Más Allá De Las Fronteras

...Siento el latido....

Las hojas otoñales continuaban cayendo, pintando el café con tono de oro y carmesí.

En medio de este espectáculo natural, las emociones de Diana seguían en un curso igualmente tumutuoso.

Los sentimientos que había mantenido a raya comenzaban a florecer, desafiando su determinación de no abrir su corazón. 

Diana se encontraba en el aula, sus pinceladas reflejando la tormenta interna que luchaba por comprender.

La puerta se abrió suavemente y Abigail entró trayendo consigo una brisa de calidez y apoyo.

- ¿Puedo unirme? - Preguntó Abigail con una sonrisa.

Diana asintió, agradecida por la compañía de su amiga. Mientras pintaban en silencio, Abigail rompió el hielo con una pregunta inesperada.

- Diana, alguna vez has sentido algo tan fuerte que te asusta admitirlo?

Diana dejó su pincel y miró a Diana dejó su pincel y miró a su admitirlo?

Diana dejó su pincel y miró a su amiga. Las palabras se atascaban en su garganta, pero la sinceridad en los ojos de Abigail la animó a hablar.

- Si, Abigail creo que estoy empezando a sentir algo por Derek, pero no quiero mostrarme débil. No quiero que alguien tenga ese poder sobre mí -.

Abigail tomó la mano de Diana, ofreciendo su apoyo.

- El amor no te hacé débil, Te hace humano, está bien sentir y está bien tener miedo. Pero no te cierres por completo, dale una oportunidad a tus sentimientos. -

Mientras tanto, Derek decidido a no rendirse había planeado una pequeña sorpresa para Diana.  La espero fuera del aula de arte con un ramo de flores silvestres, al verla salir su corazón latía con fuerza.

- Diana quería darte esto - Dijo extendiéndole las flores.

- No espero nada a cambio, solo quería hacerte sonreír. -

Diana tomó las flores, sintiendo una calidez inesperada.

- Gracias, Derek. Significa mucho para mí. -

Más tarde, el grupo de amigos decidió organizar una excursión al parque, una oportunidad para relajarse y disfrutar del otoño. Diana aunque,renuente al principio, decidió unirse sabiendo que su amistad con Abigail y su curiosidad por Derek la empujaban a participar.

Durante la excursión, Diana observó a Derek interactuar con otros amigos,  su corazón se apretaba con un sentimiento nuevo y confuso: Los celos, verlo reír y bromear con otras chicas despertaba algo que ella no quería admitir. 

Mientras tanto, Abigail y Josué se apartaron del grupo para tener un momento a solas. Sentados abajo de un árbol, José miró Abigail con una intensidad que la hizo estremecer.

- Abigail, me gusta mucho estar contigo.- Dijo Josué tomando su mano.

- Pero también me interesa conocer más a Diana, siento que podría ser una gran amiga. -

Abigail aunque se sorprendida, sonrío con suavidad pero una pequeña chispa de inseguridad se encendió en su interior.

- Claro, Josué. Diana es increíble pero quiero que sepas que ella es importante para mí. Solo te pido que seas paciente con ella. -

La tarde avanzó, y al final del día cada uno regresó a casa con su pensamiento y emociones entrelazados. Diana sentía una leve esperanza, un pequeño resquicio de luz en su lucha interna.

Derek aunque rechazado, no se desanimaba su determinación era inquebrantable. Y Abigail con Josué a su lado, empezaba a vislumbrar un futuro en el que no tendría que enfrentar la soledad que tanto temía.

Las estrellas brillaban en el cielo nocturno, mientras cada uno  reflexionaba sobre sus sentimientos, sabía que sus caminos aunque complicados estaban destinados entrelazarse. Los ecos de sus corazones resonaban en el silencio de la noche, prometiendo nuevas revelaciones y emociones de los días por venir.

...¿Caminó entrelazados?...

...¿Grandes sentimientos se vienen?...