NovelToon NovelToon
EL DUCADO DEL SOL ISABELLA

EL DUCADO DEL SOL ISABELLA

Status: Terminada
Genre:Equilibrio De Poder / Malentendidos / Matrimonio arreglado / Diferencia de edad / Fantasía épica / Edad media / Completas
Popularitas:1.4M
Nilai: 4.9
nombre de autor: Lia

Isabella es la hija del Duque Lennox, educada por la realeza desde su niñez. Al cumplir la edad para casarse, es comprometida con el Duque Erik de Cork, un hombre que desconoce los sentimientos y el amor verdadero.

NovelToon tiene autorización de Lia para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO 6 REUNIÓN FAMILIAR

El Duque Erik, la impaciencia grabada en cada línea de su rostro, esperaba que el Rey se dignara a explicarle la situación. No concebía que el monarca diera menos importancia a los asuntos del reino que a una conversación trivial con sus visitas.

El Rey Evan, comprendiendo su exasperación, golpeó dos veces con su cetro el hombro de Erik y le dijo: "Acaso no podéis mostrar un poco de modales ante vuestros suegros. ¿Qué pensará la familia sobre la educación que os he dado?"

Erik, al escuchar las palabras del Rey, fijó por primera vez su vista en los duques allí presentes. En un instante, su mente ágil reconoció a la familia Lennox, conocidos por estar en el favor del Rey. La trampa se hizo evidente: el viejo zorro lo había enredado a través de un matrimonio con la aristocracia. Sus ojos se movieron a las tres jóvenes que los acompañaban, con sus rostros cubiertos por abanicos o velos. No podía distinguirlas, pero suponía que eran las hijas del duque y que una de ellas sería su futura esposa.

La indignación le hirvió en las venas. No podía creer que las cosas hubieran llegado a tal punto. El circo estaba montado, la audiencia lista, y él, la víctima, solo había llegado para tomar su lugar. Lo peor era que había caído de lleno en la red de la que tanto se había jactado de escapar. ¿En qué momento se había descuidado? La promesa hecha a la Reina Vera resonó en su mente; no podía romper su palabra.

En medio del silencio tenso que se había formado, la voz de Erik, tan áspera como la grava del camino, rompió la quietud. "¿Quién es?" preguntó, sin rodeos, sin siquiera dirigirse a alguien en particular.

Sus palabras cayeron como piedras sobre la alfombra de la sala, causando un incómodo estremecimiento en todos los presentes. Su actitud ruda y carente de protocolo amenazaba con echar a perder los años de esfuerzo que los reyes habían dedicado a la causa de un buen matrimonio para él.

Pero a Erik, al parecer, le importaban un comino los pensamientos de la realeza.

En ese momento de silencio incómodo, una figura se movió. Una de las jóvenes se levantó y se acercó al duque. Con una gracia innata, inclinó su cuerpo y, tomando su vestido por ambos lados, hizo una pequeña venía. Con una voz clara y dulce que contrastaba con la brusquedad de Erik, dijo: "Mi nombre es Isabella de Lennox, hija del Duque y la Duquesa de Lennox Aragón, vuestra prometida y futura esposa. Que la gracia sea siempre sobre el Ducado del Sol."

Erik la observó con detenimiento. A sus ojos, parecía demasiado joven, casi una niña. Por primera vez en su vida, detallaba a una mujer, y más aún, a la que estaba obligado a tener a su lado por el resto de su vida. Su piel, de un blanco inmaculado, mostraba un ligero bronceado, como si se expusiera con frecuencia al sol, algo inusual para una dama noble.

Su cuerpo, aunque delicado, denotaba una fuerza oculta, y su rostro, de una belleza y dulzura que hacían juego con su larga cabellera negra, ondulada, de un color intenso y brillante, era sin duda el de una duquesa. La imagen de una muñeca que podría romperse en cualquier momento se formó en su mente. ¿Qué podría él hacer con una criatura tan frágil?

Pero su mente, que era como un almacén de recuerdos, trajo un destello del pasado. "Así que tú eres aquella chica fisgona que escuchaba conversaciones ajenas en la biblioteca," le dijo, el sarcasmo goteando de sus palabras.

Isabella no esperaba que el duque supiera de su presencia, y mucho menos que su memoria fuera tan buena. La vergüenza la invadió, pero su temple no la abandonó. Buscó justificar sus acciones con una convicción que la hacía parecer aún más encantadora. "Duque Cork, no fue mi intención escuchar vuestra conversación. Me encontraba, como siempre, leyendo libros cuando ingresasteis sin previo aviso y así mismo salisteis." Isabella, con una prudencia digna de una reina, no mencionó con quién estaba. Sabía que nombrar a la princesa pondría en aprietos al Rey y al duque, aunque a este último, al parecer, las convenciones no le importaban.

