DEMONIO

-¡Mentirosa!-grita el tal Adam, las venas de su frente están ligeramente alteradas.

Pero, realmente no me importa el porqué está tan enojado y alterado.

-¡Ella miente capitán! Estoy seguro de que nos está mintiendo.-grita con desesperación y rabia el hombre.

Se nota su impotencia ante la situación, quisiera poder lanzarse sobre de mí y moler me a golpes hasta que yo dijera lo que quiere escuchar.

-Disculpa a Adam, está muy alterado. El soldado que dirigía la misión de encontrar provisiones, es su hermano menor...

Eso me recuerda algo, ya una vez tuve aún lunático detrás de mí, por la muerte de su hermano. Instintivamente, ruedo los ojos y aspiró profundo, haciéndome girar la cabeza hacia el lugar de donde proviene ese tan particular aroma.

-Por eso, te lo voy a preguntar una vez más. ¿Has visto a nuestros hombres?- sé que el capitán dijo un par de cosas, pero después de decir, hermano menor, lo ignore por completo.

-SSH- digo para que guarden silencio.

Los tres hombres levantan sus armas y apuntan en la dirección que yo veo, esperaba que comenzaran con una letanía o algo así, pero extrañamente obedecieron al instante.

Aspiro hondo y corro en dirección al soldado de nombre Adam, le quito de las manos el cinturón con los cuchillos y corro hacia el lugar de donde proviene el olor a sangre.

Escucho un ¡Ey! Pero no me detengo, enseguida se oyen detonaciones de armas y un rugido que le congelaría la sangre hasta al más valiente.

Corro tan rápido como puedo, esquivó los árboles que aparecen frente a mí debes en cuando. Pronto alcanzó el lugar de donde provienen los disparos, un hombre con vestimenta militar recarga su espalda contra el tronco de un árbol.

Hace algunos disparos más antes de quedar sin municiones, un topó está muy cerca de él, se lanza hacia delante para morder lo, pero yo soy más rápida.

Desenfundo uno de los cuchillos del cinturón que ya me coloque alrededor de la cadera y lo clavo en el cráneo del infectado. Él topó cae tanto por su pesó como por el mío, logró aterrizar sobre una de mis rodillas y sacó el cuchillo de la cabeza del humano que acabó de asesinar.

Levantó la vista en la dirección que mira el soldado a mi lado, seis topos vienen en nuestra dirección. Me lanzó contra ellos y los acabo uno por uno.

Se escucha nuevamente un rugido y los soldados de antes finalmente me dan alcancé.

-Roy- grita Adam apresurando sé, así que supongo que esté soldado caído es su hermano.

-No- le dice el soldado, deteniendo a su hermano.-Me mordieron.- dice.

-Lo siento, no debí traerlos hasta aquí. Pero tenía que advertirles, hay muchos allá abajo.-alega Roy.

-Deben irse, aquí ya no es seguro.

El humano frente a nosotros vuelve a rugir llamando la atención de todos nosotros. El espadachín me mira con sus enrojecidos ojos, una sonrisa se dibuja en su boca.

Sé que está disfrutando el momento, sobre todo porque un espadachín es más rápido y letal que un topó, los soldados detrás de mí se saben en desventaja contra esta alimaña de ojos rojos, incluso esa bestia sedienta de sangre sabe que tiene ventaja sobre ellos.

Lo que no sabe, es que no tiene ventaja sobre mí pues lo superó en velocidad y fuerza de ataque. Y lo que tampoco sabe es que ROJA Y SARAM están conmigo todo el tiempo.

-Tienen que irse- dice el soldado caído llamado Roy.

-No te voy a dejar aquí- dice su hermano y yo solo ruedo los ojos.

Escucho ese peculiar click de las armas siendo preparadas para ser disparadas, y huelo la decisión de los tres hombres. No hay miedo en ninguno de ellos, ni siquiera en el hombre que fue mordido.

Sonrió por su coraje y por su estupidez, están tan dispuestos a pelear hasta que no queden de pie, los infectados frente a nosotros o ellos mismos.

