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Me Divorcié Del Protagonista Masculino

Me Divorcié Del Protagonista Masculino

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Venganza / Época / Ascenso de clase social / Mundo mágico / Divorcio
Popularitas:222.1k
Nilai: 5
nombre de autor: AMZ

¿ Que ya no me amas?... esa es la manera en que justificas tú cobarde deslealtad... Lavender no podía creerlo, su esposo, su amado esposo le había traicionado de la peor forma. Ahora no solo quedaba divorciarse, sino también vengarse.

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Capitulo 14

Violett miró a Maxon con ojos llenos de emoción, acariciando suavemente su vientre mientras insinuaba con una sonrisa calculada:

—Ya que Lavender se ha ido definitivamente... creo que debería quedarme en la mansión. No tendría sentido ir y venir todos los días, Max. Podría ser perjudicial para el bebé —dijo, con una suavidad en su tono que buscaba manipularlo.

Maxon, aunque no tan de acuerdo con la idea, sabía que la salud del bebé era importante. Sin embargo, aún no quería que Violett se instalara allí hasta que el divorcio con Lavender fuera oficial. No deseaba alimentar rumores en la nobleza, ni dentro ni fuera del Ducado. Aun así, la preocupación por el bebé lo obligó a ceder.

—Está bien —dijo, tras una pausa—. Pero quiero que seas discreta, Violett. Mantente moderada. Los rumores podrían volverse incontrolables si la gente empieza a hablar antes de tiempo.

Ella asintió con una sonrisa triunfante, aunque, internamente, le molestaba profundamente que Maxon la tratara como una simple invitada, especialmente frente a los empleados del Ducado. Sin embargo, no dijo nada. No era el momento adecuado para mostrar su descontento.

Maxon, por su parte, dio instrucciones a los empleados para que trataran a Violett con respeto y cortesía, aunque la incomodidad entre ellos era palpable. Los sirvientes no podían evitar mirarla con disgusto y vergüenza, sabiendo la verdad detrás de todo aquel acto. A pesar de sus sentimientos, cumplían con su labor, incapaces de decir una palabra al respecto.

Ese mismo día, en el que Lavender había dejado definitivamente el Ducado, Violett se instaló en la mansión.

—Tráiganme papel y tinta—, ordenó, —debo escribirle a mi madre— Sonrió mientras pensaba en lo que escribiría, luego de eso, decidió salir a pasear por el que sería su nuevo hogar. Mientras recorría los pasillos con la arrogancia de quien se sentía dueña, su mirada se topó con un gran retrato en uno de los salones. Era Lavender, sola, en una postura noble y serena. Junto a él, otro retrato mostraba a Lavender y Maxon juntos, como los actuales Duques de Lehman.

La expresión de Violett, que hasta ese momento había sido de alegría victoriosa, se tornó oscura y amarga. La envidia ardía en su pecho, nublando su razonamiento. Su voz cortó el silencio al llamar con brusquedad a una doncella.

—¡Tú, ven aquí! —ordenó.

Una joven doncella llegó rápidamente, inclinando la cabeza con respeto.

—¿Qué se le ofrece, señorita? —preguntó con voz temblorosa.

—Quiero que bajen esos retratos —dijo Violett, señalando los cuadros con desprecio—. Y que los quemen.

La doncella se quedó paralizada, incrédula ante la orden. Sabía bien que aquello no estaba en sus manos.

—Lo siento, señorita, pero... solo el Duque puede dar esa orden —dijo, intentando mantener la compostura, aunque sus manos temblaban ligeramente.

Violett, cegada por su rabia y acostumbrada a ser obedecida sin cuestionamientos, no pudo contenerse. Con un movimiento rápido, abofeteó a la doncella y la agarró del cabello, tirando de ella con fuerza mientras le gritaba:

—¡Tú no eres nadie para cuestionar mis órdenes! Haré que te despidan y que no encuentres trabajo en ningún lugar más. ¡Maldita insolente!

