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Como Un Conejo Asustado

Como Un Conejo Asustado

Status: En proceso
Genre:Yaoi / Posesivo / Mafia / Omegaverse / Dominación
Popularitas:31k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Leidy Rojas

⚠️ Contiene suicidio, depresión, transtorno de estrés postraumático, dependencia emocional, violencia, abuso, rasgos de psicopatía, sadismo, contenido +18 (censurado) y una relación poliamorosa.

John, un omega que se ha cansado de vivir. Decide que ya no hay sentido alguno, se sumerge en el lago pinos susurrantes y allí deja escapar su vida. Tercer intento fallido, pero ahora todo es diferente. Al parecer en ese mundo nadie conoce a los omegas y la persona que más le hizo daño, ha muerto. John descubre en este mundo la delicadeza que las personas pueden tener pero que él nunca conoció en su antiguo mundo, el doctor Jeison. El Dr se muestra amable, atento y cuidadoso de una manera que John no ha experimentado. Lleno de cicatrices tanto en su cuerpo como en su corazón, ignora el hecho de que quien acaricia su nariz es un lobo disfrazado de oveja.

NovelToon tiene autorización de Leidy Rojas para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Porque es un conejo asustado

John

El desayuno llegó y el Dr. aún no salía del baño. Stiv se había llevado a los lobos cuando salió de la habitación. Mi estómago sonó como si estuviera vivo. En efecto lo estaba y gritaba de hambre al ver los huevos revueltos, el caldo de pollo y arroz revuelto con salchicha. Al Dr. le gustaba comer arroz al desayuno; mantendré este dato en mi memoria. Estiré mi mano para tomar la cuchara del caldo, pero como una epifanía, me pregunté “¿si como sin él, se enfadará?, ¿cómo me castigará?” No, tenía que controlarme. Escondí mis manos entre mis piernas y cerré mis ojos esperando no ser invadido por la necesidad de comida. Estaba acostumbrado a aguantar; podría hacerlo.

–Si mi cachorro tiene hambre, ¿por qué no ha comido? –

El Dr. había salido del baño sin que yo lo notara y, avergonzado, sentí que mi rostro se calentaba. Su cuerpo era musculoso y esculpido, con unos pectorales y abdominales bien definidos, resaltando sus músculos, mientras que su piel lucía impecable. En contraste, la mía estaba marcada por cicatrices y dolorosos recuerdos.

–Yo… te estaba esperando–

Jeison se dirigió al armario y sacó un pantalón de pijama. Era de día, era sábado y no tendría trabajo, seguramente a él le gustaba estar en casa con pijama.

– Muy bien– dijo sentándose al otro lado del desayuno.

–Te daré de comer a ti primero, tus muñecas aún están lastimadas– Pasó su dedo por mi nariz, me avergoncé, pero tampoco quería negarme. Sentía la necesidad de disfrutar cada caricia y buen trato que me daba.

El Dr. me ofreció una cucharada de caldo y la comí.

–¿Te gusta el arroz para el desayuno? – El Dr. me dio otra cuchara.

–El arroz es mi comida favorita, es por eso que lo quiero comer en todas las comidas del día– Otro dato que almacenaría.

–Sí, es bastante delicioso– agregué.

–¿Cuál es tu comida favorita, cachorro? – Preguntó y sin pensarlo demasiado respondí.

–Es este caldo de pollo, es lo más sabroso que he probado en mi vida– La sensación de tener algo bueno me hizo sonreír.

La comida de su niñez y adolescencia era simple y sin sabor, además de que no podía comer carne, ya que perjudicaba a las feromonas omegas y su celo. O al menos eso decía mi padre. Y, cuando pude escapar, en los buenos días, comía dos veces al día y, en los malos, ninguna vez. Mi corazón se contrajo por el dolor de los malos recuerdos, había olvidado la alegría de hace algunos segundos.

–Vamos, come otro poco para que mejores tu ánimo. De ahora en adelante le daré de comer lo mejor a este cachorro– 

El Dr. me dio otra cucharada y me acarició la cabeza después.

–Buen chico– dijo,  su voz era agradable.

Realmente era como una mascota. Sonreí bajando mi rostro. Esto era mejor, mucho mejor.

–Se te enfriará tu comida– le recordé al Dr.

–Está bien, igualmente no me gusta caliente. Vamos, come tú—

Cuando el caldo se había terminado, mi estómago estaba lleno. El Dr. me dijo que era suficiente por ahora, que me recostara, y eso hice. Los ojos se cerraban sin mi intención y el Dr., al notarlo, dijo.

