Mariela es una chica sencilla que cursa su último año de estudios de derechos penales. Trabaja como auxiliar jurídico en un respetable bufete de la ciudad. Un día recibe de su jefe una propuesta "Poco convencional" Pero debido a sus problemas económicos decide aceptar no sin antes redactar un documento que respalde ese acuerdo
No obstante, surge otro imprevisto familiar mucho más grande al que hay que hacerle frente en el menor tiempo posible y es donde se ve obligada a aceptar otra propuesta que le hace su jefe. Esta vez hablando de mas tiempo y mayor cantidad de dinero y vuelve a redactar un nuevo contrato
Axel Miller es un chico al que Mariela le gusta desde hace ya mucho tiempo y al que no se le ha atrevido a acercar por miedo al rechazo; Sin embargo, el destino los lleva a encontrarse de manera inesperada al abordar ese inesperado viaje
¿Qué pasará con Mariela?
Está envuelta en la encrucijada más crucial de toda su vida, en una lucha por decidir... "Entre el amor y el dinero"
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Capítulo 7. Lo sueño hasta despierta
Capítulo 7
Lo sueño hasta despierta
No puedo creer que ese chico esté justo aquí en este evento. Jamás pude haberlo siquiera imaginado. Y lo mejor es que hoy pude al fin hablar con él, es tan alegre, encantador, divertido, amable. (Suspiro)
Pero si que se dio cuenta de que llevaba un tiempo buscándolo, prácticamente persiguiendolo ¿A caso fui demasiado obvia con eso? Muero de vergüenza, ¿Cómo pude permitir que un hombre sintiera que estaba siendo una acosadora con él? Esto es realmente vergonzoso
Pero que pena me hizo pasar al mencionar todo eso aún siento mi cara arder, debo estar roja como un tomate
Lo veo hacer su trabajo mientras mantiene su sonrisa y me siento como en las nubes, es realmente atractivo
Suspiro y apoyo mi mejilla en mi mano mientras lo miro y el vuelve a sonreír para mí y me lanza un guiño
—¿A que se debe tanto silencio? Mi señorita bonita —preguntó con mucha curiosidad al acercarse nuevamente a mi, pero tan solo lo miro y negué con mi cabeza sin decir una sola palabra más — ¿Será que te estoy aburriendo?
Pregunta nuevamente y yo solo sonrío, ¿Cómo puede siquiera pensar que va a aburrirme, luego de todo lo que he esperado por un momento como este?
—No creo que podrías aburrirme aunque lo intentaras. Eres todo un payaso —sonrío divertida y el hace unas mofas raras en su rostro—.
—¿Eso es un insulto o un halago? —ríe— Porque de ser así, te cobraré cada insulto que me digas a partir de ahora. Umm... Quizás con un beso en esas mejillas tan coloradas que tienes, ese sería un pago justo, ¿No crees?
Me suelta así sin más y yo me quedé perpleja, no, no puedo estar sonrojándome de nuevo con sus palabras
¡Pero que vergüenza!
—Era un halago, por supuesto —respondo apenada—. Quería decir que eres muy divertido, jamás podría aburrirme con alguien como tú
—Gracias. Bonita, que lástima que fuera así ya yo me estaba preparando para lo demás
Comienzo a ponerme muy nerviosa y avergonzada a decir verdad, de pronto me están entrando ganas de salir corriendo de este lugar, pero el me mira fijamente y la calidez que irradia este hombre baja todas mis defensas
—¿Cómo te llamas? —pregunto al recibir un pequeño bocadillo que él me ofrece seguido de otro cóctel—
—Axel —responde de inmediato
—Lindo nombre, me gusta... Axel
—¿Te gusta el nombre oh...? (vuelve a sonreír)
Sin poder evitarlo vuelvo a sonrojarme, sonrío también ante su penoso intento de coquetearme, miro hacia otro lado muy apenada, sabía por dónde iba todo esto. Pero no tenía ganas de detenerme ahora
—Pareces ser de las chicas que le inventa un nombre a cada rostro Dime ¿Lo hiciste conmigo alguna vez? Es mera curiosidad, no debes responder si no quieres
—¿Cómo lo sabes? —pregunto con cara de asombro
《 La verdad es que todo esto surgió de un juego de niñas que tenía con mis hermanas, cada vez que íbamos a la playa, nos sentábamos en el malecón a contar a los turistas, luego le inventábamos un nombre y una profesión según su rostro, uno que le quedara perfecto y podriamos hacerlo dia tras dia... Parece que esta es una de las costumbres infantiles que más me ha costado perder 》
—Solo lo supuse —me dice él con una sonrisa tierna
—Pues la verdad si, cada día te colocaba uno diferente. ¿Te molesta?
—Claro que no, debí imaginarlo. Según tú como me llamaría ahora mismo —sonríe ampliamente—
—Tu nombre es lindo. No lo cambiaría
En un momento el vuelve a ocuparse con alguien más y escucho que alguien me llama a mis espaldas
—Mariela, estás ahí, tenía rato buscándote
—Estaba donde te dije que estaría hace mas de media hora, si no viniste antes, asumo que es porque estabas ocupado en otras cosas —respondo seria y el se acerca y toma mi brazo—
Este hombre pudo darse cuenta debido a mi respuesta que estaba enojada por su gran desplante, luego de que yo si me preocupé por apoyarlo cuando el lo necesitaba
—Si, pero... Pensé que venías rápido —respondió Steven en voz baja—.
