Raquel Castellano es una adolescente de 15 años, muy dulce y noble.
Le encanta montar a caballo y practica equitación en su hacienda.
Vive con su papá, su mamá y su hermana Laila que es 3 años mayor que ella.
Tobias Lombardi es un magnate de la industria alimentaria, le gusta tener el control de todo lo que le rodea.
Es amargado, tiene un corazón frío, manipulador y despiadado.
Es caprichoso y tiene el Ego por las nubes.
Tobias conocerá a Raquel y quedará enamorado a primera vista, al ser Raquel tan joven tendrá que esperar 3 años para poder hacerla su esposa.
Su matrimonio no empezará de la mejor manera y eso dejara cicatrices emocionales en Raquel.
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la cena
... Raquel....
Regresé a mi casa en Taxi. Pensaba hablar con Justin cuando estuviera tranquilo. Llegué a la hacienda, ví a Layla muy arreglada y emocionada.
No sé me hace raro verla así de arreglada pero emocionada casi nunca está.
— ¿Y esa sonrisa?. — Pregunté muy curiosa.
— Hoy vienen a pedir mi mano.
— ¿Tienes novio?, ¿Quien es?.
— Lo verás está noche.
El timbre sonó.
— Debe ser el.
Itzel abrió la puerta y apareció el idiota por el que se arruinó mi noviazgo. Está acompañando por otro hombre que supongo es su padre.
Mis padres salen a recibirlos.
— Buenas noches. — Saluda Tobias a mi padre con un apretón de manos y a mi madre con un beso en la mejilla.
Me dan ganas de golpear esa cara de .... tranquila, respira, tranquila. Tomó aire para calmarme.
— Buenas noches hermosa. — Me mira con una sonrisa y besa mi mano.
— ¿Así que está es la joven de la que tanto me has hablado?. — Dice con sarcasmo.
— Yo soy Joel Lombardi el padre de Tobías. — Me pasa su mano y yo la tomo.
— El comedor está por aquí. — Les indica mi padre para que pasen.
Tobías toma mi mano, la coloca alrededor de su brazo y me lleva casi arrastrando al comedor.
— Suéltame. — Le digo en un susurro pero el finge no escuchar.
Llegamos me siento y el se sienta al lado mío. En toda la cena no deja de obsevarme y éso me incómoda mucho.
— Deje de verme así. — Le digo.
— ¿Así cómo?. — Pregunta.
— Así cómo lo está haciendo.
— Deja de hablarme de usted. Pronto serás mi esposa.
— Eso jamás. ¿Cuántas veces le tengo que decir que yo no me quiero casar?
— ¿Y cuántas veces tengo que decirte que aunque no quieras lo harás?.
El ambiente se puso tenso entré nosostros. El tenía una sonrisa de suficiencia mientras yo apretaba los cubiertos por el miedo que me invadió.
— Bueno como todos ya sabrán hoy hemos venido a pedir la mano de Raquel. — Interrumpió el señor Joel.
¿Mi mano?..... ¿Todos ya saben?.
— Papá ¿que es todo esto?. — Me levanté de mi asiento.
— Ya lo dijo mi padre amor, vinimos a pedir tu mano.
¿Amor?, ¿cómo se atreve a llamarme así cuándo no es nada mío. Observé a mis padres.
— Papá... Mamá ... ¿No dirán nada?
Mis padres me miran con tristeza, Layla con odio y rabia.
— Le pagaremos con intereses pero no me obligue a casarme. — Devuelvo mi mirada hacia el.
— Te lo dije hoy y te lo repito, el dinero no me importa, solo te quiero a ti. — Se levanta de su silla y me pone un anillo de compromiso en el dedo.— Espero que mañana estés más tranquila para que puedas empezar con la organización de la boda, será en tu hacienda. — Sale de la casa.
Ese hombre no tiene corazón, ¿cómo se atreve a aparecer de la noche a la mañana y obligarme a casarme?. Estoy pensando en eso cuando siento algo frío en mi cara.
— Eres una zorra, te le metiste por los ojos. —Layla tiene un vaso en su mano, ya se que era la cosa fría.
— Hija cálmate. — Hablá mi padre.
— ¿Eres sorda?, ¿no escuchaste que no me quiero casar?.
— Lo dices para quedar bien pero en el fondo estás feliz por haberme ganado.
— Yo nunca he competido contigo, somos hermanas.
— Eres una hipócrita, siempre me quitas todo lo que quiero.
— ¿Que te he quitado?
— Me quitaste el amor de mi padre, el cariño de mi Nana, la atención de las personas.— Sus ojos se cristalizan.. — y ahora me quitaste al hombre que he esperado por 3 años.
— Yo no te quite nada, papá te ama, Nana también....
— Te odio, ojalá no hubieras nacido, así yo sería muy feliz. — Se levanta de la mesa y sale muy molesta.
— Iré a verla. — Mi madre sale detrás de Layla.
Yo abrazó a mi papá.
— Papá no me casare, porfavor ayúdame.
— Ese hombre nos está vigilando aunque quiera no puedo ayudarte.
Tobías está loco, es un acosador.
Ahora estoy sola, no puedo pedirle ayuda a Justin. Solo contenía las lágrimas.
Maldita sea la hora en que ese idiota me conoció.