En un pequeño y tranquilo pueblo, en lo más profundo de un bosque tupido y misterioso vivía una mujer llamada Raze. Rubia con cabello largo y ojos color miel que reflejan la pureza de su alma, Raze había sido criada por una anciana llamada Oda. Desde que era apenas una niña , Oda le contaba historias de dragones y hadas, tejidas con la magia del bosque y la fantasía de un mundo oculto a los ojos de los mortales. Sin embargo para Raze, esas historias no eran más que cuentos fantásticos , relatos para entretenimiento y nada más.
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capítulo 6 : El Rey de los Dragones
Titus, el majestuoso Rey de los Dragones, se acercó a Raze con una gracia imponente, sus grandes alas extendidas detrás de él como un manto de poder. Sus ojos rojos y verdes brillaban con una intensidad cautivadora, su hermoso cabello rojo y unos bellos cuernos negros asoman en su cabeza ,su presencia llenaba el claro del bosque con una aura de autoridad y nobleza.
"Por fin has llegado", dijo Titus con una voz profunda y resonante, su mirada fija en Raze con un brillo de reconocimiento. "Oda nos habló de ti, la elegida destinada a enfrentar los desafíos que acechan en este mundo de magia y misterio".
Raze se quedó sin aliento ante la presencia del imponente Rey de los Dragones, su corazón latiendo con emoción y asombro. ¿Podría ser que ella fuera realmente la elegida, la destinada a desempeñar un papel crucial en el destino del bosque y sus habitantes?
Luna asintió con solemnidad, su rostro iluminado por la luz plateada de la luna. "Titus es el guardián y protector de este bosque, así como el rey de los dragones", explicó ella, su voz suave como el susurro del viento entre las hojas. "Él te acompañará en tu búsqueda y te protegerá de cualquier peligro que encuentres en el camino.
Raze sintió una oleada de gratitud y humildad llenando su corazón mientras miraba al imponente Titus. Sabía que no estaría sola en esta aventura, con el poderoso Rey de los Dragones a su lado como su guardián y aliado.
Pero antes de que pudiera expresar su gratitud, una melodía suave y melodiosa llenó el aire, atrayendo su atención hacia el lago brillante. La luz de la luna se reflejaba en la superficie del agua, formando un camino brillante que conducía desde el templo hasta la orilla.
Sin poder resistirse a la llamada de la música y la luz, Raze comenzó a danzar con gracia y elegancia, siguiendo la melodía que parecía emanar del corazón mismo del bosque. Cada movimiento era fluido y armonioso, como si estuviera siendo guiada por una fuerza invisible.
A medida que danzaba, la luz de la luna se intensificaba, envolviéndola en un resplandor radiante. Su piel irradiaba destellos de brillos plateados, su cabello se volvía del mismo color, y su ropa se transformaba en un vestido tornasol que parecía estar hecho de luz misma.
En su cabeza, se formó una tiara de cristal, brillando con una pureza deslumbrante. El agua del lago comenzó a brillar también, reflejando la belleza y el poder de Raze en su danza mágica.
Las criaturas del bosque miraban con admiración y asombro mientras Raze danzaba, sus movimientos llenos de gracia y poder. Titus y Luna observaban con una mezcla de orgullo y asombro, maravillados por la belleza y la habilidad de la joven que tenían el honor de proteger.
Cuando la danza llegó a su fin, Raze se encontró rodeada por un silencio reverente, sus mejillas ardiendo de vergüenza y asombro ante lo que acababa de experimentar. Miró a su alrededor, encontrando a todas las criaturas del bosque haciendo una reverencia en su honor, sus ojos llenos de respeto y admiración.
Titus se acercó a ella con una sonrisa gentil, su mirada llena de afecto y orgullo. "Has demostrado tu poder y tu nobleza, Raze", dijo él con voz suave. "Eres la elegida, la esperanza de este bosque y de todos los que lo llaman su hogar".
Raze se quedó sin palabras ante las palabras del Rey de los Dragones, sintiendo una nueva sensación de propósito y determinación llenando su corazón. Sabía que el camino que tenía por delante sería difícil y peligroso, pero también sabía que no estaba sola. Con Titus, Luna y todas las criaturas del bosque a su lado, estaba lista para enfrentarse a cualquier desafío que el destino tuviera preparado para ella.