Sin Querer! Enamoré Al Emperador

Esmeralda

_ ¡solo me protegían alteza, le ruego que los libere! _ rogué arrodillándome _ haré lo que me pida _ le dije mirándolo. Se sentó en cuclillas frente a mí y me miro acunando su mejilla con su mano derecha sin dejar de sonreír

_ ¿por qué lo haría? ¿Qué gano a cambio? No me gusta perder..

_ le doy mi vida a cambio, si los deja ir puede castigarme como considere!_ un pergamino en blanco es traído por una de sus sombras, mientras él se levanta y regresa a su trono a pasos lentos _ que es esto?

_ ¡es un contrato imperial en él está escrito que me entrega su vida, a cambio de la de su familia y su pueblo!_ se sienta en su trono para observarme con una macabra sonrisa _ Dígame doctora.. ¿Me entregará su vida para salvar a mis tres nuevos prisioneros? ¿Y al pueblo Esmeralda?

_ eso significa qué..

_ que su vida.. Su alma, su cuerpo, su existencia, todo su ser me pertenecerá cuando firme

_ ¿significa que deberé quedarme luego de curarlo?

_ ¡si es que logra curarme! De lo contrario usted morirá en lugar de todos ellos

Tomó la tinta que me entrega una de esas horribles cosas y firmo. Al carajo viví una vida hermosa hasta aquí gracias a mi familia y a mi pueblo. Vale la pena una vida a cambio de cientos

Esas nubes le llevan el pergamino y lo lee antes de que enrollarlo. ¡Sonriendo una vez más, maldito payaso!

_ Quiero ver cuando sean liberados_ gruño con enojo.

Ya no tengo que proteger mi vida ni siquiera me pertenece y un maldito niño malcriado no me va a infundir temor si ya estoy muerta

_ ¡por supuesto!_ responde sonriente. Balanceando el pergamino.

 Disfruta de lo que acaba de hacer y yo me imagino mil maneras de matarlo. Patético demonio fue derrotado por el Mycobacterium tuberculosis, pedazo de pelotudo.

 _ Marcel muéstrale a sus amados hermanos salir con vida de mi palacio y luego llévala a mi habitación

Con su ayudante regreso a las puertas del castillo. Veo desde lo alto del muro a mis hermanos ser arrojados al suelo por dos soldados, cada uno se levantan y los enfrentan. Terminan con una espadas en su cuello y Aron con dos. Miran hacia arriba cuando silbó, están lastimados, pero no de gravedad.

Me ven, y hago un corazón con la mano y me rio mientras lloro, porque corresponden haciendo lo mismo. Les enseñé eso de niños. No lo hacían hace años, desde que se volvieron adolescentes.

_ ¿y sus caballos?_ pregunto furiosa

Los soldados se ríen al igual que el tal Marcel, tomó su espada y la coloco en mi cuello

_ ¡no doctora, no haga eso o el emperador enfurecerá!_ grita el rubio preocupado

_ no me importa, estaré muerta para cuando quiera castigarme

_ devuelvan todo_ les ordena

_ hasta sus armas ahora_ grito.

¿Me quieren joder? Pues están equivocados, no saben con qué loca están lidiando. Minutos después le entregan todo y ellos no se van solo, me miran.

_ Acompáñenlos hasta los muros del de la ciudad _ ordena Marcel

Decido salir de su vista o no se irán. Además, debo comenzar con mi propósito, aunque quizás podría terminar de matarlo, sería lo mejor para todos. Mejor no, no existe garantías de que no maten a mi familia, por eso, por lo que escondo mis oscuras intenciones.

Entro a la habitación del emperador, quien está con el torso desnudo, le ordeno acostarse y obedece de mala gana. Uso el estetoscopio de madera parecido a una copa para escuchar sus pulmones, no puedo evitar observar las cicatrices de se pechó. Señal de incontables heridas de guerra

Es muy difícil trabajar con sus malditos demonios revoloteando alrededor, esos ojos y sonrisas rojas son aterradoras. Vuelvo a mirar a mi paciente, tiene un cuerpo marcado pese a la notable pérdida de peso. ¡Lo que habrá sido cuando estaba sano! Una escultural delicia.

