En sus últimos momentos antes de morir en las manos del héroe del mundo, Sirius aquel que eligió ser un villano cae en conciencia de sus acciones y se arrepiente de todo el mal que ha causado en especial a los que un día fueron sus seres queridos. Solo al enfrentar la muerte entiende lo lamentable que fue el camino que eligió y con sus últimas fuerzas pidió a los cielos por que le dieran una nueva oportunidad. Sin saber que era escuchado por alguien en las alturas que le otorgó tal milagro.
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Capítulo 7: Débil
Sirius huyo sin detenerse, ante aquel sentimiento de superioridad que le transmitían esos monstruos.
Fue un momento frustrante, cuando por fin estuvo lo suficiente lejos se detuvo frente a un árbol y comenzó a golpearlo con los puños desnudos. Una y otra vez hasta que el pellejo y la sangre voló como un escupitajo.
-Maldición-Se quejó-Maldición ¿Quién demonios son esos sujetos? Nunca oí hablar de ellos en mi primera vida
Sirius conocía a la mayoría de los villanos de este mundo, muchos de ellos fueron sus subordinados. Pero ese tal Wencell Pall y su compañera Melani, no le sonaban de nada. Parecían salidos del mismo abismo para atormentar su nueva existencia. Era imposible que no hubiera nada de ellos en la historia que recordaba, al ser tan poderosos fácilmente se darían un mano a mano con los 12 grandes portadores del mundo. La única opción que se le ocurriría es que estos fueran de la dimensión demoníaca.
-Ellos son tan humanos como tú-Dijo alguien a sus espaldas
Sirius volteó con intención asesina, estaba sorprendido no había sentido de nuevo presencia alguna.
-¿Y ahora que monstruo es? - Pregunto con una mueca
Pero al mirar no encontró más que aun gato de blanco pelaje que lo miraba con unos ojos dorados.
-¿Qué demonios?
-No soy un demonio ni un monstruo Sirius, soy quien te trajo de nuevo a la vida-Dijo con una voz femenina
Sirius pudo sentir un energía ominosa salir de la creatura, así que entendió rápidamente de lo que se trataba.
-¿Eres un Dios acaso, o solo un espíritu antiguo? - Le pregunto
-Eres listo Sirius, ambas suposiciones son verdaderas hasta cierto punto
-Nunca había escuchado de un Dios del tiempo y lo que es más insólito jamás conocí a uno que se interesará en ayudar a los seres humanos - Comentó
-Je, je, je realmente es fácil hablar con gente inteligente, es cierto Sirius, a la mayoría de los Dioses no les importa la supervivencia humana, incluyéndome entre ellos, pero si te ayude es por el bien mayor - Explicó
-¿De qué hablas? Soy un villano no me importa cosas como el bien mayor
-Tonto humano, el universo no es ni blanco ni negro, nada se integra de una sola esencia, ustedes pueden jugar a ser lo que sea, pero cuando hablo de un bien mayor, me refiero a evitar una catástrofe que podría destruir muchos de los planos de existencia-Comentó la pequeña gata liberando energía
Sirius trago saliva.
-¿Por qué no la resuelves tú si tanto la quieres evitar?-Sirius no se dejó intimidar
-Se necesitaría entrar con todo nuestro poder a este plano, lo cual sería una catástrofe aún peor para la existencia, por eso algunos Dioses como yo, se han visto en la necesidad de elegir Tumbadores para enfrentar el problema
-¿Tumbadores? - Pregunto confundido Sirius
-Así lo hemos decidido nombras a ustedes nuestros elegidos - Dijo
-¿Dices que debo seguir tus órdenes? Y ¿Ayudarte en todo lo que me pidas?
-Así es humano considerarlo todo un honor-Se regocijó la felina
-Me niego, no lo haré, si quieres matarme y recuperar tu inversión puedes hacerlo - Comentó Sirius sin sudar una sola gota
?????
La gata solo pudo abrir la boca sorprendida ante semejante arrogancia de un ser inferior.
