verdadera intención de lastimarme.

—Se algo de herbolaria...—respondió mientras apuntaba otras cosas en los papeles que traía en mano

—Con que herbolaria... ¿planta favorita?

Rick no respondió, simplemente se detuvo.

Frente a nosotros había dos senderos improvisados, cada uno tan aparentemente idéntico como el otro.

—¿Por cuál camino seguimos? —preguntó esperando la decisión para anotarla en los documentos.

—Hagamos algo mejor —propuso entusiasmada

—No —rechazó interrumpiéndome antes de que pudiera terminar.

—Si adivino tu planta favorita, ¿me dirás cuál es el camino correcto? —propongo haciendo caso omiso de su interrupción.

—Negativo —respondió el Sargento con firmeza— no estoy para juegos, es una prueba oficial, elige uno de los caminos por ti mismo.

—Negativo —repito imitando su gesto, cruzando los brazos de manera desafiante— acepta este pequeño juego o al regresar a la base, diré a todos que "el gran Sargento Vansua tuvo que ser rescatado por una novata sin experiencia militar".

—¿Te atreves a amenazarme? —cuestiono con superioridad— Podría cancelar tu prueba ahora mismo por insolente.

—¿Comprometerás tu imparcialidad solo por no querer jugar un simple juego conmigo? —preguntó molesta por su arrogante actitud de superioridad. Después de todo, solo somos dos personas dando un paseo; los rangos solo servían para dividir—. Es solo una adivinanza, ¿por qué te lo tomas todo tan a pecho?

Rick me miró enfadado, a punto de decir algo, pero se detuvo.

—Está bien, pero solo un juego —concluyó fastidiado, parecía ser él quien más deseaba llegar pronto al destino.

—¡Ay! ¿Y cómo se supone que adivine a la primera? ¡Dame al menos tres intentos! —me quejé eufórica, sobresaltando al soldado 

—Shhhh... quieres alertar a todos. Estoy a tu lado, no necesitas gritar —se quejó, recriminando mi enérgico tono de voz.

Reí divertida.

—Lo siento. Empiezo —dije, dejando escapar algunas risas entre palabras—. Tu planta favorita es... la lavanda.

—No —respondió Rick.

—¿No? Pero si usas fragancia de lavanda —repliqué, incrédula de fallar.

—¿Cómo lo sabes? —preguntó intrigado por mi respuesta.

—Tengo buen olfato... —respondí nerviosa—. Ok, no es lavanda... ¡Ah, ya sé! Cedro.

—No —dijo más relajado, guardando su expediente de nuevo en la bolsa sellada.

—¡¿Qué?! No puede ser que tenga tan mala suerte...

—Jones, solo elige un camino, si fallas, te descalifico y tomamos el otro.

—Rosas —afirmé segura de mi respuesta.

Rick guardó silencio, su mirada había cambiado, se veía sorprendido.

—Es el camino de la derecha.

—¿El de la derecha? Ok, no estaba tan lejos de la que habría elegido.

Ya iban varias horas de trayecto y el silencio solo era quebrado por los sonidos del bosque. No habíamos dicho ni una sola palabra en todo el camino.

—¿Cuánto crees que hallamos avanzado? —pregunto jorobándome por el peso de la mochila

—Menos de la mitad de lo que deberíamos, es menos del avance que ya debería tener —respondió mirando al cielo, ya estaba anocheciendo

Lo miro ofendida.

—Regresamos...al "usted", tanto te asusta que adivinara algo sobre ti.

—No es relevante que trate de conocerme personalmente con el objetivo establecido, así que, si sigue esforzándose en lograrlo, no importara lo que tardemos en llegar a Tuscarora, voy a denegar su ingreso a la unidad —explico formalmente sin voltear a verme, su mano se posaba disimuladamente sobre el arma de vez en cuando

«Está desconfiando de mí, debe pensar que soy un espía o algo por el estilo» 

pienso al sentir el repentino el cambio hostil del ambiente

Es entendible, todos sabemos lo que ocurre con nosotros. Como el gobierno parce darnos caza. 

—Cuando me mostraste tu mano, en donde vimos esa "cosa" caer del árbol, vi que tenías rasguños. Cuando yo era pequeña, mi madre tenía esas mismas marcas en sus manos.... —explico acariciando nostálgica las palmas de mi mano— cuando vivía, ella amaba cuidar su jardín más que nada y cultivaba sus flores ella misma

Rick retiró su mano del arma y continuó el camino, evitando cruzar nuestras miradas. Parecía haber decidido que ya no representaba una amenaza.

—Ella nunca usaba guantes, por eso siempre se lastimaba al desespinar rosas —comenté con una risa tenue— Lo mencioné porque tus rasguños me hicieron pensar en los suyos, no creí que realmente acertaría, ¿o sí?

—Acertaste, fue una buena observación —respondió él, mirándome con sus pupilas pálidas, ahora grises en lugar de marrones.

—Admito que intenté llevarme bien contigo... para que me ayudaras con el examen, para que me dieras una oportunidad, pero no soy mala persona. No intento aprovecharme de ti —confieso avergonzada.

—Lo sé, lamento lo de tu madre —dijo Rick con comprensión, acelerando el paso y dejándome atrás.

—Gracias, ves que puedes ser amable. Creo que ya superé su pérdida, aunque me costó aceptarlo... —mi voz se quebró ligeramente.

