Aurora Parisi es una joven de 20 años, recién egresada de la universidad a su corta edad, estudio negocios y administración, es dulce, amable y muy correcta, ella es hija adoptiva de los Parisi.
Perla Parisi tiene 20 años y es la hermana de Aurora, es egoísta, caprichosa, manipuladora y odia a su hermana, le ha hecho la vida imposible y le ha quitado todo lo que puede.
Aurora siempre se ha negado en trabajar en el negocio familiar, en la mafia, pues, es muy correcta, a pesar de todo adora a su hermana, pero todo cambia cuando Perla se queda con el prometido de Aurora, allí es cuando ella se olvida de sus principios y aceptara la propuesta de su abuelo entrando a un mundo oscuro donde lo conocerá a él y se dejara llevar por la pasión y lo prohibido.
Él, Massimo Caruso un Mafioso cruel, frío, despiadado, sexy y ajeno, hará que la dulce Aurora caiga en la red de lo prohibido.
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Bastardo.
Aurora.
Dormí un rato y baje a desayunar mis padres, mi Nonno y la perra de Perla ya estaban desayunando, ella al verme hizo un mal gesto, pero la ignoré, mis padres, por el contrario, me abrazaron y mamá lloro conmigo.
Después del desayuno dónde ignore a perla mamá habló conmigo.
—Mi pequeña Auri sé que ya eres una mujer y tu abuelo me contó que te costó mucho el moverte en ese mundo por los valores que te enseñe, pero quiero que sepas que siempre estaré orgullosa de ti y sé que en el mundo de la mafia no se debe tener prejuicios.— dijo mamá y la abracé.
— Mamá yo... Perdón por aceptar, pero le debo mucho a mi nonno y ustedes no puedo ser malagradecida._ dije y tomo mi cara.
— Mi niña tú no nos debes nada y no digas eso frente a tu abuelo porque se va a sentir muy mal—
— Haz lo que tengas que hacer y recuerda, jamás dejes que te hagan daño.— dijo mamá y me sentí mejor, era como si me diera permiso para portarme mal.
Salimos de compras juntas y compramos ropa para la fiesta de mi presentación en la empresa, la tarde llegó y con ella llegó la noche, al llegar a la empresa todo estaba muy hermoso fui con mis locas amigas, la decoración era preciosa el salón estaba muy iluminado y el color marfil con el dorado hacían Lucir todo perfecto, había mucha gente importante y algunos socios del otro negocio, repare el salón y lo vi allí estaba él Massimo se veía maravillosa en un hermoso traje negro estaba perfecto, su cabello estaba tan bien peinado que parecía un muñeco estaba simplemente maravilloso.
Pero mi sonrisa idiota se esfumó al ver a su flamante esposa al lado de él también perfectamente vestida derrochaba elegancia.
Fue allí cuando me obligue a regresar a la realidad, él era casado y no pasaría nada más.
Mis amigas estaban bellas.
Gia llevaba un hermoso vestido rojo, con escote en v y de falda ancha, dejando ver desde su muslo hasta toda su pierna y todo eso lo acompañaban unas sandalias plateadas.
Gia.
Alana está hermosa en un vestido azul índigo de encaje y escote en v hasta el inicio de su cintura, aparte de cubierto en las costillas, su falda era de tul y tenía una abertura para dejar lucir sus bellas piernas.
Alanna.
Mi vestido era negro y brillante, tenía un bordado en lentejuelas muy bonito, su escote era de corazón que hacían ver mis pechos sexy, la falda caía en cascada y tenía una abertura en la pierna que me hacían ver sensual, pero elegante toda una chica mala con clase, las sandalias eran doradas que le daban el toque que le faltaba a mi Outfit.
Vestido de aurora.
Camino hacia donde está mi Nonno y mis padres, ellos me abrazan e ignoro olímpicamente a perra perdón a Perla y a su amado prometido.
La fiesta continua y mis amigas están bailando acompañadas de los chicos de ayer y yo bailé un rato con el hijo de uno de los socios, luego de eso mi abuelo se me acerca y me presenta con Leonardo, mi ex cuñado, pues, yo no lo conocía, ya que no se lleva bien con Leonel.
— Es un placer conocerte hermosa soy Leonel.— Dice y besa mi mano.
— El placer es todo mío.— le digo coqueta sintiendo una mirada amenazante encima de mí y es que se trata de Massimo su coraje no se puede ocultar.
Leonel se me acerca y me cuenta que hace parte de la mafia rusa, ya que su abuelo es de allá y lo nombro líder, también me dijo que mi nonno nos asignó la tarea de ir a interceptar un cargamento del clan enemigo.
— Y cuando se hará esa entrega.— le pregunto a Leonardo.
— Eso es lo que estoy esperando saber, mis hombres están atentos y me llamarán en cuanto la hagan.— dice y yo asiento con la cabeza, después de eso bailamos muchas canciones en la pista y sin dejar de mirarme estaban Massimo y Leonel, yo bailaba y hablaba con Leonardo y nos reíamos eso los ponían peor.
Terminamos de bailar por qué mi abuelo llamo la atención de todos y me presento ante todos, yo les hablé y les dije que esperaba que nos lleváramos bien y como un gran equipo, seguí disfrutando la fiesta y salí al jardín entonces vi a Massimo, me acerqué a él para besarlo y decirle que me lo quería comer y a la mierda todo, pero se le acercó su amada esposa y verlo en ese plan romántico me dio un baño de realidad que necesitaba en ese momento.
— Mi amor te extraño tanto y si me regalas un día solo para mí donde seas el mismo hombre que me enamoró — Dice ella con puchero incluido y él me ve y la besa.
