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"Infancia Robada, Poder Sellado"

"Infancia Robada, Poder Sellado"

Status: En proceso
Genre:Venganza / Familias enemistadas / Secretos de la alta sociedad / Mundo mágico
Popularitas:3.8k
Nilai: 5
nombre de autor: Vic82728

En las tierras frías del Reino de Belfast, un niño fue arrancado de los brazos del amor y lanzado al abismo del desprecio. Victor, de apenas ocho años, sobrevive bajo el techo de sus propios enemigos, el Rey y la Reina que arrasaron su pasado. Lo llaman débil, lo humillan, lo marcan con su odio… sin imaginar lo que realmente duerme en su interior.

Esta no es la historia de un héroe elegido. Es la travesía de un alma quebrada que se arrastra por los escombros del trauma, el dolor y la soledad. Cada mirada de desprecio, cada palabra cruel, cada herida invisible es una chispa que alimenta una tormenta silente. Y cuando el momento llegue… ni el trono ni la sangre real podrán detener lo que ha nacido del silencio.

Un cuento oscuro donde no hay luz sin sombras, ni infancia sin cicatrices. Un viaje que transforma al niño temeroso en la incógnita más temida por todos.

NovelToon tiene autorización de Vic82728 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 20 – Un paso fuera del refugio

Los primeros rayos del alba atravesaban las ramas del gran árbol, tiñendo la niebla matutina con un resplandor dorado. El viento era suave, pero cargado de un leve aroma a despedida.

Víctor, vestido con su nueva armadura hecha de cuero de Wyvern Negro, se acercaba lentamente a la gran puerta mágica que separaba el bosque encantado de Seirei no Tami del mundo exterior. A su espalda, el pueblo entero lo observaba en silencio. Incluso los niños, habitualmente alborotados, mantenían la compostura como si entendieran el peso de aquel momento.

—Oye —dijo de pronto Víctor, girando hacia el enano que caminaba junto a él—, ¿cómo se usa este anillo?

El enano, de barba trenzada y mirada firme, soltó una risita orgullosa.

—Simple, chico. Solo tócalo una vez con intención… y listo. Lo demás, déjaselo a la magia.

Víctor asintió. Detuvo el paso, llevó la mano al anillo sin nombre y, con un leve toque, activó su poder.

Una ráfaga de viento envolvió su cuerpo por un segundo. Su cabello negro se volvió gris, asimétrico, más largo a un lado, cubriendo parcialmente su rostro. Su expresión cambió, volviéndose más afilada, más madura, y sus ojos —antes marrón oscuro— brillaron con una tonalidad que iba del caramelo profundo al carmesí intenso.

No solo había cambiado su apariencia. Había adoptado un nuevo rostro para enfrentar un mundo cruel, con la única promesa de regresar algún día… más fuerte.

Dryas se acercó, con los brazos cruzados sobre su túnica de hojas y ramas vivas. Observó al joven con una mezcla de preocupación y orgullo.

—¿Y a dónde irás ahora, muchacho?

Víctor miró hacia el horizonte. El viento levantaba levemente los extremos de su abrigo largo.

—Voy a visitar unos cuantos reinos que estén cerca del Reino de Belfast. Pero primero… comenzaré como aventurero en uno de esos reinos. Necesito tiempo. Necesito un plan. Y aliados. No puedo destruir un reino solo.

Hizo una pausa, su voz firme.

—Pero volveré. No lo duden.

Dryas le sonrió, sereno, pero sus ojos mostraban la sombra de la incertidumbre.

—Entonces que los espíritus te acompañen, Víctor. No por venganza… sino por justicia.

Víctor no respondió. Solo asintió, giró sobre sus pasos y cruzó la barrera mágica. El bosque lo dejó pasar con un suspiro, como si reconociera su nueva determinación.

Y así, con trece años, un rostro oculto por la magia y una promesa ardiente en el pecho, el niño marcado por el dolor comenzó su viaje para convertirse en la pesadilla del Reino de Belfast.

Capítulo 20 – Un paso fuera del refugio (Parte 2)

El aire más allá de la barrera mágica era distinto. Más pesado. Más real. Víctor dio su primer paso fuera de Seiri no maeii y por un instante sintió que todo el peso de su pasado caía de golpe sobre su espalda… pero no se detuvo.

A medida que avanzaba, los sonidos del bosque parecían amortiguarse detrás de él. No más voces cálidas. No más protección. Solo él y el camino.

Recordaba perfectamente lo que Dryas le dijo antes de irse:

—Esa armadura es única. El cuero de Wyvern Negro es inmune al fuego y resistente a casi toda arma humana. El mithril que la recubre puede canalizar tu energía sin desperdiciar una sola gota… Pero lo más importante, Víctor, no es lo que llevas puesto… sino lo que llevas dentro.