El alboroto atrajo la atención de otros empleados que se acercaron al salón, atónitos ante la escena que se desarrollaba ante sus ojos. El mayordomo, horrorizado por lo que veía, intervino rápidamente. Entre él y otros empleados lograron apartar a Violett de la pobre doncella, que sollozaba mientras intentaba recomponerse.

El mayordomo, con una mezcla de prudencia y preocupación, se dirigió a Violett con una leve reverencia.

—Señorita Wagner —dijo con tono controlado—, me disculpo por el malentendido. ¿Podría decirme cuál es su deseo?

Violett, aún alterada, le lanzó una mirada furiosa antes de calmarse lo suficiente para hablar.

—Quiero que esos retratos sean retirados. No tiene sentido que sigan aquí. Y la razón de mi reacción —dijo con voz altiva— fue porque esa sirvienta tuvo el descaro de desobedecerme.

El mayordomo, a pesar de su propia indignación por el comportamiento infantil y caprichoso de Violett, sabía que debía guardar sus opiniones. Recordó la orden del Duque de tratarla con respeto, por lo que optó por resolver la situación lo más rápido posible.

—Entiendo, señorita. Me aseguraré de que los retratos sean retirados —dijo, inclinando la cabeza ligeramente.

Violett sonrió satisfecha, creyendo que había triunfado. Mientras se retiraba del salón, el mayordomo dio instrucciones para que los retratos fueran bajados, pero en lugar de cumplir completamente con la orden de Violett, decidió guardarlos en un lugar seguro. No tenía intención de destruir los cuadros sin antes consultar al Duque.

Lavender llegó al Condado de Tarth de manera imprevista. Los pocos empleados que trabajaban allí se sorprendieron al verla aparecer sin previo aviso. Aunque ella era la dueña y señora del lugar, no solía frecuentar la mansión, ya que su vida estaba dedicada al Ducado de Lehman. Sin embargo, ahora ese condado era su único hogar.

El carruaje se detuvo frente a la mansión y, cuando Lavender descendió, los sirvientes se miraron entre ellos con preocupación. No estaban acostumbrados a verla en ese estado: su cabello estaba desaliñado, su vestido arrugado, y sus ojos, normalmente brillantes y llenos de dignidad, ahora reflejaban un cansancio profundo. Algo terrible había sucedido, y aunque los empleados lo desconocían, podían asumirlo con sólo verla.

El mayordomo, un hombre mayor y fiel, fue el primero en acercarse. Con una inclinación respetuosa, preguntó con suavidad:

— Mi Señora, ¿ha ocurrido algo? ¿Podemos ayudarla en algo?

Lavender lo miró durante un instante, sus ojos parecían vacíos, perdidos en un mar de pensamientos que no compartía con nadie. Tras unos segundos de silencio, finalmente habló, su voz era baja, desanimada:

—A partir de ahora, viviré aquí definitivamente. No me iré más, así que preparen todo para ello. Ahora quiero descansar...

El mayordomo, aunque confundido, asintió de inmediato. Las palabras de Lavender, tan simples y carentes de explicaciones, llenaron de dudas y suposiciones a los empleados. ¿Qué había sucedido en el Ducado? Nadie sabía con certeza, pero el hecho de que la Duquesa de Lehman regresara sola y en ese estado solo podía significar que algo grave había ocurrido.

Lavender subió las escaleras hacia el segundo piso, moviéndose casi como un espectro en la vasta mansión. Cada paso que daba resonaba en el silencio del lugar, intensificando la soledad que la envolvía. Al llegar a la habitación principal, abrió la puerta y entró, sintiendo cómo el peso del mundo caía sobre sus hombros.

Se acercó a la gran ventana que dominaba la estancia y, al asomarse, vio cómo el carruaje del Ducado se alejaba por el largo camino que conducía a la mansión. Su corazón, aún herido, se encogió de dolor. Había sido su hogar durante tanto tiempo, pero ahora, el Ducado de Lehman era un lugar del que no quería saber nada.