—Lo siento, me entretuve hablando con Axel.
Le digo para que sienta lo que yo sentí cuando estuvo ignorándome durante horas mientras andaba demasiado pendiente de su exnovia
Me di cuenta de que Axel y Steven se miran el uno al otro como si fueran contrincantes en un rin de boxeo
—¿Terminaste? Ya es hora de irnos, ¿Estás lista?
Me pregunta y me abraza como si yo fuera de su propiedad, yo tan solo sonrío y acaricio su mano amablemente, sabía que estaba marcando su territorio frente a Axel
—Claro. Vamos... Nos vemos pronto, Axel. Fue un placer hablar contigo —le digo mirándolo fijamente y este esboza una gran sonrisa—.
—Lo mismo digo; Mariela, cuídate mucho
Salimos de ese gran salón tomados del brazo, Steven no dejaba de despedirse de cada una de las personas con las que nos topábamos de camino a la salida, mientras que yo solo sonreía ante ellos. Es tan estresante todo esto. Pero me siento bien, después de todo ambos tuvimos lo que queríamos.
Steven tuvo su momento a solas para seguir enfocado en su verdadero amor y yo... Tuve la plática más increíble de toda mi vida
En un momento ya estábamos en su vehículo rumbo a mi casa, ambos íbamos muy incómodos debido a lo que había sucedido un rato antes, mientras que un pesado silencio invadió el vehículo, pues ninguno de los dos se atrevió a mencionar una sola palabra hasta que llegamos a la casa
—Y bien, llegamos —comento un poco incómoda— Gracias por traerme Steven, ahora si pareces un buen novio
Bromeo un poco para disipar la tensión que se respira en nuestro alrededor
—No tan rápido, señorita. Aún no estás en tu casa.
Me dice y sube conmigo hasta esa terraza, dejándome en la puerta del pequeño departamento donde vivo.
—Este día me la he pasado muy bien Mari, Gracias por acompañarme. Obtuve los resultados que quería, y más, eres la mejor. Todos quedaron encantados contigo. Tanto así que me han preguntado cuando pensamos casarnos —sonríe tímido—
—Yo también me sentí muy bien a pesar de todo. Este ha sido un día muy interesante, han pasado muchas cosas. Se puede decir que me la he pasado genial
—Cuanto me alegra oír eso. Ahora si puede presumir a su novio, señorita
—¿De que estas hablando?
Pregunto por curiosidad y este hombre se acerca a mi sin avisar y besa mis labios con delicadeza, dejándome muy confundida, pero de todas formas me relajo en ese beso dulce y tierno
Correspondí con gusto por un instante fugaz, pero no era a él realmente a quien estaba besando en este momento. Era a Axel quien pasó por mi mente justo cuando nuestros labios se juntaron, casi pude ver su rostro al abrir mis ojos.
Mi chico misterioso de la sonrisa bonita, la verdad no me esperaba algo así. ¿Por qué de repente se cruza en mi mente e invade mis pensamientos?
—¿Por qué pones esa cara? ¿No te gustó? —pregunta mi jefe—.
—No es eso, es solo que... Me tomaste por sorpresa. Ya no estamos actuando Stev, no es necesario que hagas estas cosas. ¿Por qué lo hiciste de nuevo?
—Supongo que estoy ebrio y no dejo de pensar en aquel beso que me diste en la iglesia, creo que me flechó ese beso de imprevisto. ¿Hablamos un poco respecto a eso?
Me dice con una sonrisa amplia e intenta pasar a mi casa, pero interrumpo su paso
—Lo siento, ya te he explicado mis motivos.
—¿Estabas muy entretenida hablando con el mesonero? —casi puedo oler los celos en su pregunta y esto me aterra—
¿A poco es una de esas escenas de celos?
—Si, bueno, la verdad es que el chico es muy buen conversador, hizo que el tiempo pasara volando mientras hablamos —respondo casi normal y el frunce el ceño de inmediato—
—¿Debo preocuparme por eso? Podría llegar a sentirme celoso, ¿No crees?
—No deberías, Steven —sonrío nerviosa— No hay motivos para tal cosa y creo que ya deberías irte.
—Ok, estoy entendiendo. El dinero está en tu cuenta bancaria, pero voy a necesitar que pases el lunes a primera hora por mi oficina. ¿De acuerdo?
Me dice y se acerca demasiado a mí, deja un beso en mi mejilla y se va
—Ahí estaré —le digo y me quedo viendo como vuelve camino a esas escaleras y desaparece segundos después
Entro a mi habitación y rebusco en ese closet una pijama sencilla, luego voy a ducharme
Mientras estoy en la ducha pienso en aquel chico y toco mis labios, siento arder un fuego intenso muy dentro de mi, de pronto ya mis manos deslizaban por mi cuerpo. El vapor del agua caliente empaña los vidrios y en el humo que emana de mi cuerpo puedo verlo a él, besando mi hombro y luego mi cuello, siento mis propias caricias como si fueran suyas
Luego entro en razón y me detengo...
Esto no puede estar pasando. No, ¿Qué me hiciste Axel? Realmente siento que te sueño hasta despierta
Me voy a la cama aun sintiendo que mi cabeza daba vueltas, recuerdo todas las locuras que hablamos y sonrío ampliamente al recordar cuan divertido es él, ya quiero verlo de nuevo
Ni siquiera se preocupó en pedirme mi número (bufó) Bueno, aunque a decir verdad, supongo que no lo necesitamos ya que ambos sabemos donde encontrarnos