¿Alguna vez haz amado contra todo pronóstico, sin importar; el tiempo, las adversidades, los enemigos, las imposiciones, el dolor y la distancia?
En un hermoso bosque, rodeado de árboles centenarios y el dulce sonido del viento, el agua y las aves, nace un amor que desafiará el destino. Luciana y Alejandro, dos adolescentes, se juran amor eterno y se prometen estar juntos siempre.
Pero su amor se verá amenazado por la intriga, la ambición y la maldad. La distancia social y las expectativas familiares parecen insuperables obstáculos. Sin embargo, Luciana y Alejandro están decididos a luchar por su amor.
¿Podrán superar los obstáculos y mantener viva su llama de amor? ¿O sucumbirán a las presiones del mundo que los rodea? Únete a Luciana y Alejandro en su emocionante viaje de amor, pasión y superación.
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Te extraño.
Alejandro.
🍁🍁🍁
Estoy desesperado, llevo dos días sin hablar con Luciana, no ha ido al bosque, mi madre dijo que va a la escuela y apenas llega se encierra en su habitación, al parecer está castigada, estoy preocupado y deseo verla, saber qué pasó. Si estuviéramos en la misma escuela sería mas fácil hablar con ella fuera de aquí, pero no, yo al ser pobre estudio en una escuela pública y ella estudia en una escuela privada, solo para ricos.
Después de realizar todas mis tareas escolares me voy en busca de Pablo para ver en qué le ayudo, al salir escucho el sonido de un auto y me doy cuenta de que son Sergio y Leticia los que han llegado de visita en compañía de la madre de Leticia, me quedo merodeando en la zona hasta tener la oportunidad de acercarme a los chicos.
La madre de Leticia entra a la casa grande con la señora Alfonsina y aprovecho para acercarme a los chicos que se quedaron atrás.
_ Hola. _ digo al estar frente a ellos, Sergio choca su puño con el mío y Leticia besa mi mejilla. _ ¿Cómo han estado?
_ Muy bien. _ responde Sergio.
_ Llena de tareas. _ cuenta Leticia frunciendo los labios. _ ¿y tú?
_ Preocupado por Luciana ¿sabes que le pasa? no la he visto en tres días, llega de la escuela y se encierra en su habitación y no vuelve a salir hasta la mañana siguiente para ir a la escuela nuevamente.
_ Está castigada. _ asegura Leticia.
_ ¿Qué? ¿pero por qué? _ cuestiono confundido, a ella muy pocas veces la castigan.
_ Su madre que es una bruja, el día de la cena en la hacienda de los Torres, Luciana por petición de su mamá compartió números telefónicos con el engreído de Marcos, pero Luciana como no quería salir con él, ni que él que la llamara decidió darle el número mal escrito, el tonto de Marcos se quejó ante Alfonsina y esta, castigo a Luciana quitándole el móvil y encerrandola en su habitación. _ es todo lo que me dice Leticia.
Y aunque me preocupa que esté castigada, sonrío porque me siento orgulloso de la novia que tengo...
_ Cuando hables con ella, dile que la extraño y que me deje abierta la ventana de su habitación esta noche.
Sergio niega y Leticia ríe cómplice.
_ Lo haré, no lo dudes. _ palmea mi hombro.
_ ¿No quieres que le de un beso de tu parte? _ bromea Sergio.
_ No, yo mismo me encargaré de dárselos está misma noche. _ aseguro.
Nos despedimos y me voy a hacer mis quehaceres.
..
La hacienda se apaga por completo, me aseguro de que mi madre esté bien dormida y salgo de la habitación con mucha cautela, me dirijo discretamente hasta la casa grande trepo la pared con agilidad, mis manos y pies encontrando holds en la piedra rugosa. Llego al balcón de la habitación de Luciana y me detengo un momento para mirar hacia abajo, asegurándome de que nadie me haya visto.
Luego, me deslizo hacia la ventana y la abro con cuidado. Me deslizo hacia adentro, cerrando la ventana detrás de mí con sumo cuidado.
La habitación está en silencio, y la única luz proviene de la luna que se filtra por la ventana. Me detengo un momento para mirar a mi alrededor, y luego veo a Luciana sentada en el diván, frente a su cama.
Mi corazón late más rápido al verla. Está sentada con la espalda recta y las manos cruzadas sobre su regazo. Su expresión es de tristeza y aburrimiento, y sé que está cumpliendo con su castigo.
Me acerco a ella en silencio, intentando no hacer ruido. Luciana no se da cuenta de mi presencia hasta que me siento su lado en el diván.
Ella se sobresalta y se vuelve hacia mí, su expresión de tristeza cambia a una de sorpresa.
_ ¿Qué estás haciendo aquí? _ me pregunta en voz baja. _yo sonreí y me incliné hacia ella.
_ Vine a verte. _ le dije, mi voz baja y suave. _ No podía estar una noche más sin venir a verte, te extraño y estoy preocupado por ti. _ acaricio su rostro y ella cierra sus ojitos lindos.
_ Yo también te extraño. _ nos abrazamos fuerte.
_ Lo sé, el que me dejarás la ventana abierta, me lo demuestra. _ río por lo bajo.
Nos separamos y Luciana me mira con ojos brillantes, y supe que estaba a punto de sonreír.
_ Eres un tonto. _ me dice, pero su voz era suave y cariñosa.
De la nada se pone llorar , tomo su rostro entre mis manos y veo dolor en sus ojos.
_ No quiero alejarme de tí. _ solloza y mi corazón se estruja. _ el último día que nos encontramos en el bosque, al llegar aquí me encontré a mi madre, ella lo supo y me dijo que no me quiere cerca tuyo, ella quiere que yo sea amiga de Marcos porque según ella él si estaba mi altura, pero tú sabes que a mí eso no me importa, yo te quiero a tí. _ nunca he sido del agrado de doña Alfonsina. _ me castigó porque no le dí correctamente mi número a Marcos, él quería llamarme para acordar e ir al Cine, pero yo no quiero salir con él.
Esconde su rostro en mi pecho y yo la consuelo, me duele verla llorar.
_ Ya preciosa, no llores más, no nos separaremos, de ahora en adelante tendremos más cuidado con nuestros encuentros, yo no voy a renunciar a tí, no renunciaré a nosotros, lo prometo. _ le prometo y ella asiente.
Se separa de mi pecho y busca mis labios, es un beso suave con sabor a sal, pero lleno de mucho cariño y muchos anhelos.
_ Te quiero mucho, Alejandro, y yo tampoco renunciaré a tí, a nosotros.
No me voy hasta que no la dejo dormida en su amplia y cómoda cama.
Sé lo que pretende doña Alfonsina, pero no lo permitiré, lucharé contra viento y marea por Luciana de la Vega.
No permitiré que ella le meta al engreído de Marcos por los ojos a mi Luciana.
Algún día, estoy seguro que estaré a la altura para ser digno de pretenderla, voy a esforzarme mucho para llegar lejos, porque Luciana de la vega será mis esposa y la madre de mis cinco hijos.