(OJO: NO Es BL)
El alma de otro mundo ha reencarnado en Tatiana, quien estaba destinada a verse como una villana, pero ahora, esta nueva Tatiana, ha cambiado, todo, ella se convirtió en la heroína del imperio, pero su prometido prefirió casarse con la hermana mayor de Tatiana, así que ella y su legión abandonaron su reino, porque ella, ya no tiene interés en ese matrimonio y a diferencia de la verdadera Tatiana, ella no se enamoró del príncipe. Pero, un año después, el emperador del imperio prohibido, un continente donde solo habitan seres sobrenaturales, la ha encontrado y le pide convertirse en su emperatriz, ¿que respuesta le dará Tatiana?
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capítulo 07- alimañas.
Tatiana ya estaba de guardia esa noche, estaba sentada en el techo del carruaje, sosteniendo una taza de té caliente y estaba usando una capa de piel, no recordaba que el invierno en Ligel fuese tan frío, incluso las fogatas que habían hecho, se estaban apagando, por lo que se vieron en la necesidad de usar magia.
Tatiana también siente que se congela, el aire que golpea su rostro era más frío a cada momento, incluso han tenido que crear una fogata con magia de fuego y colocaron a los caballos cerca, esperando que estos puedan mantener su temperatura corporal.
Tatiana nota un movimiento pero cuando saca su espada y ataca, Farkas detiene su ataque usando su propia espada.
— mi futura emperatriz tiene buenos reflejos.—
Aparta la espada y la guarda, al igual que Tatiana, quien vuelve a tomar asiento.
—¿que hace?, debería irse a dormir, a usted no le toca turno de vigilancia.—
— no, pero, hay algo inusual en el ambiente.— se sienta a su lado.
— no se que sea inusual, ¿acaso siente la presencia de las bestias?— pregunta.
— puedo sentir su aroma, pero no están cerca. Lo inusual no son ellas, es, este clima.— responde con tranquilidad.
— supongo que en su imperio no hay invierno, por eso le parece raro.— se burla.
— que necia eres, pequeña ninfa. Ven.— Farkas la sostiene del hombro y la abraza contra su pecho cubriendola con su capa también.— debes estarte congelando aquí.
Tatiana fue tomada por sorpresa, pero enseguida aparta al peligris, mostrando enojo.
— haga eso de nuevo y me olvido que es un emperador.— Tatiana había sacado una daga apuntando a un costado del Farkas.
— no es lo que piensas, pequeña ninfa. Solo quería ayudarte a entrar en calor, a diferencia de un humano, un lycan tiene una temperatura corporal más calida, incluso en un clima como este.—
Para probar su explicación, se quita un guante y sostiene la mano de Tatiana quitandole el guante también para sostener entre su mano la de la chica. Y era justo como él decía, su mano era cálida.
— así que un lycan...¿por qué un Lycan quiere de esposa a la hija mestiza de una ninfa?— pregunta curiosa.
— porque nuestros hijos serían lindos.— responde mostrando una sonrisa ladina.
Tatiana aparta la mano y se coloca de nuevo el guante.
— lo siento majestad, pero no puedo tener hijos.— dicho esto, baja del techo del carruaje.
Farkas se sorprende por sus palabras, pero solo deja escapar un leve suspiro, para después seguir a la rubia quien se ha parado cerca de la fogata.
—¿por qué no puedes?, ¿es un tema delicado de hablar para ti?— no quiere quedarse con la duda.
— no lo es, pero soy una caballero y para no tener impedimentos o molestias en el campo de batalla bebía un brebaje, para detener la menstruación, pero tiene sus efectos secundarios.— responde con calma.— y en un campo de batalla, si el enemigo me capturaba, era obvio lo que me harían, no pensaba cargar con el hijo de quien me ultrajara.
Ella sabía los riesgos desde que decidió unirse a las tropas de su padre, en ese mundo o el suyo, una mujer en un mundo de hombres, era una presa para ellos, así que debía de estar preparada para esas situaciones, pues, por muy fuerte que sea, nunca se sabe si el enemigo no será más fuerte.
