La Bruja De Hielo Y El Hada De Las Sombras

Tras esperar casi una hora, el marqués abre la puerta y le pide pasar. Dentro le explica el cardenal que como la marquesa la uso para el engaño, ella no será castigada, sin embargo, la marquesa tendrá que pasar por un juicio para determinar su castigo, en el cual podrían sentenciarla a ejecución.

— ¿entiende la gravedad del asunto?— pregunta el cardenal.

— lo comprendo...el pecado de mi madre es tan grave...sabía lo que significaría decir la verdad, pero no puedo dejar que siga mintiendo.— Katerina cubre su rostro con ambas manos mientras solloza.

— comprendo lo difícil que debió ser para ambos venir a decir todo esto.—

Para Katerina era una suerte que el cardenal fuese un anciano comprensivo, por un momento pensó que ella podría ser culpada al igual que la marquesa, pero afortunadamente todo ha salido bien. El cardenal les explica que mandarán a investigar a la marquesa, deben tener pruebas para poder enviar a los guardianes a arrestarla, así que ellos no pueden decirle nada al respecto. Después de hablar, ambos se retiran y al marqués agradece por no culpar a su hija.

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Al día siguiente, Katerina acude a aquella mansión donde Arek la cito primera vez, estando ante él, Arek le agradece por la información que le dio, pues fue de mucha ayuda, ya que entre los arrestados en el casino, estaban dos de los simpatizantes de la emperatriz, a los cuales investigó y al ponerlos ante el consejo, ni la emperatriz pudo ayudarlos y así ha perdido dos partes fundamentales para el apoyó del príncipe heredero.

— esa mujer debe de estar furiosa, tenga cuidado alteza, ella hará lo que sea para evitar que su hijo pierda su lugar.—

— lo sé, para esa mujer yo siempre he sido un estorbo, por eso, entenderá que no me es fácil confiar en nadie.—

— por supuesto que comprendo. Solo se que, hay algo que no podrá evitar. Debe de estar al tanto de la tensión que hay entre este país y ketzania, ¿cierto? La emperatriz, querrá enviarlo al frente de ese conflicto...—

Arek se muestra asombrado por las palabras de Katerina, puesto que la información del creciente descontento de Ketzania, no es público.

— no se que habla, creo que esta hablando de cosas sin sentido.—

— no se preocupe, tengo mi manera de averiguar las cosas y le daré algo que la emperatriz no soportará perder, el apoyo de los Rosesky.— asegura Katerina.

— ¿como podría usted darme el apoyó de su familia? Su padre es fiel servidor del emperador, no cambiará tan fácilmente.—

Katerina muestra una leve sonrisa ladina, observando al joven fijamente.— lo hará, solo espere un poco.—

Katerina se despide del príncipe, pero puede ver que ella dejo una nota sobre la mesa, así que la guarda mientras la ve marcharse. Jack entra después de que Katerina se ha marchado.

— si yo estuviera en su lugar, se la quito a mi odioso hermano.— menciona Jack.

— no le puedes quitar a mi hermano, lo que nunca ha tenido.— sonríe con burla.

Si de algo esta seguro Arek, es que Katerina no es una mujer que pueda ser tratada como una posesión. Al menos esa es la impresión que da y aunque no suele confiar fácilmente en alguien, ella está demostrando que sus intenciones de aliarse son genuinas.

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El carruaje de Katerina iba por el camino de un bosque, este quedaba menos largo, además de ser más discreto. Todo parecía bien, Jane iba con ella, hasta que de repente, tanto ella como Jane casi caen de asiento al sentir como el carruaje se detuvo de manera repentina y se escuchan ruidos fuera de este. Jane abre la cortina viendo que los pocos guardias que iban con ellas eran atacados por una especie de lagartos gigantes.

— son lagartos...— menciona Jane.

— quédate dentro Jane.— Katerina se pone de pie, para abrir la puerta.

—¿que? No mi lady, usted debe quedarse dentro, yo saldré a pelear.— Jane trata de evitar que Katerina salga.

— es una orden Jane, puedo encargarme de esto.—

Antes de que Jane pueda refutar, Katerina abre la puerta y salta hacia fuera y va directamente hacía un lagarto lanzando una especie de dagas de hielo que atraviesan la gruesa piel del reptil y este deja de moverse, Katerina repite lo mismo contra otros lagartos, los guardias estaban sorprendidos de ver a su joven señorita hacer algo así, ya que la marquesa nunca permitió que ella sea entrenada en magia. Y no parecía tener cualquier magia. Aunque los lagartos seguían llegando, por lo que ordenó a los guardias alejarse de ella y si era posible cubrirse con sus capas.

Katerina crea una especie de sello bajo ella y el aire comienza a sentirse frío, al darse cuenta de esto, los guardias se cubren y retroceden, pero puede ver como una especie de neblina cubre a los lagartos, esta neblina era aire helado, el cual alentaba a esos lagartos, debido a que bajaba su temperatura de manera instantánea y ante esto, Katerina lanza las dagas de hielo atravesando el cuerpo de los lagartos. Aunque puede ver que se van acercando más, así que mantiene el aire frío que les impide moverse.

— vamonos de aquí.— ordena.

Todos suben a sus caballos y Katerina sube al carruaje, aunque deja aquella neblina en toda la zona, así evitara que los lagartos les sigan.

— eso fue increíble mi lady y me aseguraré de que nadie le diga a la marquesa.— asegura Jane.

— no te preocupes, no me importa que lo sepa, pronto, esa mujer tendrá peores preocupaciones...— sonríe.

La marquesa no sabe lo que le espera, el templo no la dejará hasta probar que la marquesa es culpable de engañarlos.

En el palacio, la emperatriz estaba furiosa, no se enteró de que sus aliados estaban siendo juzgados por apuestas ilegales y otros delitos, hasta que los presentaron ante el consejo, debido a esto, la familia de ambos hombres, estaban molestas por como resulto todo y ahora, ella no podría ayudarlos. Cuando se corra la voz, sus simpatizantes podrían estar temerosos, porque si les pasa algo, tendrán miedo de que la emperatriz no pueda ayudarlos.

— tranquila madre, además, tenemos el apoyo del templo y de los Rosesky, solo enviaré algunos regalos a mi prometida y la tendremos contenta.— menciona Rowan sin mucha preocupación.

— cierto, mientras el templo nos apoye, no necesitamos a esos nobles. Solo mantén feliz a esa chiquilla, flores y una joya, eso bastará.—

Además, la emperatriz sabe que Arek no cuenta con suficiente influencia, para competir contra el príncipe heredero y si logra hacer que el emperador lo envíe al frente del conflicto contra Ketzania, será más fácil deshacerse de él, ya que dirán que fue un lamentable suceso a causa de la violencia del país vecino.

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