—No hay de qué, pero prefiero que nos enfoquemos en encontrar un lugar seguro donde pasar la noche —sugirió sin dar mucha importancia, antes de alejarse.

Me apresure a alcanzarlo.

—Lamento molestarte con esto, sé que no tiene nada que ver. Pero tengo mucho tiempo sin hablar de nadie sobre ella, desde que murió. Me pone muy triste recordarla y no tengo a nadie con quien desahogarme—confieso con el nudo de la garganta— ¿has perdido a alguien importante para tu vida?

—No a nadie —contesto cortante

—Tienes mucha suerte, es la sensación más horrible que se puede experimentar —digo con sinceridad— es como si esa persona nunca se hubiera ido en realidad, cada palabra, cada enseñanza, cada momento, cada recuerdo, hace que tú la sigas manteniéndola con vida y eso te hace sentirte.... Incompleto. Sientes que esa persona sigue contigo, pero al no estar físicamente, es doloroso de asimilar.

—Es muy profundo...debiste querer mucho a tu madre —dijo Rick asentando sus cosas en la base de un árbol, se sentó abrazando sus piernas y ocultando su rostro en sus rodillas

—Si, ¿quién no querría a su madre? —me siento junto a él, dejando cierta distancia

Rick soltó un bufido como única respuesta.

—Supongo que no todos... —digo entendiendo su negación— ¿te sientes bien?

—Deja de preguntarme como me siento, no voy a evaluar nada de eso.

Su voz era clara y defensiva, pero en el fondo se percibía una leve tristeza, abrazo mis piernas, tratando de dejar todas las diferencias de lado y doy unas delicadas palmadas en su espalda, en gesto de apoyo.

Rick tenso su cuerpo al contacto. No parecía estar acostumbrado.

Yo tampoco estaba acostumbrada a que me apuntaran con un arma, en un parpadeo el canon descansaba peligrosamente en mi sien.

—No me toques —amenazó el Sargento

—Tranquilo... solo trataba de ser amable —digo cauta, alzando las manos

—Estoy bien, aléjate de mí —guardo el arma, pero seguía a la defensiva

Nuestras miradas se encontraron, ambos con temor, la circunstancia nos empujaba a la desconfianza mutua. Contuve la respiración, incapaz de comprender qué había provocado su reacción. Lo único diferente eran sus pupilas; ya no tenían el color marrón de siempre, sino un gris pálido, casi blanco, como dos faros resplandecientes en la oscuridad de la noche.

«Tan brillantes como la luna», pensé poéticamente, incapaz de apartar la vista; realmente eran hermosos.

La penetrante mirada del Sargento se mantenía fija en la mía, no porque hubiera mantenido el contacto visual más tiempo del debido, sino porque parecía agotado, exhausto, luchando por no dejar que su cuerpo cediera al descanso, sus pupilas contraídas me observaban con recelo.

Su respiración era un jadeo leve, casi imperceptible a simple vista.

Bajé la mirada y la comprensión se hizo evidente como un clic en mi mente. En un lado de su abdomen, su uniforme estaba húmedo, marcado por una mancha oscura y rojiza que no podía ser otra cosa que sangre.

—¿Qué te pasa? —algo no estaba bien.

—Nada, déjame en paz —respondió a la defensiva, alejándose.

—¡Solo trato de ayudarte, imbécil! —exclamó, exaltada al ver el aumento de la mancha.

—¡No quiero tu ayuda, solo déjame solo! —gritó Rick con una mirada feroz, su mano descansaba amenazadoramente sobre el arma en su cinturón.

—¡Pues te ayudaré, quieras o no! —me lanzó sobre él, expandiendo mi cuerpo hasta transformarse en el mismo oso grizzli.

Sus patadas eran fuertes, por lo que use el peso de mis extremidades para detener su movimiento y evitar que se hiciera más daño, pero el continuaba, ahora golpeando al abdomen en un intento de liberarse, pero era inútil, por muy fuerte que fuera tenía ventaja de tamaño.

La intención era cansarlo hasta que averiguara de qué clase de herida se trataba o al menos saber que era lo que le estaba pasando, no quería lastimarlo, aunque claramente el Sargento opinaba todo lo contrario, continuaba atacando como si de una fiera herida se tratase.

—¡Suéltame! ¡cómo te atreves, suéltame en este mismo instante Jones!

Lo ignoro y uso mi olfato en busca de la herida.

—¡Basta es una orden! ¡Te juro que, si no me sueltas, te mataré! —no parecía importarle lastimarse mientras lo consiguiera

Mi fría nariz del oso se detuvo en su costado derecho, y si, olía a sangre.

Mordisqueo hasta lograr alzar la camisa con el hocico, de frente, un improvisado vendaje manchado de sangre vieja y tierra, me ayudo de los dientes para retirarlo, sin tocar la piel, Rick se jalonea al sentir la frialdad de mi nariz en él.

Y desgraciadamente aumento la hemorragia. 

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Alucard
ay me cautivó, hay más cap?
Fanysparkle: muchísimas gracias, pronto habrá más 🫶🏻✨💖
total 1 replies
Coralfanartkpopoaf
No puedo esperar para ver qué más tienes guardado en esa increíble mente tuya, ¡escribe más pronto! 😜
Fanysparkle: Gracias✨✨✨
total 1 replies
NovelToon
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