Erik ignoró la indirecta y se dirigió al Rey, volviendo a su tono imperativo. "¿Cuándo será la boda?"

"Dentro de seis días," respondió el Rey, la felicidad evidente en su voz.

"Me imagino que todo lo tenéis listo, conociéndoos," mencionó Erik con una mueca de resignación. "Lo único que os faltaba era el novio, ¿no es así, Su Majestad?"

"¡Qué perspicaz sois, Erik!" exclamó el Rey con una carcajada. "Pero tenéis toda la razón. Todo está listo y las invitaciones ya se han entregado a todo el reino."

"¿Qué?" cuestionó Erik, la sorpresa por fin venciendo a su compostura.

"Bueno, sois como mi hijo, así que la nobleza debe estar presente," respondió el Rey con una sonrisa de zorro. "Y para el pueblo, sois como su héroe, así que ellos también están invitados."

La duquesa Greta, al escuchar tal anuncio, no pudo con tanta conmoción. Se desmayó sobre la silla, su cuerpo inerte. Su esposo y sus hijas se apresuraron a atenderla, abanicándola y llamando su nombre con desesperación. La Reina, imperturbable, solo tomaba su té, como si el desmayo fuera un evento cotidiano.

El Príncipe Miler, por su parte, estaba igualmente conmocionado. Su padre era un viejo zorro que había logrado enredar al duque, y, sin pensarlo, este había caído en su red. Aun así, no perdió de vista a Isabella; seguía tan bella como la última vez que la había visto.

El Rey, con un tono de reproche, reclamó a Erik por el estado de la duquesa, responsabilizándolo por su falta de tacto e irrespeto con Isabella. La joven, ajena a la conmoción de su madre, solo observaba al duque. Era la primera vez que tenía la oportunidad de verlo de cerca, y hacía honor a su fama de grosero.

Pero sus ojos estaban deslumbrados por su belleza: un hombre alto, de cuerpo musculoso, con un rostro que parecía tallado por un escultor. Una nariz fina y unas cejas bien definidas, como si hubieran sido delineadas por los mismos dioses, hacían un contraste impactante con sus ojos de un negro profundo, que, al mirarlos con atención, reflejaban una tristeza guardada en lo más recóndito de su corazón.

El duque, notando la mirada de Isabella, salió de la sala. Con una última mirada fija en ella, se marchó.

La joven, impulsada por una fuerza que no comprendía, lo siguió. El Rey no podía estar más feliz al ver cómo los dos, en una extraña complicidad, se retiraban.

Mientras esto sucedía, exclamó: "¡Guardias! Llamen al médico real del palacio para que atienda a la duquesa Lennox, que ha perdido el conocimiento."

...^^Autora^^...

...Gracias por el apoyo de sus 👍...

1
Yessica Moreno
me molesta 😔 un poco al pensar que ama a una ninfa
Yessica Moreno
🫢🫢🫢🫡 si señor
Yessica Moreno
es la única que lo tranquiliza
Yessica Moreno
y lo dice con tanto orgullo, solo es un metido
Olga Lidia Leal
excelente, muy hermosa, gracias
Ceecee
excelente historia, corrige la ortografía y será de 5 estrellas
Ceecee
volvió a llamarse vernart
Ceecee
mercenarios 😕
Adeilis
La historia es muy interesante, me gusta mucho
Ceecee
Dios hay que adivinar que palabra quieres decir, deberías revisar antes de publicar, la historia es buenísima y se daña con tantos errores
Ceecee
embargaran 🫣🫣
Ceecee
la inteligencia de esta protagonista no la he visto hasta ahora 😕
Ceecee
este Bernard se llamaba diferente 🤣🤣🤣🤣
Ceecee
mercenarios, parece que has descuidado tanto ortografía como redacción
Ceecee
asfixiando
Ceecee
cuando es una pregunta debes colocar signo de interrogación. ??
Ceecee
por qué de pronto tantos errores de ortografía
Ceecee
parece que Antonia fue la que recibió una mejor educación para ser esposa del duque
Escorpiona Saucedo
el principito blandnegue que nos tuvo los pantalones para luchar por la mujer que supuestamente ama y se la pasa de metiche queriendo ser el tercero 🤣🤣
Sara Rojas Retamal
ojalá Isabella se replanteara y aprenda a defenderse , a pelear y ayudar al duque con posibles maleantes y fuera más empoderada
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play