En "Prisionera del Sultán", seguimos la vida de Aziza Rai'f, obligada a casarse con Akram Hassan como su segunda esposa. De esta unión nace nuestra protagonista, quien junto a su madre escapa hacia Occidente, donde es criada lejos de las tradiciones de Jaddara. Sin embargo, su destino cambia cuando Akram reclama a su hija de regreso, desatando una lucha de poderes entre el heredero de Burhan Sharif Bakhur y Akram por el control de la desafiante princesa.
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Angel
Aziza se encontraba en la habitación cuando Akram ingreso.
Apenas cruzó la puerta ella le sonrió, Akram se fijo en Aziza el largo vestido color marfil realzaba su figura y su delicada belleza. El brillante pelo le caía sobre los hombros desnudos y se confundían con los pliegues del vestido. Las únicas joyas que llevaba eran unos brazaletes de oro en los bíceps.
Hermosa, pensó, era muy Hermosa y tan pequeña y frágil que no parecía de este mundo. Y era suya. Akram sintió calor y una constricción en el pecho por unas emociones que no sabía podía sentir la besó con delicadeza.
— Quiero que vengas conmigo dijo él.
— ¿Estoy bien así?, pregunto Aziza.
— Estas perfecta, preciosa. Como un ángel. No suelo hacer muchos cumplidos. Tampoco digo nunca lo que no pienso confesó Akram.
Aziza se sintió feliz y sonrio.
Akram la guio hasta una sala estaba sentada en uno de los sofás, mientras que Akram permanecía de pie cuando Dalia ingreso.
Ella hizo una reverencia y Akram le indicó que se sentará.
— Te ves muy bien Aziza dijo Dalia.
— Gracias dijo Aziza de forma educada.
Aziza escucho voces, no comprendia porque estaban las dos ahí.
—Su Alteza —dijo un hombre mayor saludando a Akram —. Espero no haberles hecho esperar.
—En absoluto —respondió Akram.
—¿Me quedo con ustedes aquí o prefiere que vaya al comedor?.
— Aquí esta bien —.
—Excelente —el hombre puso un enorme maletín sobre la de café.
Hasta ese momento, Aziza no se había dado cuenta de que iba esposado al maletín. Lo vio sacar una llave de su bolsillo y soltar las esposas antes de volver su atención al maletín que permanecía cerrado.
Mirando a Dalia se dio cuenta de que ella no estaba sorprendido. Cuando el hombre abrió el maletín, entendió por qué. Estaba lleno de anillos de diamantes, y diferentes pulseras.
Hileras de anillos incrustados sobre terciopelo. Treinta anillos y los diamantes eran enormes y no todos eran de color claro algunos destellaban extraños colores rosas y amarillo.
— Elijan dijo Akram.
Dalia miró todos los diamantes , no tardo mucho en elegir. — Este dijo ella
— Su Alteza tiene un gusto exquisito está tallado en rosa, una talla desarrollada en el siglo XVII. Vera que hay una base plana y que las facetas salen desde el centro.
— Aziza, elige dijo Akram.
— Están muy lindos pero no sé cuál elegir. Dalia la observó en silencio mientras elegía unas pulseras.
El joyero le mostró varios modelos similares a los de Dalia en tamaño enorme, pero ella los rechazo.
Akram dio un paso al frente bruscamente, se inclinó sobre el maletín y señaló un anillo de dos quilates y medio con destellos amarillos y forma de gota engastado en platino y con diamantes más pequeños en los extremos.
—Este —dijo mirando a Aziza. Ella asintió con una enorme sonrisa y luego Akram le eligió las pulseras
—Uno de mis favoritos —dijo Yusuf sacándolo del maletín—. Clásico y muy, muy elegante.
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Aziza miraba su pulsera y el anillo. Estaba en el dormitorio tal como le había indicado Akram. Él no se encontraba cenando con su padre y sus hijos. Al día siguiente ellos saldrían de viaje y no regresarían en varios días.
