La Pianista

Capítulo 6

Jacob le pidió a Alejandra que tomara asiento, que debía leer el contrato ya que era de suma importancia ya que él queria ser lo más justo con ella. Alejandra solo tenía una cosa en mente. Salir corriendo de ahí…

Diego comenzó a leer el contrato:

“Srita Alejandra Oñate, presente.

Mientras leía Diego el contrato y las cláusulas, Alejandra solo escuchaba lo que ganaría por ser la esposa de ese chico tan apuesto. Cuando menciono contrato por tres años forzosos, ella se quedó impresionada y algo mareada.

Pensaba tres años, y además viviré con él. Era su momento de objetar y decir que si podía cambiar esa cláusula no estaba dispuesta a vivir con él, mas no lo hizo porque la suma millonaria que recibiría le ayudaría a resolver su vida. También los beneficios viajes por el mundo, gastos de ropa, y cualquier cosa que ella quisiera. Y todo eso solo por ser la Roomie de aquel hombre guapo.

También se señaló que no podía tener una relación con alguien más. Evitar escándalos dentro de su matrimonio y usar el apellido de su esposo. Después Alejandra se perdió en sus pensamientos.

Miraba a Jacob observando por la ventana, el era el dueño de un imperio. Que le impedía no comprarla a ella.

En eso Diego la interrumpe.

—Alejandra, Alejandra está de acuerdo con todo lo que el contrato con lleva?.—preguntó Diego

—Disculpa no escuché la última parte.—respondió Alejandra

Diego repitió la última condición:

Si mi cliente el Sr. Souberville no desea terminar el matrimonio y la otra contraparte si. Deberá procrear un hijo con él a cambio de su libertad.

Queeee? Pensaba ella, como podría dejarle un hijo eh irse como si nada. Además quedaron en no tener intimidad, no entendía nada. Pero a quien podía pedirle ayuda ante esta locura.

Pero bueno al final ella cedió, ambos firmaron y señalaron que la boda sería tres días posteriores a la firma del contrato. Alejandra no se sentía bien, Jacob lo noto.

—Te encuentras bien Alejandra.—preguntó Jacob

—Si, solo que ya es tarde y necesito retirarme.—respondió Alejandra

—Claro le pediré al chofer que te lleve.—dijo Jacob

—No, no gracias no quiero ser una molestia puedo irme por mi cuenta.—respondió Alejandra

—Es parte del acuerdo.—dijo Jacob

Alejandra aceptó, él la tomo de la mano y le agradeció que haya aceptado el contrato.

Antes de salir de la sala, Diego le pidió que esperara:

—Olvide comentarte, la mitad de la Suma pactada debe estar ya en su cuenta bancaria, puede disponer de ella. Enviaremos a alguien para que la lleve a comprar su vestido para la boda al civil.—dijo Diego

—Si, Gracias.—respondió Alejandra y se retiró.

Diego miraba a Jacob con asombro.

—Sucede algo Diego, tienes alguna duda?.—preguntó Jacob

—Tengo una observación, claro si me permites. Como es posible que sigas con esto, cuando es claro que ella está asustada? Ella se ve como un cordero al matadero. Es más pensé que se desmayaría en cualquier momento?.—preguntó Diego

—Lo se, pero créeme esa personalidad es la que necesito a mi lado. Alguien que pueda moldear, y sobre todo que pueda manejar. Si quisiera a alguien tempestuoso me hubiera comprometido y casado con Marissa Reyes.—respondió Jacob

Diego no se podía explicar porque se sentía tan molesto e incómodo.

Alejandra llego a casa de su abuela, para después irse al conservatorio. Al entrar encontro a su abuela tirada en el pasillo, ella corrió a ver si tenía pulso y en eso llamaba sin poder contener sus lágrimas a emergencias. Llegaron los paramédicos y fue trasladada al hospital. Su abuela había sufrido un infarto, Alejandra lloraba y pedía a Dios que no le quitara a su abuela ahora que estaba con ella. Ya que se quedaría sola de nuevo.