Hago contacto con sus furiosos ojos marrones, llevo anteojos, no por problemas de vista sino por protección, y desvío mi mirada al instante, mi piel se eriza del miedo. ¡Matarlo! Como desearía matarlo

_ ¡por favor póngase boca abajo!_ le pido y lo oigo gruñir, pero aun así obedece.

 ¡Regalándome una hermosa vista de su espalda y su perfecto y duro trasero! Ahhhh qué hombre, por favor! ¡Esmeralda concéntrate! Este pelotudo acaba de amenazar a tu familia.. Acaba de esclavizarte.

Al terminar de revisarlo, mientras se viste me lavo las manos y luego me siento a realizar una lista de los elementos que necesito en un pergamino.

_ alteza usted tiene tuberculosis deberá permanecer encerrado hasta que se cure. Aquí están todos los elementos que necesitaré para su tratamiento, pueden enviar a alguien a buscarlos a mi pueblo.

Debo tener una habitación que esté junto a la suya para evitar contagiar a más personas todo lo que utilicemos, tanto nosotros como los enfermos debe ser incinerado y todo el palacio debe ser limpiado día por medio con lo que prepararé. Y necesitaré muchas prendas de este tipo_ señaló mi túnica _ debo usar dos por día y quemarlas día por medio

_ ¡Marcel toma la lista y encárgate!_ ordena. Miro a su asistente, sé que esto no les va a gustar, pero es necesario

_ ¡señor, usted también padece la enfermedad, por lo tanto, lo ideal es que también se aísle y deben contratar a personal nuevo y todos los que trabajaron aquí estos meses, hasta hoy también deben cumplir con mis indicaciones! Mis alumnos se encargarán de atenderlos cuando lleguen

_ eso sería mucho, presupuesto _ réplica el rubio. Ahh como lo odio! Los odio a ambos malditos bastardos

_ la salud es el bien más preciado e importante que cualquier riqueza en este mundo_ le respondo, ya estoy aguantando bastante con mi mal genio, no los mando a la mierda porque, sus malditas sombras me rodean todo el tiempo

_ Marcel obedece _ exclama el emperador, este asiente y sale _ sígame!_ me ordena

Camina delante arreglando su vestimenta. Me lleva hasta la pared, toca una estatua y una puerta se abre dando paso a una habitación hermosa. Reviso cada detalle y para mi sorpresa tiene baño como los que yo diseñe y supongo que su habitación es igual.

Me rio al recordar cuando hace menos de un año contrataron a los González la familia de mi pueblo que se dedicó a realizar este tipo de trabajos y cada vez lo hacen mejor

_ si le parece dormirá aquí!

_ perfecto lo importante es que podre estar ante cualquier necesidad que tenga. Observe que tiene una campana debe sonarla cuando lo necesite e iré a atenderlo _ no sabía que me arrepentiría tan rápido de mis palabras. No termine de acomodar mis pertenencias y la sonó más de diez veces, para hacerme preguntas bastante triviales.. Como por ejemplo

_ ¿Puedo comer esto? ¿Puedo tomar agua? ¿Puedo mirar por la ventana? ¿Puedo salir al balcón? ¿Puedo bañarme? ¿Con agua fría o debe ser caliente?

Inclusive me mostró su materia fecal.. Esto último me hizo estallar, aunque debía controlarme porque sus malditas sombras, seguían amenazándome. Llegue a preguntarme si tenían conciencia, sentí que disfrutaban, torturarme, que lo hacía apropósito

_ ¡su alteza no es necesario tanto detalle! ¡Recuerde que en la revisión que le haré cada mañana puede decirme todo lo que siente y despejar sus dudas!