No tenía ni idea de qué hora cuando Aziza despertó sintiendo el contacto de un cuerpo caliente, húmedo y muy masculino. –¡Oh! –exclamó.
–Lo siento, no quería despertarte –respondió Akram
–¡Estás mojado! –se quejó en alto antes de pensárselo mejor porque, al instante, él movió se movió y se apartó de ella. Ella se dio la vuelta y se acurruco contra él. La temperatura de Akram era mucho más elevada que la suya, tanto que sintió un cierto ardor en la espalda cuando el se giro y se miraron a los ojos, deslizo su mano sobre su espalda inundada de deseo y de una desbordante sensación en su pecho; de emociones sumidas en una especie de caos que no podía distinguir. Akram la tomó en sus brazos para besarla hundió la mano en su negro cabello para sujetarlo junto a ella mientras él deslizaba la lengua en su boca llenándola de un salvaje deseo...
Despertó aún rodeada por los brazos de Akram.
–¿Qué hora es? –susurró.
–Casi las seis. Tengo que levantarme, pero tu debes seguir en la cama todo el tiempo que quieras –le respondió deslizándose contra ella y dejándole claro, por muy adormilada que estuviera, cuáles eran sus intenciones.
Sintió un intenso calor en la parte inferior del cuerpo sin poder creerlo después de la noche que habían compartido.
—Necesito una ducha y debo ver las cosas para el viaje.
–No, nada de ducha hueles a mí y a una larga y ardiente noche y es muy excitante jamila –le susurró acariciándola y descendiendo para acariciar el punto más sensible de su cuerpo–...
Era pasado el mediodía cuando se dirigieron al aeropuerto.
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Katherine Beaumont observaba a su hijo Sharif cabalgando junto a sus amigos Malek Hazbun y Jalil Hazbun, si bien entre los tres tenían algunos años de diferencia se llevaban muy bien.
Intentaba criar a su hijo sobre las costumbres de libertad de occidente, pero su hijo era quien era y a veces era difícil. Eran dos culturas totalmente opuestas, y Sharif tenía que ser en el futuro un buen gobernante para su país.
— Sigo pensando que un poco de disciplina militarizada le vendría bien comento Karim.
— Lo sé, pero no lo dejaremos en el internado creo que lo mejor es que vaya al colegio que va Malek en Londres, pero dormirá todas las noches en la casa.
— Supongo que eso quiere decir que pasaremos bastante tiempo en Londres dijo Karim.
— Supones bien dijo Katherine observando a su hijo. Nos instalaremos ahí y cuando tú tengas que volver o yo tenga que viajar se quedará con Natalie y Alexos.
Karim abrazo a su esposa para reconfortarla, el tampoco quería separar a su familia pero era necesario.
— Sé que es duro, pero es por su bien debe estar preparado para el futuro comento Karim.
Karim sabía lo que era no estar preparado para dirigir una nación, trece años llevaba al frente de Burhan y muchas veces se cuestionaba si hacía lo correcto.
Él no tenía conocimientos militares, debía reconocer que más de una vez en ese aspecto siguió los consejos de Malek Al-Halabi o de Khalil Hazbun ellos habían pertenecido al ejército. Sus hijos tendrían esos conocimientos y estarían preparados para asumir sus obligaciones. Sharif era criado como debía ser criado un futuro soberano
Anteponiendo a su nación ante todo.
Se le enseñaba todo lo que tenia que saber sobre negociaciones, autodisciplina y habilidades políticas.
En la vida pública Sharif no debía cometer errores. Debía ser inteligente y cauto, pensar en el futuro y protegerse de dar pasos en falso. Un rey no podía permitirse segundas oportunidades, un rey necesitaba el apoyo de sus súbditos y tenía que permanecer en contacto con ellos para conservar su derecho a gobernar.