Cira, es la hija de la ex reina de los demonios de fuego y del rey de Belgeun, un reino de la comunidad mágica de Hurmaya. Su madre murió hace años y acaba de morir su padre. Su hermano mayor, ha sido coronado como rey y la ha condenado a vivir sin amor.
Dos hombres se han enamorado de ella, y harán hasta lo imposible para que pueda ser libre de amar.
¿Podrá Cira disfrutar de un amor verdadero con plena libertad?
HISTORIA PRECUELA DE LA COLECCIÓN HURMAYA (Cuarta historia corta)
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5. Mirada serena
Una vez cumplido con los honores reales, la comitiva real fue enviada al salón del trono, para iniciar las conversaciones de los tratados comerciales; lo que inicialmente solo significaba los saludos protocolares y la entrega de aposentos para que se instalen en el lugar, mientras se llevaran los acuerdos.
- "Con el respeto que corresponde, solicito permiso para entregarle un obsequio muy especial a la reina, si el magnánimo rey de Pallango lo permite con toda su gloria", expresó Cira con una gran reverencia.
- "Me da curiosidad, el regalo que ha traído, Su Alteza, para pedirlo de esa manera", manifestó el rey Gizhi con curiosidad.
- "Sé que si se quiere traer a alguien a la corte, se debe obtener un permiso de Su Majestad. Y sé que la reina quería mucho a alguien en Susumira, Señora Yu, pase por favor", dijo la princesa Cira.
La reina Viena se puso de pie, no podía creer que su única confidente y amiga estuviera en ese reino, puesto que Yu era una esclava en Susumira y su padre nunca le dio la libertad; quería bajar corriendo a abrazarla, quería contarle todo lo que estaba sintiendo, quería sacar de su corazón todo el dolor de saberse prisionera del hombre que ahora lleva el título de su esposo; pero tenía miedo de que su actitud fuera perjudicial, sabía que debía moverse con cuidado en un reino como Pallango; y aunque se aferraba a la vida, por dentro se sentía asfixiar, si pudiera huir lo haría, pero sabe que no tiene donde ir, ni donde esconderse.
- "Vaya mi reina", dijo el rey de Pallango, en un gesto que iluminó el rostro de su esposa por primera vez, desde que había llegado a Pallango; una amabilidad que no creía que tendría.
La reina Viena corrió hacia Yu, fundiéndose en un abrazo emotivo y reconfortante.
- "¿Cómo pudo mi padre aceptar que vinieses?", consultó Viena.
- "La princesa Cira, compró mi libertad, Su Majestad", respondió Yu.
- "Gracias, muchas gracias", dijo la reina mirando a Cira, sin saber aún que llegarían a cultivar una hermosa amistad. "Pero si ahora eres libre, no tienes que servirme, será mejor que disfrutes tu libertad", agregó Viena.
- "Es que ahora soy libre, y siendo libre quiero estar con usted, Su Majestad", comentó Yu; tal vez los demás no la conocían, pero ella podia ver perfectamente la tristeza en los ojos de Viena.
- "Mi reina, ella puede quedarse si desea, te hará sentir más cómoda y la corona se encargará de pagar sus servicios", expresó el rey de Pallango; la reina hizo una reverencia en agradecimiento. El rey notó que su esposa era mucho más hermosa cuando sonreía, tal vez su primo tenía razón, debía ser un poco más condescendiente; su esposa era joven y hermosa, quería muchas cosas de ella, pero pareciera siempre poner una barrera, que ninguna de las joyas que les dio podía retirar, pero ahí, en medio del salon abrazada a la señora Yu, por primera vez la sintió mirarlo con cierto aprecio.
Lord Sinloe miró con detenimiento, cada gesto de la princesa Cira, la acción que había hecho no era cualquier cosa; pero sin lugar a dudas, podía reconocer una acción astuta más que noble, el favor de una reina recién casada, cuyo rey quiere tener en gracia, podría significar puntos valiosos en una negociación, la hermosa joven de ojos verdes, se volvía inteligente ante sus ojos y se sentía maravillado por eso.
Cuando Lord Sinloe se enteró de que el rey de Belgeun iba a venir a Pallango también estudió sus costumbres y tuvo información de lo inteligente, pero fría que era la hermana de aquel monarca; sin embargo, había algo en esa mujer de ojos verdes, que sin lugar a dudas lo hacía mirarla con detenimiento, sacudió su cabeza cuando notó que ella se percató de su mirada fija.
Los reyes de Belgeun y Pallango hablaron un momento más y acordaron que después del banquete iniciarían las negociaciones, después de lo cual fueron mostrados los aposentos donde pasarían dos días los importantes invitados.
Después de instalarse, Cira abrió las ventanas de par en par; analizaba con cuidado la energía de ese reino, algo muy extraño se sentía en ese lugar; aunque aún no entendía que era lo que provocaba aquello, había rastros de la misma energía que había cubierto a su madre antes de morir.
Luego se dirige a un grupo de caballeros, que estaba haciendo algunos ejercicios con las armas; resaltaba sin lugar a dudas Lord Sinloe, era más alto que el resto y tenía esa expresión serena de quien no parece dejarse llevar por sus emociones.
De pronto, las miradas de ambos se encuentran y es inevitable que se queden fijas en el otro; a ella nunca le había llamado la atención un hombre hasta ahora; y a él ninguna mujer le había parecido tan enigmática como ella, están prontos a descubrir lo que el destino tenia preparado para ellos.
Me gustaría saber el orden completo de.las sagas completas
Tambien si nos es mucha.molestia saber si abrá mas cap de la colección de hurmaya todos los reinos