Las Páginas Del Destino

La habitación estaba llena de juguetes infantiles, pero yo no me sentía como una niña. A mis 23 años de edad mental, me sentía frustrada.

Indira se rio para sí misma mientras pensaba en su pasado. "En mi otro mundo, era una mujer un poco demente", se dijo. "Tenía una imaginación desbordante y una pasión por la fantasía que no conocía límites.

Me gustaba crear historias y personajes, y vivir en un mundo de sueños y quimera.

Siempre me han gustado las novelas, pero hay un tipo de personaje que me fascina especialmente las villanas.

Hay algo en su audacia y su falta de escrúpulos que me resulta atractivo. Me gusta como no se dejan intimidar por nada ni nadie, como son capaces de hacer lo impensable para conseguir lo que quieren.

Indira sonrió. "Supongo que es por qué yo misma tengo un poco de villana en mi interior. Me gusta la idea de ser la que tiene el control, la que decide el destino de los demás.

Indira sonrio, recordando la emoción y la libertad en aquel mundo. "y ahora estoy aquí en este cuerpo de niña de 6 años, con una mente que sigue siendo la de una mujer adulta.

Es un poco irónico ¿no? Pero no importa. Estoy decidida a hacer lo que sea necesario para sobrevivir y prosperar en este mundo.

Estaba tan sumida en mis pensamientos que no escuché cuando tocaron la puerta.

La duquesa entró en la habitación con una sonrisa amable, pero con una mirada que dejaba claro quien era la que mandaba.

*Duquesa: "Indira, querida, vine a verte y a asegurarme de que estés bien", dijo. "soy tu madrastra la duquesa y como tal, la señora de esta casa.

Indira la miro sin expresión, sentada en una silla Cerca de la ventana, con las piernas cruzadas.

*Indira: "ah la duquesa, me alegra conocerla finalmente. Aunque no recuerde nada, tengo la sensación de que no nos llevábamos muy bien".

La duquesa sé sintió un poco sorprendida por la actitud de Indira, pero intenta mantener la calma.

*duquesa: "Indira, querida, quiero que sepas que siempre nos llevamos muy bien, yo soy como tu madre".

La miré con una expresión fría y distante. "No necesito una madre", le dije. "Solo necesito a mi padre", le dejé en claro.

La duquesa se sorprendió por mis palabras, y su rostro se tensó

*duquesa: "¿cómo puedes decir eso, Indira?", pregunto. "Soy tu madrastra, y estoy aquí para cuidarte".

*Indira:" no necesito su cuidado, solo necesito que me dejen en paz".

La duquesa se sintió desconcertada por la actitud de Indira. ¿Cómo podía una niña de 6 años hablar y comportarse de manera tan fría y distante?.

*Duquesa: "solo eres una niña", dijo intentando suavizar su tono. "No sabes lo que estás diciendo".

La mire con indiferente. "se exactamente lo que estoy diciendo", dije. "y no voy a cambiar de opinión.

La duquesa se sentía cada vez más desconcertada por la actitud de Indira. ¿Qué estaba pasando con esta niña? ¿Porque se comportaba de manera tan extraña?

La duquesa se dirigió a la puerta. "Por ahora te dejaré tranquila" dijo. "Pero no creas que esto es el final de nuestra conversación", Y Por fin se marchó.

Me senté en la cama, con una sonrisa traviesa en el rostro. Estaba decidida a jugar con fuego, a hacer que aquellos que lastimaron a la verdadera Indira, sufran el triple.

Indira sonrió para si misma mientras se preparaba para empezar su juego de venganza.

"Vamos a divertirnos un poco" se dijo, con Una chispa de malicia en los ojos. "El juego comienza ahora, y todos van a jugar según mis reglas".

La diversión había comenzado, y Indira estaba lista para disfrutar del espectáculo.

la venganza iba a ser dulce, y ella iba a ser la que llevará las riendas.