— Claro que sí, para mi esposa lo que pida — Las palabras me sepultaron, me di la vuelta y me aleje de allí, volví a la fiesta al igual que ellos entonces, ya como a las dos de la madrugada Leonardo se me acerca y me susurra al oído que es hora.
Al Leonardo despegarse veo aquellos ojos verdes grisáceos en mí, leo casi que me jala y salimos a toda prisa, me subí a su auto y algo me dijo que voltear y al hacerlo de nuevo él estaba allí había salido y me vio irme, leo manejo mientras le daban cada detalle pasamos a mi departamento para cambiarme, rápidamente me coloque un pantalón negro y una camiseta del mismo color acompañado con una chaqueta de cuero tomé mi arnés mis armas y fuimos hasta el lugar por donde pasarían con el cargamento, era un container Leonardo se acercó lo más que pudo en el convertible y yo pude saltar al container, con cuidado caminé todo el extenso vehículo hasta estar cerca de lo que iban adentro, como querían disimular la mercancía que transportaban no había muchos vehículos protegiendo la carga además se suponía que nadie sabía sobre eso, solo había tres vehículos dos iban delante y uno iba de un lado, pero yo me subí sin ser detectada.
Leonardo les pasó por el lado y me informo que en el camión solo iban dos el chófer y el copiloto así que tome mi arma y le puse el silenciador, de manera rápida le dispare en la cabeza al copiloto y el chófer hizo una maniobra que hizo que uno de los autos se diera cuenta por eso rápidamente mate al chófer abrí la puerta y lo empujé luego cuando solo estaba yo empujé al copiloto muerto allí se desató una balacera y luego los dos autos también se unieron, maneje y dispare hasta poder salir del camino por el atajo ya previsto Leonardo también se encargó de matar a los otros, baje del camión cuando llegamos al lugar donde guardaríamos la mercancía salí del auto trata de mantener la serenidad, pero leo se dio cuenta y me preguntó.
— Te encuentras bien Aurora.— me preguntó preocupado.
— Si adiós me voy, ya terminamos.— dije saliendo, pero me tomo del brazo y vio mi herida, fue en un costado, no podía ir a una clínica, saldría en las noticias, me llevó a mi apartamento y allí un médico me sacó la bala y me puso una venada, me acosté a descansar y le pedí a leo que no dijera nada y que si preguntaba que estaba con él pasándola bien.
— A tu nonno no lo puedo engañar.— dice leo.
— Si le dices a mi nonno recibirás una bala como la mía por según el no protegerme y aparte me mandará a una clínica con mil doctores, así que ni una palabra.— dije y él aceptó, no muy convencido, se quedó conmigo pendiente y en la mañana decidió salir a hacer sus cosas y a cambiarse dijo que contrataría a alguien para que me cuidara, pero no era eso necesario.
Cuando leo se despidió y fue a abrir la puerta para irse, se encontró con personas que venían entrando.
— Hola joven y mi amiga.— escuché decir a Gia.
— Está en la habitación descansando, pueden venir en otro momento.— dijo y Alanna no le hizo caso y entro a mi habitación, detrás de ella entraron los demás visitantes.
— No veo correcto que estén en la habitación de Aurora.— yo estaba arropada tratando que no vieran mis vendas.
— Amiga estás bien.— pregunto Alana.
— si lo estoy, por favor vienen después y se llevan a los demás.— Dije y los otros, chicas salieron, pero un tercero que estaba muy molesto no salió.
— señor Massimo puede salir de la habitación.— dijo leo desafiante
—Vine a hablar con ella, yo soy el otro socio que manejara la empresa, salgan ustedes.— dijo Massimo y mire a leo asintiendo para que se fuera, él se despidió y todos salieron menos Massimo.
— No te parece que no es momento para hablar de trabajo.— dije volteando los ojos.
— Conmigo no quieres estar, pero si te revuelcas con tu ahora cuñado en su auto y con su hermano también, sabía que estabas actuando ese papel de, tengo principios.— dijo y aferre la sábana a mi cuerpo, él estaba loco de ira.
— Que pretendías haciéndote la difícil, que te hiciera mi señora por Dios, jamás dejaría a mi esposa, solo era sexo.— dijo y sus palabras me dañaba, pero ya lo sabía.
— bien por ti, ahora ve con tu amada y déjame en paz.— dije y se molestó más.
— sabes tu abuelo me debe un cargamento que perdió por inútiles hombres y ese cargamento lo dejo mal parado y lo pueden destituir de su puesto y además todo lo apunta a él, iría a prisión, se sabe que está tu papá, también está al mando y ahora tú, pero sabes cómo le dolería eso al viejo lo mataría, su orgullo, su nombre.— desgraciado es cierto mi abuelo no soportaría ser sacado de esa manera es muy orgulloso.
— Qué carajo quieres.— pregunté y se rio.
— sé mi amante con todas sus letras y dejo a tu abuelo tranquilo, nadie sabrá nada.— Dijo y me dio tanta rabia que me moví bruscamente y me dolió pero me compuse.
— Eres un bastardo, si tienes a tu esposa que mierda ganas teniéndome a mí, es tu ego herido por rechazarte, no quiero ser tu amante.— Dije molesto.
— pero si la zorra de los hermanos Leo.— Dijo y suspiré frustrada.
— Acepto, pero quiero cualquier evidencia en contra mi abuelo, pero te advierto seré tu amante mientras estemos juntos, pero al salir del lugar mi vida es mía.— Dijo y sonrió triunfante.
— te necesito esta noche y trata de quitarte bien el olor de el de tu cuerpo.— dijo y lo quería matar.
— un momento todavía no, dame una semana antes no.— Dije y extrañamente acepto sin quejarse. Massimo se fue y yo quedé llena de rabia, ese bastardo se salió con la suya.