Ahora Soy Una Maga Sanadora

Cuando Susan miraba por su ventana, le avisaron que su comida estaba lista y que había sido servida en el comedor principal.

Susan: no es necesario…

- Lady Susan ya está todo listo…

Susan: muchas gracias, voy de inmediato.

Cuando Susan entro al comedor, el conde la estaba esperando. Había una mesa dispuesta con diferentes preparaciones de pescado.

Conde: ¿Cómo está mi lady?

Susan: Buenas tardes conde…

Conde: por favor, tome asiento… muchas gracias por venir

Susan: vine a la Gran Isla, porque…

Conde: lo sé… sé que no es por mi

Susan: asi es…

Ambos comenzaron a cenar en silencio… pero, el conde no dejaba de mirarla…

Conde: es usted realmente preciosa mi lady…

Susan: mañana me voy, aprovecharé de atender sus piernas…

Conde: no es necesario… no quiero importunarla…

Susan: no es molestia…

Conde: muchas gracias…

Cuando terminaron de cenar, pasaron a la oficina del conde…

Conde: después de la atención médica, me acompañaría a dar un paseo

Susan: ya está anocheciendo…

Conde: Prometo no quitarle mucho tiempo.

Susan: mmmm

Conde: Por favor…

Susan: bien…

Susan sintió un nervio repentino al ver el rostro del conde alegre y sonriente.

Cuando Susan terminó de usar su magia, el conde se sentó de inmediato…

Conde: muchas gracias, cada vez me siento mejor, usted me ha cambiado la vida.

Susan: no tiene nada que agradecer, ayudo a todos quienes lo necesiten.

Conde: me acompaña ahora a dar un paseo…

Susan: bien, pero, no mucho tiempo, ya está de noche…

Conde: claro… como usted diga

El conde y Susan salieron de la mansión y un carruaje los esperaba…

Susan: ¿A dónde vamos?

Conde: a la playa

Susan: ¿a esta hora?

Conde: hay una hermosa luna llena

Cuando el carruaje se detuvo, Susan pudo ver varios cristales de luz y una pequeña tienda, con un sofá pequeño y una mesa con bocadillos.

Susan: ¿Qué es esto?

Conde: Un lugar para que podemos ver el mar…

Susan: es muy lindo

Conde: me alegra que le haya gustado

Susan camino hacia la tienda y se dio cuenta que, todo lo que estaba servido era de su agrado e incluso sus cosas favoritas…

La conversación entre ambos fue fluida, acerca de los cambios que se pueden hacer en la Gran Isla, de la salud, de los recuerdos de la familia.

El tiempo para ambos trascurrió veloz y ligero, pero ya era cerca de la medianoche… aunque ninguno lo había notado.

Conde: mañana iremos a conocer esa zona y verá que la roca tiene forma de gato.

Susan: jajaja eso lo puedo entender, pero de gato furioso jajaja

Conde: con usted, ni siquiera los gatos se enojan, jajaja

Susan: creo que deberíamos volver a la mansión…

Conde: por supuesto, como usted diga.

Durante el regreso a la mansión, Susan se quedo dormida en el hombro del conde…

[¡dioses! Como es posible que una persona sea tan hermosa y amable… es perfecta, realmente perfecta]

Cuando el carruaje se detuvo en la mansión… el conde cargo en sus brazos a Susan, quien por el frío se aferro a su pecho… él a pesar de que sus piernas estaban con alguna molestia, camino con ella hasta llevarla a su habitación… la recostó suavemente en su cama y la cubrió con una manta…

[solo le quitaré los zapatos… ¡dioses! Estoy temblando]

El conde volvió a su habitación y su corazón martillaba en su pecho.

Al día siguiente, Susan despertó y miró a su alrededor…

[es cierto… estoy en la mansión… pero… ¿Cómo llegue aquí? Mmmm recuerdo que estábamos en la playa y después en el carruaje… y… mmmm no me acuerdo… ¿Por qué no me puse pijama?]

Aun confundida Susan bajo al comedor, donde la esperaba el conde acompañado de su asistente.

Conde: Buenos días mi lady

Jay: buenos días Lady Susan

Susan: buenos días…

- Mi lady aquí esta su desayuno…

Susan: muchas gracias… pero, antes iré a la habitación a atender a la señora Marta.