-No juegues conmigo humano, no has oído lo que te dije si no hacemos algo no solo la humanidad, sino la existencia misma puede desaparecer-Advirtió el ser
-No me importa gata, por mi todo se puede ir al demonio, este mundo nunca me agrado para empezar - Dijo Sirius riendo
-Arrogante criatura -
La energía de la entidad se elevó, una pesadez cayó como si la gravedad aumentará, Sirius sintió que le faltaba aire cayó de rodillas. La gata miró su alma con ojos asesinos, pensando en darle una lección, pero entonces noto la verdad de Sirius.
-Vaya-Musito
Al instante dejo de emanar su presencia, volviendo el ambiente a su normalidad.
-Puedo ver que tu corazón es negro humano, parece que nunca has sentido otro sentimiento que le odio y el desprecio... Que gracioso ja, ja, ja
-¡Calla gata! - Exclamó Sirius
-Humano tonto reniegas de un mundo que ni siquiera has conocido realmente... Pero bueno creo que tengo una forma de tentarte
-¿Eres un demonio o un Dios?-Preguntó Sirius
-Sé tus deseos Sirius, tú patéticos deseos de venganza sobre aquellos que más odias, sé que necesitas poder para alcanzar tus metas y puedo darte ese poder
Sirius se lanzó a reír.
-Gata tonta, ¿Para qué necesito tu ayuda? Con mis conocimientos puedo obtener fácilmente el poder que quiero - Se burló
-Pequeño tonto es que no lo ves ya, sin importar cuanto lo intentes, cuanto poder obtengas no podrás escapar del destino, estás atado a la perdición, ese tal Anton y los demás héroes del mundo son existencia qué mantienen el equilibrio -
-¿Qué tratas de decir?-Pregunto
-Ya lo sabes o la menos deberías tener una remota idea al toparte hoy con Anton, la sensación de debilidad que tuviste al encontrarlo, aquello que te dice que nunca estarás a su altura, no es una casualidad es una ley del alma, tú siempre estarás destinado a perder ante él
-Eso es imposible-
Sirius ya lo había pensado hace tiempo, si importar cuanto se esforzará sin importar los trucos o las trampas qué usará nunca podía igualar y muchos menos superar a Anton, era como algo que escapaba de sus manos.
-Sirius estás atrapado en un juego de Héroes y Villano, un ciclo de victoria y derrota donde serás por siempre el perdedor-Explicó la entidad
-Llamas a esto una ley de alma, que estupidez, ¿Quién lo decidió? ¿Ustedes? - Sirius perdió el control
-Fue una fuerza mayor Sirius, una que no comprenderías pues esa fuerza ni siquiera tiene una conciencia como tal-Comentó
-¿Entonces como puedes tu ayudarme a superarlo?
-Ja, ja, ja curioso ¿Eh? - Se burló
-Dime-Ordenó Sirius
-No estoy segura de poder ayudarte a escapar de la ley del alma como tal Sirius, pero si puedo mostrarte una forma de llegar a un estadio más alto del que ustedes mortales conocen-Propuso
-¿Cómo?
La gata estaba por hablar, pero de pronto algo la perturbó.
-No puedo mantener por hoy mi estadía en este mundo más tiempo Sirius, ya te buscaré después-Comento
-Espera dime como puedo volverme más fuerte, dímelo
-Aún no estás listo Sirius, primero llega al tercer estadio del alma y luego te mostraré el camino - Le aconsejo
-Eso es todo, te irás a si no más, no me explicaras que es esa catástrofe de la que hablaste
-Por hoy es todo, no me queda tiempo y sobre la catástrofe solo te diré que ya té has topado con los principales causantes de ella
Luego de decir aquello la gata desapareció en un chispazo.
Sirius se quedó meditando largo tiempo sobre lo último que le dijo, lo más seguro es que aquellos que nombraba como responsables no eran otros que Wencell Pall y compañía, eso lo preocupo, pues no quería volver a verlos.
Sirius necesitaba poder, mucho poder no solo para encargarse Anton, de esos monstruos o de este mundo, sino también para luchar contra esos Dioses que lo veían como su peón.
-Ya veremos que lado se queda con más cartas al final-Dijo con una sonrisa maliciosa.
Por ahora había que descansar para prepárese para ir a la escuela mañana, era necesario para hacer crecer su poder lo más pronto posible. El juego para vencer el destino comenzaba.