ACELDAMA

La fiesta fue espectacular, María a pesar de todo lo que le pasó, se sentía muy bien al lado de su esposo, él como siempre siendo amable, cariñoso y sobre todo respetuoso con ella.

Beto invitó a María a dar su primer baile, como esposos, ella aceptó muy sonriente, él tomó delicadamente la mano de María y la llevó a la pista de baile.

_ te sientes bien?

_ si, gracias por apoyarme en todo esto

_ siempre te voy a apoyar, ahora más que nunca que te tengo a mi lado y que vamos a tener un bebé.

_ de veras me amas

_ con mi vida, desde hace mucho tengo este sentimiento por ti

_ quisiera corresponder a tu amor

_ solo déjate amar, no te quiero presionar a nada, si algo pasa entre nosotros es porque tú también sientes y deseas lo mismo que yo. María observaba detenidamente a Beto, nunca lo había visto como otra cosa que no fuera su hermano, pero esa noche al tenerlo cerca, sentir su aroma y escucharlo decir aquellas palabras, se sintió nostálgica, tenía a un maravilloso hombre a su lado y hasta ese día de la boda se dio cuenta de aquello.

Beto era un joven muy guapo de cabello negro, ojos verdes, piel blanca, linda sonrisa y cuerpo sexy, era muy atractivo, él y María bailaban sin dejar de mirarse, parecía algo mágico, por un momento Beto no aguantó más y la besó, un beso dulce y tierno, en la ceremonia no sucedió, él solo le dio un beso en la frente, pero allí al tenerla tan cerca, no pudo más y le dio ese beso que le supo a gloria, María no lo detuvo, correspondió al beso.

_ perdona, pero no me pude resistir

_ tranquilo, no pasa nada, dijo algo apenada. Ella había besado muchas veces Bernardo, pero el beso que Beto le dio lo sintió diferente, sintió que todo en él era diferente, real, sincero, no dijo nada y recostó su cabeza en el pecho de su esposo y siguieron bailando un rato más.

_ sé que esto lo haces porque te lo pedí y por todo lo que ha pasado, pero me tomé el atrevimiento de llevarte, de luna de miel.

_ en serio? Y dónde me piensas llevar?

_ a Italia

_ que maravilla, pero eso es mucho dinero para viajar a ese país, no puedo permitir que gastes tanto.

_ María, creo que no me conoces para nada, y tranquila que si tengo para llevarte allá las veces que yo desee

_ entonces dime todo de ti, porque desde hoy somos esposos y quiero y deseo conocerte.

_ cuando estemos en Italia te contaré todo de mí.

Beto y María se despidieron de su familia para salir a la luna de miel, Beto hizo eso porque quería estar a solas con ella, y también porque debían de hacer creer que todo era real, no dejar duda a nadie y menos a la familia de la Vega.

Antes que se fueran Raúl se llevó a María a una parte apartada del salón, quería que ella supiera que contaba con ellos y que ella seguía siendo su consentida.

_ sabes que lo que pasó, no me hizo gracia, que aún estoy enojado contigo, pero sigues siendo mi hermana y te amo, eso no va a cambiar,

_ gracias Raúl, yo también te amo ustedes son mi familia, sé que no hice lo correcto, me deje engañar, el amor me cegó y no vi la realidad, pido perdón una vez más, y deseo que se lo digas a Felipe y a Carmen

_ se lo diré, y olvida lo que pasó, sé que no será fácil y que es pronto para hacerlo, pero déjate amar de Alberto, él es un buen hombre, y no es lo que tú piensas.

_ porque lo dices?

_ que él te cuente. Raúl le dio un beso en la mejilla a su hermana y regresaron al salón donde Beto esperaba por ella.

Salieron del lugar, Beto tomó la mano de su esposo para ir a la camioneta que los llevaría al

Aeropuerto.

_ señor, ya está todo listo

_ gracias, recuerda avisarle a Franco que no olvide la junta del lunes, tendré mi celular apagado, así que confío en él.

_ si señor. María no entendía nada, como que señor, y de que junta hablaba Beto.

_ no estoy entendiendo nada,

_ ya lo vas a entender.

Al llegar al aeropuerto, la camioneta se estacionó en una parte privada, allí ya esperaban a los recién casados.

_ ven, llegamos

_ porque vamos por este lado

_ todo a su tiempo nena.

Había un jet privado, muy lujoso, María se sorprendió al ver aquello, pero no dijo nada, después le preguntaría a Beto

_ señor el capitán dice que en un momento salimos, pero puede ir subiendo, ya no tarda.

_ está bien, gracias.

Subieron y todo era hermoso dentro del jet, parecía el vuelo más caro, ya que todo se veía de lujo.

_ Pagaste todo esto? Porque te dicen señor y porque estamos en un jet, y se nota que es caro todo, no me digas que mi papá pagó todo.

_ ja, ja, ja nena cálmate, tantas preguntas a la vez no puedo contestar

_ es que no estoy entendiendo nada.

_ bueno hazme las preguntas pero una por una

_ bueno porque te dicen señor

_ porque lo soy, Ambos rieron

_ bueno no, pero dime esto lo pagó mi papá

_ no nena, esto lo pagué yo, bueno no exactamente pero sí.

_ me sigues sin darme una respuesta

_ esta bien, soy dueño de una aerolínea privada, dueño de este jet y de otros más, tengo mi compañía y por eso escuchaste lo de la junta.

_ quiere decir que me case con un hombre millonario. Ambos rieron

_ digamos que sí, pero por lo visto mi esposa no sabía nada, y mi madre tampoco te había contado.

_ no, la verdad yo creí que trabajabas en la ciudad, ya veo porque llegabas tarde, pero nunca me imaginé que era porque eres un hombre muy ocupado.

Beto había estudiado aviación, desde muy niño le gustó, tanto que cuando creció, estudió y se graduó, comenzó a hacer todo para tener su propia aerolínea, con la ayuda de su padre él lo logró, Beto era muy reconocido hombre de negocios, de las mejores aerolíneas que había en la ciudad, era millonario, pero no le gustaba presumir nada, siempre vestía sencillo cuando estaba en casa, María no conocía casi nada de él, pero el de ella lo sabía todo, porque siempre estaba pendiente de cada gusto de la chica.