El Temible Alfa Y Su Mate

Lina

Respire profundo cuando Mateo me indicó que la ceremonia iba a comenzar, camine tomada de la mano con él hacia el centro de la manada justo donde estaban todos sus habitantes aún no había tenido la oportunidad de conocerlos a todos porque por alguna razón Mateo había decidido que todo fuera muy apresurado.

— Muy buenas noches a todos los presentes, hoy los he convocado aquí más allá que para una ceremonia es para que todos conozcan a quien ahora es y será mi luna por el resto de mis días— tengo que admitir que mis ojos se cristalizaron un poco no por los nervios sino porque me sentía diferente al escuchar las palabras que Mateo decía dirigídas a mí, porque sabía eran completamente ciertas— hoy quiero pedirle a mi manada acepten y aprueben a quien ahora será al igual que yo su líder, tal vez Lina no tenga para proporcionarles la fuerza que puedo

ofrecerle yo, pero he de recordarles a todos que esta manada necesita el amor, el cariño y sobre todo la comprensión que solo una luna verdadera puede darles y la luna no solamente me otorgó a mí una compañera sino que le otorgó a todos ustedes una luna en la que ustedes puedan confiar amar y sobre todo respetar.

Cuando hizo silencio supe que era mi momento de decir algo.

— No sé si estén listos para aceptarme como luna pero quiero que sepan que independientemente de cuál sea la decisión de todos ustedes el día de hoy,

voy a esforzarme cada día para que vean que haré todo para protegerlos a ustedes.

Y como por arte de magia el primero se inclinó haciendo que mi corazón se acelerara poco a poco los vi cayendo uno a uno para luego convertirse en lobos y comenzar a aullarle a la luna.

No podía creer que esto estaba sucediendo, no podía creer que a la primera estába siendo amada , respetada y sobre todo tan fuerte ya que me estaban aceptando a mí a una humana como yo.

Si de algo estaba segura es que mi palabra no iba a caer en balde. haría justo lo que les prometí dedicarme día a día a mostrarles que soy digna para ser todo, no solamente la Luna del el alfa sino también la luna de todos ellos. aquella que tenga voz por ellos y que hable por y para ellos.

Mire Mateo y este tenía una enorme sonrisa en su rostro sabía lo importante que era para él que su manada me aceptara y creo que su manada sabía lo importante que era yo para él.

Me lancé a los brazos de Mateo feliz por el resultado de hoy aunque sabía que esto no había culminado era un paso muy importante que estaba feliz de que hubiese sucedido.

Mira hacia atrás y pude ver a muchos alfas y por alguna razón percibir un pequeño olor que se me hacía muy conocido.

Todos los que aún eran humanos es porque no eran parte de la manada por lo tanto ellos no tendrían que transformarse ni que arrodillarse frente a mí.

Mi padre me miraba con un enorme sonrisa en su rostro por primera vez vi esa sonrisa de orgullo dirigida hacia mí sabía lo decepcionado que estaba mi padre por lo que era o más bien por lo que no pude ser es decir una loba.

Mire más allá y pude ver a mi hermano sonreírme enormemente y mucho más allá de él estaban cuatro alfas murmurando entre sí pude notar que eran alfas ya que su postura lo decía todo.

Quería creer que eran aquellos cuatro que habían estado esta tarde tratando de convencer a Mateo que no me hiciera su luna, Los cuatro parecían sorprendidos de que los integrantes de la manada me hubiesen aceptado a la primera.

Cuando Los lobos dejaron de aullar una mujer se acercó a mí con un collar.

— Hoy Luna te damos a ti este collar que representa la unión entre tú y la manada — un enorme nudo se formó en mi garganta de la emoción, asentí antes de abrazar aquella mujer.

— Prometo ser la mejor version de mi para ustedes, prometo defenderlos y ser la voz que ustedes no pueden expresar.

— Y nosotros prometemos protegerte y

obedecerte como nuestra líder.

Mateo me miró parecía impresionado y yo no pude evitar sentirme feliz, sentí estar logrando lo que jamás pensé poder lograr que un grupo de lobos me respetaran, esperaba ahora ganarme su amor.

Prometo ser mi mejor versión solamente para ellos para que puedan estar orgullosos de tenerme como luna, prometo pensar por cada uno de ellos y ver por ellos para su bienestar.

Una vez que me colocaron el collar la señora se retiró y se unió a la manada.

— Lobos y lobas— la voz imponente de mi alpha resonó — Hoy les presento a mi luna, su luna.