La voz del espíritu se desvanecía en su memoria, pero las palabras quedaban clavadas como acero.

Caminó durante horas, cruzando bosques, riachuelos y ruinas olvidadas, hasta que llegó a la cima de una colina. Desde allí, vio lo que parecía ser una ciudad en la distancia. Las murallas eran altas, de piedra gris, con banderas ondeando al viento. No era Belfast. Aún no. Esta ciudad tenía un nombre que había leído en uno de los antiguos libros del pueblo: Eltnen, un reino mercante famoso por su Gremio de Aventureros.

El lugar perfecto para empezar.

Mientras descendía por la colina, un grupo de viajeros lo observó con cautela. Era alto para su edad, con una presencia que imponía respeto sin decir una palabra. Su cabello gris asimétrico, su abrigo largo, su espada al cinto… y esos ojos rojos que no parecían de este mundo. Nadie lo reconocía. Y eso le venía bien.

Cuando llegó a las puertas de la ciudad, un guardia lo detuvo.

—Nombre y propósito —dijo el soldado, aburrido pero atento.

Víctor respiró hondo. Tenía que elegir sus palabras con cuidado.

—Me llamo Ash. Vengo a registrarme como aventurero.

El guardia lo observó de arriba abajo, frunció el ceño y se encogió de hombros.

—Pasa. El gremio está hacia el centro de la ciudad. Sigue el camino principal, no te pierdas.

Víctor asintió sin decir más.

Había entrado en el mundo. Un nuevo nombre, una nueva apariencia, un objetivo ardiente en el pecho… y la determinación de un niño que había sobrevivido al infierno.

Desde ahora, Ash sería su identidad. El rostro del niño desaparecido quedaba atrás.

Y así comenzó el siguiente capítulo de su venganza.

Capítulo 20 – Un paso fuera del refugio (Parte 3)

Víctor caminaba con paso firme, pero su mente estaba en constante vigilancia. Cada paso que daba lo alejaba de la calidez del único hogar que había conocido en años… y lo acercaba al mundo que alguna vez le arrebató todo.

Mientras avanzaba por el sendero hacia Eltnen, el anillo seguía brillando ligeramente. Su cabello seguía siendo gris asimétrico, su rostro más afilado de lo que recordaba, y sus ojos carmesí parecían devorar el paisaje.

—"Así que este soy yo ahora…" —pensó, tocando ligeramente su nueva espada de mithril. No sabía del todo cómo usar ese poder, pero algo dentro de él lo guiaba. Algo... antiguo.

El atardecer comenzaba a teñir el cielo de colores rojizos cuando finalmente llegó a las afueras del reino de Eltnen. No era un lugar de nobles y castillos, sino una ciudad mercante bulliciosa, llena de comerciantes, herreros, aventureros y mercenarios de toda clase. El ambiente era denso, cargado de olores a metal, sudor, y especias extranjeras.

Víctor pasó desapercibido entre la multitud, y su apariencia exótica, lejos de causar sospechas, parecía más bien típica de un aventurero de tierras lejanas.

Frente a un enorme edificio con techo de tejas rojas y un cartel colgante que decía "Gremio de Aventureros de Eltnen", se detuvo. Observó cómo otros aventureros entraban riendo, algunos heridos, otros cargando trofeos de caza.

Respiró hondo.

—"Este será el primer paso…" —murmuró.

Empujó la pesada puerta y entró. Un murmullo llenó el ambiente: conversaciones cruzadas, risas, gritos de victoria y de frustración. El tablón de misiones estaba repleto de papeles, y una mujer de cabello rosa atado en coleta lo recibió con una ceja alzada.

—¿Nuevo?

Víctor asintió.

—Nombre.

Pensó por un segundo. Luego respondió con voz firme:

—Ash.

La recepcionista anotó el nombre sin dudar.

—Edad.

Víctor dudó un segundo. Sabía que no le creerían si decía trece.

—Diecisiete.

Ella lo miró de arriba abajo, luego volvió a escribir.

—Hm. Podrías pasar por uno de diecisiete, con ese tamaño… Bien, Ash. Este es tu pase provisional. Tendrás que completar al menos tres misiones de rango D para obtener tu registro formal.

Le entregó una pequeña placa de bronce con su nombre tallado y un símbolo mágico grabado.

—Bienvenido al Gremio de Aventureros de Eltnen.

Víctor sostuvo la placa en su mano con una sonrisa apenas perceptible. No era mucho, pero para él, era libertad.

Y venganza… estaba un paso más cerca.

1
Rubi Cuerbo
mui bien
Vic
No se preocupen ya subí el capítulo 36 y 37 mañana a la 7am se sube el capítulo 38
Rubi Cuerbo
quiero ver más capitulos
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