Conde: por favor, coma algo antes…

Jay: por favor, mi lady que la verdad todo huele delicioso y no hemos comido… ¿Qué?

Susan: ¿no han desayunado?

Conde: eh…

Jay: la estábamos esperando

Mas tarde, la señora Marta de la cocina, se encontraba casi recuperada.

Conde: Mi lady está todo listo, para que vayamos…

Susan: ¿Qué? ¿A dónde?

Conde: le mostrare la zona que tiene la piedra con forma de gato furioso.

Susan: jajaja está bien, vamos…

Al salir Susan notó que irían en caballo…

Conde: ¿le molesta si vamos en caballos?

Susan: no, pero… ¿quizás le puedan doler sus piernas?

Conde: no, solo me duelen cuando hago mas fuerza o corro… estaré bien, además conozco a la mejor maga de sanación de todo el reino…

Susan le sonrío y comenzaron a avanzar por casi dos horas, conversando y riendo… hasta llegar a una planicie, en la cual entre dos arboles había una gran piedra con forma de animal.

Conde: este es el lugar y esa es la piedra…

Susan: si parece un animal, pero aun no sé, como puede saber que está furioso jajaja

El conde y Susan hablaron acerca de eso, y de otras cosas… durante bastante tiempo…

Conde: le parece si vamos a almorzar al puerto del este, estamos cerca…

Susan: ¿puerto del este?

Conde: es el segundo puerto de la Gran Isla, es mas pequeño que el otro, pero tiene varias cosas de otros lugares.

Susan: no sabia que había otro puerto…

Cuando iban llegando al puerto del este, se les acercaron tres pequeñas niñas a vender flores.

- Señor, una flor para su esposa

- Su esposa es muy hermosa, lleve esta flor rosa como su vestido

- Una flor no es suficiente…

Susan se sonrojó y el conde compro todas flores que tenían las niñas, por casi el doble de su valor…

Susan: muchas gracias… pero, no las puedo llevar…

Conde: las dejaremos en las alforjas…

Continuaron conociendo el puerto del este, y llegaron a un pequeño restaurant…

- Buenas tardes, ¿Qué le ofrezco señor?

Conde: ¿Qué quiere usted?

Susan: mmmm pescado por favor

Conde: para mí lo mismo

- Muy bien, permiso señor, señora…

Cada vez que los confundieron con ser una pareja, el conde sonreía orgulloso, hasta que alguien lo reconoció.

- Disculpe conde, no lo habíamos reconocido antes.

Conde: no hay problema…

- Quizás el conde nos pueda ayudar…

Susan: ¿todo está bien?

- Señora, es que… hemos recibido amenazas de una familia de nobles

- Es una familia que ahora ya no tiene dinero…

- Los Varsovie

Susan miro de inmediato al conde…

Conde: permítannos terminar el almuerzo… ¿podríamos escucharlos antes de irnos?

Susan: por supuesto, no hay problema…

Conde: bien, si mi lady no tiene problemas, los escucharemos después.

Los hombres asintieron y se alejaron de la mesa…

Susan: ¿Qué paso con su amiga lady Varsovie?

Conde: ella no es mi amiga, creó un problema para que usted me odiara, lo que hizo que usted se fuese de mi lado… por eso, hundí a toda su familia y ahora son simple plebeyos… pero, eso no les da el derecho de aprovecharse de estas personas trabajadoras…

Susan: ¿usted hizo todo eso?

Conde: por usted yo iría a la guerra con todo el reino mi lady…

Susan: no diga eso, lo pueden acusar de traición…

Conde: no se preocupe por mi…

Finalizado el almuerzo, Susan y el conde escucharon los problemas de los trabajadores del puerto del este y se comprometieron a ayudar…

- Muchas gracias condesa…

Susan iba a negarlo, pero el conde respondió antes…

Conde: Volveremos en unos días, para ver como el problema…

El conde y Susan volvieron por la tarde a la mansión, con muchas ideas para mejorar ese lugar…

Conde: muchas gracias por apoyarme el día de hoy

Susan: por supuesto… me quedare en la Gran Isla, hasta que esas personas se encuentren bien…

El conde sonrío feliz… hace mucho tiempo que no se sentía tan bien…