_ si señorita doctora! _ responde como cachorro lastimado, qué carajos? Su ambigüedad me desconcierta.

¡No te distraigas Esmeralda, este hombre es un emperador muy poderoso, ha matado a miles de soldados desde joven con estos monstruos negros devorando a sus enemigos... puede devorarte! Acaba de amenazarte y te robo tu vida tu futuro tu paz

_ alteza iré a evaluar a sus esposas y a las emperatrices _ me excuso y salgo. ¡Mi libido está por las nubes!

Comienzo por la gran emperatriz Celine quien no deja de sonreírme mientras la atiendo, es dulce, amable, lleva un abultado vestido rojo. Su cabello es blanco con algunos tonos negros y sus ojos son marrones.

La madre del emperador Yanis reacciona igual. Es la versión en mujer de Julián, son idénticos y también lleva el mismo vestido, pero en negro. La primera concubina una hermosa pelirroja de ojos verdes y cabello largo, no emite palabra mientras la reviso. Todas tienen los mismos vestidos, solo varían los colores

La segunda es rubia y la tercera castaña, ambas me trataron con desprecio.. No era la primera vez que atendía a personas soberbias, no me afectaba mucho. La cuarta concubina se comportó como la primera como la primera, era la personificación de blanca nieves con unos hermosos ojos azules y cabellera larga.

Regreso a mi habitación cansada y con hambre me negué a ingerir alimentos preparados por los cocineros, deberé controlar hasta como cocinan y limpian.

Estaba por acostarme, luego de bañarme, pero decido ir a revisar al emperador antes de dormir y me encuentro con la sorpresa de que está durmiendo solo con los pantalones que aquí son la ropa interior.

Sus sombras revolotean en el techo, señal de que algo malo ocurre, ellas sienten todo lo mismo que él. Lo toco y está con mucha fiebre. Paso la noche en vela poniendo paños en su cabeza, cuello y axilas hasta que su temperatura se normaliza eso de las tres de la mañana y me quedo dormida.

¡El viaje largo de tres días para llegar hasta aquí y tener que trabajar de inmediato no fue muy favorable para mi cuerpo, sumado a que no comí nada decente! ¡Maldito demonio! Debería estar consumado mi matrimonio no cuidando a un enfermo.

Extra

Yanis

Diez doctores habían venido en estos dos meses. Ninguno encontró la cura de la enfermedad, sino que enfermaron también y huyeron. Nadie más acepto venir a pesar de que les ofrecieran riquezas. Recordando las palabras de Julián, hable con William para traer a la doctora milagrosa como le decían. Era nuestra última esperanza.

Su aprendiz vino en lugar de ella. Mi hijo enfureció y lo encerró de inmediato, enviando otro decreto imperial. Gracias a ello esa mujer ahora estaba aquí revisándome. Consideraba esta enfermedad como castigo divino. Pero al verla entrar entendí que el destino se divertía con nosotros.

¡A pesar de mi enfermedad me sentí feliz! Muy feliz, muy pronto tendría a mi futuro nieto en brazos. Al futuro príncipe heredero. Esa doctora por más que se cubriera no podía ocultar aquello que solo mi suegra y yo podemos ver como esposas de los antiguos demonios. Su aura. El aura dorada de la futura emperatriz, solo nosotras podemos verlo. Cuando se retira, corro hacia la habitación de mi suegra.

_ Madre _ grito al ingresar.

_ ¡ya está aquí! Lo sé _ responde sonriente sirviendo vino en dos copas _ Pero lo que me preocupa es a quien elegirá a Julián o a William _ me entrega una

_ ¡gracias!

_ un brindis por mi futura nieta política _ exclama chocando nuestras copas. Antes de que tomemos su contenido

Ama. ¡La doctora dijo que no debían salir de la habitación!_ me hablan mis sombras

¡Silencio déjenme celebrar!

_ ¿Más?_ me pregunto mi suegra

_ ¡si por favor! ¡Por mi futura nuera!