–Está bien, puedes dormir ahora, necesitas descansar el doble para mejorar tu salud. –

Cerré mis ojos y, sin aviso, obedecí las órdenes del Dr.

Jeison

Su rostro era delgado, al igual que todo su cuerpo lastimado. No tenía intención de preguntar o consolar al pequeño cachorro, ahora yo lo cuidaría y él debía obedecerme. Ya era bastante sumiso y débil, no había razón para castigarlo. Era una mascota ejemplar, solo necesitaba ser cuidada. Me recordó a Milk, el pequeño conejo que había encontrado en mi infancia. Su pelaje era blanco con manchas marrones. Sus ojos eran tristes y apagados como los del nuevo pequeño cachorro.

Terminé de comer el desayuno y fui en busca de Esparta y Dom. Cuando salí al patio, escuché los ladridos en la jaula de Mad, mi león salvaje. Era albino y había sido abandonado por su manada. Por suerte, para él, había visto cómo lo dejaban antes que cualquier otro animal. Mad era rebelde e inquieto y si no estuviera en la jaula ya se hubiera comido a los perpetradores de su bullying.

– Esparta y Dom, a la casa – exigí. Ellos obedecieron y se fueron.

Mad daba vueltas en su lugar y cuando me acerqué a la jaula, él se restregó donde estaba mi mano y gruñó.

–Te han vuelto a molestar, ¿debería encerrarlos a ellos también? ¿Debería dejar que los comas? – Mad siguió restregándose y se dirigió a la puerta exigiendo comida.

–¿No ha venido Max a traerte tu desayuno? – pregunté y Mad respondió con un bufido.

Entré al almacén de comida, la granja que había hecho para mis mascotas. Alimenté las ovejas y las gallinas. Agarré tres conejos de sus orejas y cuando los introduje en la jaula de Mad, este atrapó a uno, mientras que los otros dos salieron corriendo para esconderse entre los árboles y la maleza que había allí. El territorio de Mad era grande, así que tenían posibilidades de vivir más tiempo si él no los cazaba primero. 

Vi cómo Mad despedazaba al conejo y se lo tragaba, el pelaje blanco de su boca y sus garras quedaron manchados por la sangre. Una vez que ya no quedaba nada qué comer, Mad fue en busca de su siguiente presa. Cuando Mad desapareció entre los árboles, llegó Max, el cuidador.

–¿En qué momento empieza tu trabajo? – pregunté.

–Ah… Sr… a las 8 am– respondió vencido. No me daría una excusa, no la necesitaba. Miré el reloj.

–Son las 8:15, si vuelves a llegar tarde, serás el desayuno de Mad – amenacé. Max asintió.

–Por supuesto, Sr. –

–Vendré más tarde– dije mientras salía.

Esparta y Dom me esperaban en la puerta. Sus colas se empezaron a mover cuando me vieron acercarme, pero no se levantarían hasta que se lo ordenara. Allí sentados, les acaricié.

–Esta semana no he tenido mucho tiempo, necesito hacer presencia en el hospital. Aunque Natalí es la directora, los medios necesitan saber qué hago bien al mundo – Spartacus chilló y se tiró al suelo, quería que lo consintiera más. Dom, el gran lobo marrón, miraba la jaula de Mad, este me pedía que fuera con él. Quería seguir molestando a su hermano menor, así que tú eres el de la idea. 

–Si no quieres ser comida de león, déjalo en paz. Son hermanos, no deben molestarse entre sí. – Dije mientras acariciaba a Esparta, pero sabía que no era cierto. Entre mis hermanos, había sido el más fuerte y estaba vivo por ello.

Dom se quejó, pero volvió para ser consentido. Ambos lobos me tiraron al suelo y empezaron a lamerme. Después de unos momentos de juego, ellos se acostaron a mi alrededor. Todos nos quedamos allí descansando.

–Tendré que ir por al menos otras dos semanas y necesito encargarme de la evolución de nuevos medicamentos. No tendré mucho tiempo, pero cuando todo termine, los llevaré a cazar, ¿qué dicen? – Pregunté, ninguno de los lobos se movió, pero sabía que eso les gustaría. 

–Aún deben ser amables con su nuevo hermano, él es el más pequeño y débil. Tienen que protegerlo. – Dije. John, el nuevo cachorro se adaptaría bien. 

La puerta se abrió de repente. Era Manuel. Ambos lobos se levantaron alegres y fueron a saludarlo. Manuel les había traído helados. Los sirvió en sus palos y ellos empezaron a lamer.

