⚠️Quinto libro de la dinastía Lobo⚠️
Desde su infancia, Jazmín Lobo ha estado atrapada en un amor silencioso y casi prohibido por Damir Novikov, el enigmático heredero de la temida mafia rusa. A medida que crece, la dulce y dedicada estudiante de medicina lucha por reconciliar su amor por él con la brutal realidad de sus respectivas familias. Hija de los líderes de la mafia italiana, Jazmín ha sido testigo del profundo amor entre sus padres, un ideal que anhela para sí misma, pero teme que Damir no sea capaz de ofrecerle lo que su corazón desea.
Después de un reencuentro en la fiesta de compromiso de su prima, la conexión entre Jazmín y Damir se intensifica, llevándolos a un romance clandestino lleno de promesas y pasión. Sin embargo, cuando el destino les juega una carta devastadora, Jazmín se ve forzada a confrontar no solo su amor por Damir, sino también su propia identidad y lealtades familiares en un mundo donde el peligro acecha en cada esquina.
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Algo diferente.
❤️DAMIR NOVIKOV🔥
La cena ha sido un evento exquisito, no solo por la rica comida, sino por lA compañía de una persona como Jazmín, y mientras salimos del restaurante, la brisa fresca de la noche acaricia mi rostro. Mirando a Jazmín, no puedo evitar sentir que algo en mí ha cambiado. Antes si salía con una mujer, ella ya sabía a lo que íbamos, no había citas, no había llamadas, ni mensajes, sin embargo, con Jazmín todo es diferente. Ella es hermosa, con su vestido que resalta su hermosa figura y esos ojos dorados que brillan con la luz de la luna. Cuando la miro, siento una conexión que va más allá de la amistad, algo que me hace desearla más de lo que puedo expresar, es algo que me hace desear hacer todo diferente. Para una persona como yo, esto no es normal, estoy seguro de que si mi padre me ve haciendo esto se burlaría de mí y por primera vez eso no mi importaría.
—Eres realmente deslumbrante —le digo, sintiendo cómo las palabras fluyen de mis labios con sinceridad.
—Gracias, Damir, tu eres muy galante —responde, sonrojándose ligeramente, lo que solo hace que mi deseo por ella crezca.
Tomados de la mano nos dirigimos hasta el vehículo que nos llevará a otro lugar, la ayudo a subir al asiento del copiloto, me sonríe cuando le abrocho el cinturón de seguridad y sin poder evitarlo dejo un beso dulce en su mejilla. Luego de cerrar la puerta , rodeo el auto para ocupar el puesto a su lado, nuestra seguridad nos sigue con su debida distancia.
_¿A dónde vamos ahora?
_Ya lo verás, caramelo.
Nos dirigimos a un mirador cercano, un lugar que he descubierto anteriormente, donde se puede observar la ciudad en todo su esplendor. Las luces de Florencia brillan como estrellas caídas, y me detengo un momento para disfrutar de la vista. Luego de unos minutos nos bajamos del auto y como si ya fuera costumbre la tomo de la mano para continuar disfrutando de la hermosa vista.
—Es impresionante —comenta Jazmín, con su mirada perdida en el horizonte.
—No tanto como tú —le digo, y ella me lanza una mirada rápida, sorprendida por el cumplido. Me fascina verla sonrojada y mi mente me traiciona cuando la imagino sonrojada en otras circunstancias.
Nos sentamos en un banco, y la conversación fluye con facilidad. Hablamos sobre nuestras vidas, nuestras familias y los sueños que tenemos.
—¿Sabes? —empiezo—. Con cada encuentro, siento que todo es diferente contigo. No es como con las otras mujeres con las que he salido.
—¿Por qué crees que es así? —me pregunta, con su voz suave y curiosa.
—Porque contigo hay una conexión real. Me haces sentir... auténtico. Como si pudiera ser yo mismo —confieso, sintiendo la tensión en el aire.
—Eso es bonito, Damir —responde, su sonrisa ilumina su rostro—. Yo también siento algo muy especial contigo.
_Me ham enseñado que las personas como nosotros no merecemos vivir algo así, no nos es permitido ver más allá de los negocios y las alianzas.