Aspiró profundo y miró como detrás del espadachín comienzan a verse más cuerpos en estado de putrefacción caminando hacia nosotros.

No atacan por hambre, ellos atacan porque su necesidad de matar es más grande que la voluntad que alguna vez poseyeron.

Son al menos treinta topos, dos espadachines más y un oscuro.

Los tres soldados detrás de mí resoplan al ver al oscuro, entre los infectados. Los oscuros son considerados los de más alto rango.

Verán existen cinco tipos de zombis, humanos, infectados o como quieran llamarlos, el punto es que son criaturas muertas, que no duermen, no comen y al parecer la muerte no les llega por si sola.

Primero están los topó, el rango más bajo entre los de su clase. Son criaturas totalmente ciegas por ello su nombre

tan particular; sin embargo, se guían por el sonido y las vibraciones de la tierra.

Con esta clase de zombi no es fácil pasar desapercibidos.

Segundo; el espadachín, para nada son ciegos y son criaturas muy sádicas. La piel de sus brazos se cayó hace tiempo y en vez de tener huesos fragmentados y divididos en diferentes secciones.

Está brutal criatura tiene un solo hueso desde la parte del hombro hasta donde deberían ir sus dedos, tiene la forma de una hoja de espada y es sumamente filosa.

Sus ataques son limitados en un combate cuerpo a cuerpo, pero son sumamente letales y bien pueden cortar el tronco de un árbol grueso con facilidad.

Son rápidos y muy buenos esquivando las balas.

En tercer lugar; están las chitas, murcielagos o tijeras, el nombre que les quieras dar es bastante apropiado para ellos, todos sus sentidos están súper desarrollados. El olfato, el oído, la fuerza y su velocidad.

Puede ver sin problema en la oscuridad a diferencia de los demás, normalmente viajan en grupos y suelen guiar a otros en la oscuridad, emitiendo un sonido como el murciélago que los demás son capaces de escuchar y se puede decir que les indica el camino.

En las manos no llevan dedos, sino más bien dos afiladas garras que parecen las navajas de una tijera abierta, dichas tijeras jamás se cierran, pero si te atraviesan o te alcanzan seguro te corta la extremidad.

En cuarto lugar; están la mole, cualquier creería que por su tamaño son lentos o ciegos, pero no es así. Son criaturas de dos metros de alto el más pequeño, pues alcanzan a medir hasta diez metros.

Son rápidos y muy fácilmente irritables, no son ciegos pero, su altura puede representar un obstáculo. Suelen viajar con los murciélagos, ya que el sonido que estos emiten, les ayuda a encontrar a sus presas. Las balas no penetran su duro cuerpo, ningún tipo de arma creada por el hombre y si alguno de estos te alcanza va a golpearte incluso aunque ya estés muerto.

Matarlos no es difícil si eres un Demonio como yo, pero para un mutante es algo casi imposible.

En quinto lugar, están los oscuros, su piel es totalmente negra, aprueba de balas, un tanto elástica pues estos desgraciados son capaces de estirar su putrefacta carne muerta para alcanzar algo que escapa de ellos.

Sus dientes son puntiagudos como los de un tiburón. ¿Por cierto mencioné que los topos son básicamente chimuelos, pero llevan un único diente ocultó?

Los topos son los que transmiten la infección por eso su colmillo está oculto, los demás si llegan a morderte solo sería por diversión, para arrancarte un miembro y ya.

En fin, como dije los oscuros. Al igual que la mole es aprueba de balas, a prueba de armas, son elásticos. Extremadamente Rápidos, fuertes y tienen una resistencia inquebrantable.

Solo existe una forma de asesinar a un oscuro. Debes matar su cerebro, tal cual, la única forma de llegar a su cerebro es por sus ojos, pero para hacer esto, debes ser realmente bueno en un combate cuerpo a cuerpo.

Con esto me refiero a que debes ser más rápido que ellos y más fuerte.

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