–Esto es por irme tan rápido ayer – dijo, acariciando su espalda. 

Esparta y Dom solo se dejaban tocar la cabeza por mí, incluso si Max, quien los alimentaba y entrenaba, llegase a tocar su cabeza, estos se la arrancarían. No sabía cómo tenía mascotas tan locas y reactivas, Mad era igual.

–Pensé que estarías con tu nueva mascota– mencionó.

–Sí, necesito subir para saber cómo sigue. – Me levanté del piso y sacudí mis pantalones de pijama.

–Jugar con animales salvajes está bien, pero ¿no crees que jugar con una vida humana es cruzar la línea? – Preguntó, enfatizando en las últimas palabras.

–Manuel, dime la diferencia entre los animales y los humanos – exigí. Sin poder guardar silencio y pensar, Manuel respondió instintivamente.

–La inteligencia, afectividad… Por favor, Jeison, no me hagas filosofar– 

Pensaba distinto; toda mi vida había preferido convivir con animales que con mi propia especie. Me convertiría en un animal si pudiera. Pero estaba amarrado a este mundo.

–La única diferencia es que nosotros matamos y morimos por poder, ellos matan y mueren por vivir– dije mientras abría la puerta. John ya no quería vivir más, pero eso no significaba que no tuviera otra oportunidad. Él sería mi mascota y yo lo cuidaría. Subimos las escaleras y nos dirigimos a mi habitación.

–Dime, ¿qué te trae aquí? – pregunté.

–Mi queridísima hermana pregunta sobre el nuevo medicamento– respondió con una sonrisa de desprecio.

–¿Aún te sigue humillando porque eres mi secretario? – pregunté, pero Manuel no respondió.

–Tú sabes que yo solo espero que me lo pidas. Prefiero que tú seas el directo que Natalí– Manuel se rio.

–Mi madre me mataría– dijo con resignación.

–Esos viejos deberían morir– expresé.

–Maldito psicópata…– Manuel se rio con ganas esta vez y puso su mano en mi hombro. Antes de abrir la puerta lo miré directamente, mostrándole mi disgusto. Él bajó su mano y entramos.

–¿Lo tienes en tu habitación? – Preguntó con sorpresa.

–Mmhm– asentí.

–¿Por qué él? – inquirió.

–Porque es un conejo asustado y necesita ser cuidado– Respondí.

Logré hacer estás imágenes con la IA, este es Jeison Grey.

1
Yendi Jaramillo Avila
Excelente
Yendi Jaramillo Avila
yo también busque el significado
🏳️‍🌈ZOE GIANNI 🇮🇹🇦🇷
según el traductor dice "es adictivo"
🏳️‍🌈ZOE GIANNI 🇮🇹🇦🇷
q extraño como de un cap a otro salta de escena ...
🏳️‍🌈ZOE GIANNI 🇮🇹🇦🇷
pero si le dijo solo stiv...
Roberta Medrano
estaba tan impresionada cuando apareció un alfa en este mundo donde Jhon por fin no tenía que esconderse y pobre de Manuel con tantos sentimientos encontrados
Wendy Alejandra Ortiz Pulido
hola me encanto pero necesito masSSSSSSSS ME KEDE CORTA
Franshesca Acosta
Está historia es una de las mejores que he leído 🥰😍😍
Franshesca Acosta
pues si lo son mi obsesivo Jeison 😎😈
Wendy Alejandra Ortiz Pulido
Excelente
Rosa Castro
Normal
Rosa Castro
Malo
Ale Must
Jaison necesita más ayuda que el mismo Jhon. El tiene más dependencia hacia Jhon que toda la que Jhon siente hacia él, Dios mío
Ale Must
Ay, me encantó esa frase! me la voy a robar jjjjjj
María auxiliadora Hernández
me gustó mucho tu novela
María auxiliadora Hernández
me gustó muchísimo tu novela
Karla Alejandra Cervantes
me encanta como estás manejando la historia felicidades espero con ancla el próximo capitulo
La Mirtha Fernandez
me gusta mucho es atrapante
Leidy R: Muchas gracias 😊
total 1 replies
La Mirtha Fernandez
me encanta la historia tiene todo me entusiasma mucho me da mucha ansiedad saber lo que viene por favor maraton /Pray//Pray/
Leidy R: Lo intentaré ☺️
total 1 replies
Angely liliana Mora Mojica
Actualiza plis
Leidy R: ¡Está verificando!/Determined/ Ya casi.
total 1 replies
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