_A mí me han enseñado muy diferente. Me han enseñado que por muy oscuro que sea nuestro mundo, también tenemos un corazón que siente, y que merecemos algo lindo y puro como lo es el amor _con dulzura acaricia mi rostro _. Tal vez nuestro mundo no puede ser rosa, pero si gris.
El silencio se vuelve cómodo, y es en ese momento que nuestros rostros se acercan, casi a punto de rozar nuestros labios. Puedo ver la incertidumbre en sus ojos, y el deseo que crece entre nosotros es innegable.
—Tus ojos son como un dulce caramelo y brillantes como el oro fino —le susurro, sintiendo cómo la tensión se intensifica.
—Y los tuyos como preciosa piedra de amazonita —dice, nerviosa, y puedo notar su respiración entrecortada. Le acaricio la mejilla y justo cuando nuestros labios están a punto de tocarse, mi celular comienza a sonar.
Cierro los ojos, frustrado.
—Lo siento —murmuro, sacando el teléfono de mi saco. Es mi madre quien llama.
—¿Todo bien? —pregunta Jazmín, veo preocupación en su mirada.
—Voy a contestar —le digo, y cuando respondo, puedo escuchar el llanto de mi madre al otro lado de la línea.
—Damir, hijo, necesito tu ayuda... —su voz está entrecortada por las lágrimas, y mi corazón se hunde.
—¿Qué sucede, mamá? —pregunto, sintiendo el pánico invadir mi pecho.
—Es tu padre... no sé qué hacer... —su voz se quiebra, y la preocupación se apodera de mí.
—No te preocupes. Salgo a Rusia en una hora. Tranquilízate, llegaré pronto —le digo, intentando calmarla.
—No puedo... estoy asustada... —continúa llorando, y mis pensamientos vuelan hacia lo peor.
—Por favor, calma. Te prometo que estaré allí —le aseguro, pero la angustia en su voz me quita la paz.
Corto la llamada, y cuando miro a Jazmín, veo su rostro lleno de preocupación.
—¿Qué pasa, Damir? —pregunta, con su voz suave y comprensiva.
—Es mi madre. No sé qué está sucediendo, pero parece que mi padre le ha hecho algo. Necesito irme —respondo, sintiéndome frustrado por no poder darle la noche que le prometí.
Marco el número de Sergei para preguntarle si sabe qué sucede en casa, le marco tres veces y no contesta, a la cuarta vez lo hace, pero el ruido a su alrededor me hacer darme cuenta de que no está en casa. Cuelgo lleno de frustración y rabia.
_Lo siento, debo irme a Rusia.
—No te preocupes, entiendo, tu madre te necesita —me dice, y su apoyo me reconforta.
La abrazo fuerte, sintiendo su calidez. La beso en la frente, y en ese momento, todo lo que deseo es proteger a las mujeres de mi vida.
Tomados de la mano, caminamos de vuelta hacia donde nos esperan mis guardaespaldas. La noche ha perdido su brillo, y la ansiedad me consume. Al llegar al vehículo, me despido de Jazmín.
—Espero verte en la boda de Yulia —le digo, intentando mantener la esperanza en medio del caos.
—Así será, Damir —responde, con su mirada llena de comprensión y ternura.
La acompaño hasta su auto, donde la esperan sus dos guardaespaldas femeninas.
—Cuídate, Jazmín —le digo antes de que suba, sintiendo un nudo en el estómago. Y esta vez es ella quien me deja un beso muy cerca a la comisura de mis labios.
_Me llamas o me escribes en cuanto puedas, por favor.
_Lo prometo.
Después de que ella se acomoda en su vehículo, yo busco el mío y me dirijo a la pista aérea para regresar a Rusia esa misma noche. A medida que el vehículo avanza, no puedo evitar pensar en Jazmín y en lo que podría haber sido esta noche. Pero las sombras de mi familia acechan, y debo enfrentar mi realidad.
Por lo que entendí, el siempre estuvo enamorado de ella y no le perdonaba que no llegara virgen al matrimonio... Otro troglodita que no entendió que a veces no importa ser el primero ,sino el último amor de una mujer....