ENVOLTURA DORADA DE CHOCOLATE (Omegaverse)

Para alguien como Neo, era extraño oírlo reír.

A lo largo de su vida, fueron contadas las veces que apenas sonreía, siendo la mayor causa de su sonrisa su apreciado huerto.

Si bien trataba de cubrir su rostro para silenciar su risa, la risa de Neo pudo oírse claramente a la distancia en que se encontraba Elián.

Una risa suave y melodiosa, lo más hermoso que Elián había oído en su vida.

Para calmarse, Neo apartó su vista del alfa hasta que pudo contener su risa.

Fue oportuno que el autobús llegara, así que Neo subió de inmediato, hoy no había muchas personas, por lo que Neo consiguió un asiento libre.

Siguiendo sus pasos, Elián subió también al autobús y tomó el asiento al lado de Neo.

"Estos asientos no son tan incómodos", fue Elián el primero en hablar.

Esta no era la primera vez que subía a un autobús, pero era la primera vez que usaba un asiento, y para su sorpresa, no era tan incómodo como creyó, tal vez los asientos eran un poco pequeños, pero no sería agotador mantenerse sentado en un viaje de quince minutos.

"¿Haces todo esto porque te gusto?", preguntó Neo al siguiente instante.

Pregunta que tomó a Elián desprevenido, se confesó la primera vez que volvió a ver a Neo, más aun así, se sentía avergonzado y tímido, timidez que se reflejó en su rostro sonrojado.

Pero fue honesto y respondió con un sí a la pregunta de Neo.

Viendo la reacción del alfa, a Neo le recordó esas novelas juveniles que su madre solía ver, en donde la dulce joven confesaba su amor con el rostro enrojecido.

"¿Por qué?, ¿por qué dices que te gusto?"

Volvió a preguntar Neo sin apartar su mirada del alfa mientras esperaba su respuesta.

"¿Por qué te gustaría alguien como yo?"

Neo no lo entendía, la mayoría de las personas que llegaban a conocerlo solían decir que era muy antipático, incluso lo llamaban grosero por su actitud distante.

Y según lo que dijo el alfa, gustaba de él desde la secundaria, no tenía sentido.

Volteando para ver a Neo quien se encontraba sentado a su lado, Elián se sintió extrañado por su última pregunta.

"¿Por qué te refieres a ti mismo de esa manera?, ¿alguien como tú?, ¿alguien dijo algo malo sobre ti?"

Ahora, fue Neo el que se sintió extrañado por las preguntas del alfa.

"¿Cómo me ves tú?", preguntó.

"... Bueno"

"Para mí, eres único", enfatizó Elián ruborizado.

"¿Único?, ¿tratas de decir que soy extraño o especial?", Neo solía oír de su madre que él era un muchacho especial, que no era como el resto y que eso lo hacía único, a Neo no le gustaba oír eso de su madre.

Para él, su forma distante y sería de ser, era normal, era con lo que se sentía cómodo.

Esperaba oír lo mismo de Elián, pero las palabras del alfa fueron diferentes.

"Eres alguien irrepetible para mí, cada persona es única y diferente, así que, para mí, no hay nadie como tú, eres especial"

"¿Irrepetible?", repitió Neo.

"... Sí, es...es... cada persona tiene características inigualables, es...es como una marca personal de cada individuo, en este mundo, nunca podría haber dos personas como tú, solo... solo existe un Neo, eso es lo que te hace único, ...no conocería a alguien como tú nunca", trató de explicarse el alfa con cuidado para no molestar a Neo.

Estuvo atento a la reacción del omega, pero Neo se veía tranquilo, solo después de un momento, una leve sonrisa apareció en los labios del omega.

Tal vez eso era lo que trataba de decir mi madre, pensó Neo luego de oír la explicación de Elián.

Elián estaba atento a todo lo que hacía Neo, cada palabra y expresión, así que, quedó embelesado por su hermosa sonrisa.

El autobús continuaba con su rumbo, Neo se fijó por la ventana, faltaba solo una parada para llegar a casa.

"Entonces, ¿fui irrepetible para ti desde la secundaria?", continuó Neo la conversación.

Realmente tenía curiosidad por escuchar la repuesta de Elián.

"Sí", recibió una respuesta rápida del alfa.

"Entonces, ¿por qué siempre me molestabas?"

"... ¿Te parecía molesto?"

"Sí"

Como Neo lo recordaba, el alfa siempre llegaba a molestarlo cada vez que lo veía, era como un pequeño niño.

"Una vez incluso me gritaste 'hey omega', en frente de todos"

Fue un momento molesto, porque todos voltearon a verlo cuando Elián gritó de manera eufórica, después de ello, todos en secundaria lo llamaron así por un buen tiempo.

Con pánico al recordar ese acontecimiento, Elián trató de explicar la situación.

"No quise molestarte, es que, no sabía cuál era tu nombre en ese momento, grité porque temía que no me oyeras, lo siento, siento si llegó a ser molesto para ti"

"También solías arrojarme galletas"

"Eso... oí que te gustaban las galletas, procuraba que siempre tuvieras galletas"

"¿Arrojándolas?"

Incluso algunos paquetes de galletas llegaron a golpearlo, puesto que la fuerza con la que Elián las arrojaba era demasiado.

Los paquetes de galletas solían llegar de improvisto, por lo que Neo no sabía en qué momento debía estar preparado.

"Lo siento, lo siento, tenía tanta vergüenza de acercarme y que las rechazaras, fui un estúpido", se disculpó Elián.

"Igual, no llegué a comer de ningún paquete de galletas", contó Neo.

"¿Quién lo haría si te lanzan las cosas de esa manera?"

"... Tienes razón, lo siento", volvió a disculparse Elián, se sintió dolido al oír que Neo no comió ni una sola galleta en ese tiempo, pero lo comprendía.

"Siempre solías golpear mi mochila mientras la llevaba puesta"

"... Lo siento", se disculpó una vez más Elián.

Como era bastante tímido para hablar con Neo en ese tiempo, Elián solía saludar y despedirse de esa manera del omega, ahora que lo recordaba, realmente fue un tonto.

"Nunca se me hubiera ocurrido que te gustaba como dices, a mi parecer, siempre creí que me molestabas por parecerte extraño como a los demás", dijo Neo.

"Si esa es tu forma de demostrar que alguien te gusta, entonces, estás haciendo todo mal, no soy un experto en ese tema, pero sé que no debería ser así"

"Fui un tono y torpe, lo siento", tomó Elián las manos de Neo.

"En verdad me gustabas en ese momento, también ahora, solo fui demasiado torpe"

"Haré todo bien ahora", habló Elián convencido.

Mirando al alfa, su característico cabello rubio y ojos azules hicieron que Neo recordara ese incidente, tal vez tomaría un poco más de tiempo separar a Elián de ese recuerdo.

"Tu cabello rubio, ¿todos en tu familia tienen cabellera rubia?", preguntó Neo.

"... ¿No te gusta?", tocó Elián su cabello con pesadumbre.

"Supongo que es genético, si toda tu familia tiene el cabello rubio, eso significa que tus hijos también lo tendrán", suspiró Neo, la genética realmente era increíble.

Para Elián, todo lo que decía Neo era importante, Neo no lo sabía, pero sus palabras afectaban en gran manera al alfa.