El planeta Tierra se deteriora, las profecías se van cumpliendo poco a poco. Voces del pasado despiertan a los guerreros del presente para el cumplimiento de la profecía de la restauración a costo de un sacrificio. Simples humanos que adquieren súper poderes para cambiar el aspecto del planeta.
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Carnicera a prueba de fuego
Los asiáticos se burlan de los europeos, africanos y americanos con sus misterios sin resolver y sus ridículos comentarios sobre extraterrestres, los caricaturistas hacen sus publicaciones en las redes y los internautas dan likes y comentarios. Por televisión, en los programas de juegos y entretenimiento hacen parodia y media del asunto.
Son las tres y media de la mañana, en un gran local comercial de un tradicional mercado de China, una joven, abre el puesto para recibir la mercadería, es carnicera y debe tener todo listo a las seis de la mañana, porque ella abastece a los restaurantes de alta categoría a esa hora, pasada las siete son los restaurantes de mediana y baja categoría, por lo tanto, ella recibe gran cantidad de mercancía. El camión termina su descarga a las cuatro y cuarto de la mañana.
En estos momentos ella está preparando las máquinas para filetear, para moler, previo a ello revisa que los cuchillos tengan el filo suficiente para separar la grasa, los nervios y los huesos de la carne, dependiendo de los pedidos a preparar. Una vez listo todo, va avanzando con la extirpación de grasa de algunas piezas. Una voz la llama.
- Hola, guerrera Asia.
- ¿Quién anda ahí? – ella busca defenderse - ¡Deje trabajar!
- Guerrera Asia, soy tu pasado, por eso no me puedes ver, pero me puedes oír.
- Deja de decir tonterías, tengo que trabajar. – se enfoca en el trabajo.
- Guerrera Asia, es hora de que te despiertes. Debes cumplir con tu comisión.
- ¿Guerrera? Vaya al cuartel del ejército. – se quiere liberar de la voz, pero no deja de trabajar.
- Hace tres mil quinientos años hiciste una promesa, y hoy que estás aquí, debes cumplir con tu palabra.
- ¿Promesa? ¿Hace tres mil quinientos años? – dejó de hacer su trabajo y buscar a la supuesta persona.
- Cuando retornes a casa encontrarás una pulsera, te dará señales para que ejecutes el poder siempre y cuando la lleves siempre puesta. Tu poder es el fuego.
- ¿Dónde estás, déjate ver? De lo contrario déjame trabajar.
- Soy tu pasado, nunca podrás verme. Guerrera Asia, es hora de cumplir con tu deber. Recuerda siempre de llevar tu pulsera y estar atenta a las señales de tu pulsera. Es hora de combatir.
- Cuantas tonterías. – sopla y reanuda su trabajo
Ella no cree en nadie, su prioridad es trabajar y debe dejar todo listo para cuando vengan los ayudantes y ella solo haría la distribución de los pedidos.
El día transcurre con total tranquilidad, se fue toda la carne, sus ayudantes se retiran, ella se queda a limpiar y desinfectar todo para la siguiente descarga de mercancía.
Para ir a casa debe tomar tren, con solo pasar tarjeta ella puede subir, no hay conductor, es eléctrico y sus paradas son automáticas, basta presionar el botón naranja y listo, el tren sabe que debe parar en la siguiente estación. Después de salir de la estación debe caminar diez cuadras.
Una vez en casa, se quita zapatos para calzar las pantuflas, se prepara algo de comer, mientras cuece su comida, va a la sala para prender el televisor y al lado del control remoto que está sobre la mesita de centro está una pulsera de oro, se ve antiguo pero muy bonito sus relieves.
- ¡Qué bonita pulsera! - se enamora al verla en sus manos - Pero ¿cómo llegó aquí?
Está pensando y sus hipótesis no concuerdan, pero luego recuerda la conversación con la voz de esta mañana, esa voz le comentó de una pulsera. De inmediato fue a revisar las ventanas por si hay algún rastro de alguien con intento de allanar una vivienda, va a su balcón y no puede ser, ella vive en el quinto piso.
Bueno, ella le restó importancia y se puso la pulsera, parecía hecha a su medida, se mira al espejo que tiene en el baño, y hace gestos y se toca la cara mostrando la pulsera para ver cómo le queda. Durante su juego frente al espejo ella siente que una energía está renovando su cuerpo. Se mira las manos, toca su cuerpo, y siente un leve olor a quemado.
- ¡Mi comida se quema!
Felizmente solo se carbonizó un poco el pellejo del pescado, pero la carne quedó crujiente, pero queda garantizado que está bien frito.
Después de cenar, Jun He prende el televisor para ver una película para digerir su cena antes de bañarse e ir a dormir. Pero el cambio climático es impredecible, durante la noche llego un terrible temporal y la cuidad se quedó sin luz.
Jun He no pudo disfrutar de su película, eso la pone de mal humor, fue a la ventana para saber si alguien ha salido a buscar información del porque se fue la luz. Al abrir la ventana se arrepintió, una fuerte corriente de aire hizo que cerrará de inmediato.
Al día siguiente, se supo que el temporal había destruido casas, y tiró una torre de alta tensión y la segunda quedó torcida. Al no haber luz, no funciona la calefacción y sin calefacción la gente va a pasar frío. Su pulsera brilla, le está dando una señal, la gente busca fuente de calor y la leña está húmeda no se puede hacer fogata, pensó en cómo ayudar a sus vecinos, busca combustible, pero no hay suficiente, pero si la madera esta húmeda de nada serviría, pensó en el carbón, que ese podría ser la solución, chasqueó los dedos, inconscientemente su poder de hacer fuego se activó.
La gente se asustó, el fuego apareció de la nada, pero el aire se calienta y la gente se acerca al fuego, algunos traen sus cocinas portátiles que funcionan con ladrillo refractario, con una pinza sujetan el ladrillo para que prenda y lo ponen en su cocina para poder preparar té.
Jun He salió del edificio jalando un saco de carbón, fue una donación que hace el edificio para beneficio común, los vecinos del edificio también bajan, pero al igual que Jun He están sorprendidos con la presencia de un fuego sin base.
- Bien hecho, guerrera Asia. Sigue entrenando para ser guerrera poderosa.
- ¡Eh! – la voz dejó paralizada a la guerrera - ¿Qué hice un buen trabajo? – habla consigo misma.
Del edificio nadie pudo ir a trabajar, ni de los edificios vecinos. Sin luz a las cinco de la mañana ¿A dónde van si todavía es oscuro? Los celulares no han cargado, no funcionan, no hay internet, no hay wi-fi. Pero en otros lugares también hubo desastres y no solo casas, sino que una estación de tren también se quedó sin luz.