Farkas guarda silencio ante la explicación y él sabe que Tatiana tiene razón, esos, eran los riesgos que ella corría en un campo de batalla.
— los hijos, no son el único motivo por el que creo que eres perfecta para ser mi emperatriz. No creas que con decirme eso, me retractare.— asegura Farkas.
— eso no me conmueve. Ya debes saber que mi cuerpo se curará en cuanto deje de beber ese brebaje.— se cruza de brazos.
— aún si no sanaras, te elegiría a ti, mi pequeña ninfa.—
Dicho esto, Farkas se aleja de Tatiana para regresar a su carpa. Tatiana solo solo frunce los labios, ese hombre si que era molesto.
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Tras pasar la noche, se preparan para seguir su viaje, calculando que antes del anochecer, ya llegarían al pueblo. Aunque Farkas se mantenía en guardia, puede sentir que algo extraño esta pasando en ese lugar, por supuesto Bjorn y Lila también han notado esa extraña presencia que los incómoda, pero no saben que es lo que podría ser, así que deben de estar alertas. Farkas se adelanta para alcanzar a Tatiana.
— pequeña ninfa, ¿el invierno en Ligel siempre ha sido así de frío?— pregunta seriamente.
— que yo recuerde no, supongo que el clima suele cambiar.— es un mundo muy diferente al suyo, pero supone que el clima cambia debido a los cambios que hay en el ambiente.
— si, puede pasar. Pero ten cuidado, algo no esta bien, hay una sensación extraña desde que entramos a las montañas.— advierte.
— ¿bestias?, suelen ser frecuentes en esta temporada.—
— no, es algo más, mantengan la guardia.— le pide.
Tatiana asiente, pues duda que el emperador mienta con algo tan serio, así que Tatiana les ordena estar alerta y que si notan algo inusual lo informen de inmediato. Es así como después de avanzar por la montaña y casi llegar a la salida, se ven rodeados de bestias, unas enormes con apariencia de ratas, con largas colas que parecen un látigo y en la punta se pueden ver una especie de cuchillas muy filosas.
—¿que bestias son esas?, jamás había visto una así...— menciona Arthur.
— una alimaña, estás son del continente prohibido.— responde Lila.
—¿que?, pero, ¿que hacen aquí?— Arthur estaba algo confundido.
— eso quisiera saber también. Cuando ataquen corten su cola, si la cortan pierden sangre de manera más rápida.— grita Lila, mientras saca su espada.
— ya la escucharon, corten su cola.— ordena Arthur.
Todos se preparan para la batalla y cuando las alimañas atacan, comienza una feroz batalla, estás eran ágiles al momento de atacar y lanzaban latigazos con sus colas, haciendo difícil cortarlas debido a la espina que tenían en la pinta, la cual estaban usando como arma. Tatiana lanza una daga atinado en uno de los ojos de la alimaña y de este modo, logra acercarse para cortarle la cabeza. También al momento que la alimaña ataca, ella salta y subiendo el lomo para clavar su espada en la cabeza de esta, Lila y Bjorn se sorprenden al verla pelear de esa forma, sin duda era una mujer hábil, sabía desarrollarse bien en campo de batalla, los otros caballeros también encontraban la forma de lidiar con las alimañas logrando acabar con ellas.
Al final, las que iban quedando, las pocas que queden se alejan rápidamente, así que por ahora, ellos han ganado, pero fue agotador pelear, eran rápidas y su cola era un peligro.
—¿como carajos llegaron alimañas a este continente?— se pregunta Bjorn.
— creo que alguien las trajo, explicaría el cambio de clima, esas alimañas de nieve, necesitan un clima bastante bajo para sobrevivir.— explica Farkas.
— entonces la presencia que usted ha dicho antes, ¿puede tratarse de alguien de su continente?— pregunta Tatiana.
— si, alguien que quiere deshacerse de mi, o de mi futura emperatriz.— señala a Tatiana.
— creo que debo agradecerle por los problemas que me estará causando.— menciona con sarcasmo.
Tatiana solo frunce los labios con molestia, su vida estaba bien hasta que ese emperador llegó, ahora al parecer tendrá que lidiar con muchos problemas.
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