Las lágrimas que había contenido durante todo el trayecto comenzaron a acumularse en sus ojos, pero no las dejó caer. Sabía que si empezaba a llorar, tal vez no podría detenerse. Se apartó de la ventana, cerrando los ojos con fuerza, intentando controlar el torbellino de emociones que la atravesaba. Todo lo que quería en ese momento era olvidar, escapar de la realidad y sumergirse en un sueño que le permitiera huir, aunque fuera por unas pocas horas.

Con un suspiro profundo, Lavender se dejó caer sobre la cama, sin siquiera molestarse en quitarse los zapatos o cambiarse de ropa. Estaba agotada, en todos los sentidos. El dolor que sentía por la ruptura con Maxon, por la traición de Violett, por todo lo que había perdido, la consumía. Pero en ese momento, la única solución que encontró fue rendirse al cansancio.

Se acurrucó en la amplia cama, abrazándose a sí misma como si así pudiera proteger lo que quedaba de su frágil corazón. Afuera, la mansión permanecía en silencio, como si respetara el duelo silencioso de su dueña. El carruaje se desvanecía en la distancia, al igual que la vida que una vez había conocido.

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Elisabeth
Méndigo cucaracho! Su esposa trabajando por el bien de todos y él de muy arrastrado por la rata esa sólo por ego. Y lo peor intentar despretigiarla sin importarle su dolor. Una porquería de persona
Silvana Beatriz Velazquez
Excelente
Elisabeth
Que maravillosa lectura! Da placer leerla, escritura limpia y muy entretenida
Marian✨
Excelente
Sandra Garnica
Que bueno que ese bb los esta uniendo a todos como familia🥰🥰
Sandra Garnica
🤣🤣 Que buena paliza que le dieron a Felix🤣 y sobretodo su Ego herido 🤣, pero no se ha dicho nada de que Lavender se este cuidando y creo que pronto van haber príncipes o princesas corriendo por ahí 👶👶👶
Sandra Garnica
Que bueno que Scarlett pidió disculpas de forma sincera y que Lavender no es tan rencorosa y le dio una oportunidad y que le ayude a la princesa sabiendo que Scarlett le puede ser de gran ayuda
Sandra Garnica
Silver aprovecho en comérsela enterita cuantas veces pudo ya que el tiempo no fue suficiente 😈🤣🤣, pero cuando vuelva eso se solucionara😈😈😅, y parece que Maxon tiene una "pequeña herramienta" qué ni siquiera sabe utilizarla bien😅😅
Blanca Muñoz
Excelente
Blanca Muñoz
Bueno
Emahëe Franco
hoy empecé a leer esta novela,y la verdad no me gustan que sean tan "largas",pero estoy totalmente atrapada y mis emociones están a mil ...!! felicitaciones por tu trabajo 👏
Sandra Lopez
se ganó dos amigas y un marido como se lo merecía,es feliz
Sandra Garnica
Menos mal que Scarlett tuvo más cerebro que obsesión y dijo la verdad🤨 porque tarde o temprano se iba a saber y podría ser peor para ella, y ahora todos verán lo loca qué está Violett😤
Sandra Lopez
me encanta 💖
Ana Ponce
Excelente
Sandra Garnica
Esta loca 😱😱😱😱 atentar contra su propio bb😱, ojala Maxon la pueda detener y la encierre para que pueda terminar el embarazo y la encarcele por loca😤
Anonymus
Excelente
Sandra Garnica
Maldito de Felix😡 quiere que abusen de su hermana y creo que quiere que lo haga Silver o el mismo😡😡😡 enfermo degenerado 😡😡😡
Jose Vengoechea
el bebé no tiene la culpa lo que fue un error desde el principio fue tú deslealtad y tú traición bastardo
Sandra Garnica
😅🤣🤣 La Baronesa fue por lana y salio trasquilada 🤣🤣🤣 la muyyy ilusa penso que Lavender seguiría siendo esa mujer sumisa que por su "amistad" no se defendia de sus insultos😤 pero ahora si van a conocer a la verdadera Lavender💪💪💪
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