Feray: Resplandor De La Luna

¿Una invitación? ¿y a dónde?-- fue más grande mi curiosidad y emoción, que mi orgullo.

- Eres muy graciosa, pero me agrada... Yo te quería invitar a salir un día de estos, cuando tú quieras, podemos ir a cenar, a hablar un poco, quizás te ayude en algo-- comentó y yo sonreí

- Muchas gracias, sabes cómo hacerme sentir cómoda y bien, entonces no tengo objeciones, acepto tu invitación -- respondí.

- entonces me pondré en contacto... Pero te quiero aclarar algo-- se puso serio y me miró directamente a los ojos-- está es mi primera vez invitando a una de mis pacientes, soy muy profesional, pero tú... -- hizo un pausa -- me caes muy bien -- dijo con rapidez, y yo asentí.

- No te preocupes, no tienes que explicar, tu también me agradas -- tomé un papel y un lapicero de su escritorio y apunté mi número de celular.

- ¿Por qué me das tu número? Yo lo puedo sacar del sistema -- dijo.

- yo lo sé, pero no sería muy ético de tu parte usar la base de datos de un paciente para ponerte en contacto ¿no creés?-- dije y salí del consultorio sin esperar su respuesta.

Me fui riendo de la cara que puso, ya iba llegando a la recepción, cuando ví al fondo del pasillo a Khan con su esposa, por poco me ve, cuando alguien me tomó del brazo y me sacó de su campo de visión, fui a dar a un rincón escondido del edificio.

Mire hacia la persona que me había ayudado, era Emir-- Lo siento, no quise ser brusco contigo, dejaste los documentos en mi consultorio, salí detrás tuyo, pero entonces ví que quedaste congelada cuando viste al esposo de la doctora, supe que debía sacarte de esa situación-- yo solo lo miré, todo a mi alrededor desapareció, fue como si nadie más existiera, un plano totalmente blanco en el que solo estábamos Emir y yo, mi corazón latía con fuerza, una fuerza impulsiva y sin vergüenza me invadió.

Me levanté en la punta de mis pies y dejé un beso suave en sus labios, el mantuvo sus ojos abiertos por mi repentina acción, yo me alejé -- Lo si.. lo siento, no fue mi inten...-- no pude continuar mi frase, está vez el reclamó mis labios, cerré mis ojos y me dejé llevar.

Cuando nos separamos, era evidente los nervios que cada uno había acumulado, no era tan sencillo como impulsivamente lo hicimos parecer, soy una mujer embarazada, con un futuro un poco desordenado, por este golpe de realidad que he tenido, no se si pasar por toda está situación me este volviendo loca y con sentimientos confusos, o quizás las hormonas del embarazo me están jugando en contra, lo único que si estoy segura es que no me parece justo que esté incitando a alguien a qué caiga en el vacío en el que estoy, no es justo con el.

- Emir, esto no está bien, est...-- puso un dedo sobre mis labios, impidiendo que siguiera hablando.

- No digas nada de lo que te puedes arrepentir, por ahora no lo pienses mucho -- yo asentí, su voz me hipnotiza.

- Está bien, pero debemos hablar -- insistí y él mostró su hermosa sonrisa, mis piernas perdieron estabilidad y por poco caigo, me sostuvo con fuerza y agilidad.

- ¿Estás bien?-- se preocupó.

- No me vuelvas a sonreír así cuando estoy desprevenida, necesito estar en mis 5 sentidos para procesar lo que me genera verla-- comenzó a reír con una fuerte carcajada.

- Ssshhtt-- mire hacia todos lados -- haz silencio, estamos llamando mucho la atención -- el miró para todos lados sin dejar de reir.

- Que importa lo que digan los demás, si tienes ganas de hacer algo, házlo, no te cohibas, vida solo hay una, además aquí en el hospital me conocen como el irreverente, espero que eso te ayude a alivianar un poco tu carga-- me causó mucha gracia todo lo que me dijo, pero tiene razón.

- Está bien, prometo que voy a mejorar en ese aspecto -- me tomó de la mano y enredo sus dedos con los mios.

- Debo seguir trabajando -- puso los documentos en mis manos-- estaré en contacto -- dijo y se fué, no sin antes dejar un beso en la comisura de mis labios.

Me quedé congelada en el lugar, de repente escuché unos aplausos que me hicieron reaccionar, giré hacia donde provenían, y allí estaba.

- ¡Amigaaaaaa! --- vocifero -- te besaste con el doctor, si no lo veo, no lo creo, ¡chicaaaa!, eres muy afortunada -- murmuró y yo me sonrojé por la vergüenza.

- ¿Desde hace cuánto estabas ahí?-- pregunté.

- El tiempo suficiente para ver todo el espectáculo, pero no te preocupes, fui su única espectadora, tu querido Khan se fué a la otra ala del hospital, debiste disfrutar un poco más-- comentó y yo golpeé su hombro con suavidad.

- No digas esas cosas, ya me siento lo suficientemente mal--

-¿porque? Tu estás prácticamente soltera -- expresó.

- pero estoy embarazada de otro hombre -- dije la realidad.

- ¿y que? A el no parece molestarle, además, recuerda sus palabras, prometiste algo, dijiste que ibas a cambiar ese aspecto y vas a comenzar a vivir tu vida, sin importar lo que los demás digan, tu nunca faltas a tu palabra, está vez no va a ser diferente y cumple -- me di cuenta que no solo vió, también escucho todo.

- eres una entrometida-- comencé a reír.

- Yo voy a ser la que se va a encargar de que cumplas con tu promesa-- puso su brazo sobre mis hombros -- ¿sabes que? El será un gran padrastro para mí sobrina o sobrina -- dijo con diversión.

-¿estás loca? Creo que ya te estás adelantando demasiado -- ella sonrió, luego se sobresalto.

-!oh! Casi lo olvido, ¿ya sabes el sexo del bebé?-- yo asentí y ella se puso a saltar de puntitas.

- ¿y que es?--

- No te lo voy a decir por parlanchina y chismosa-- me burlé de ella, pero me arrepentí enseguida.

- por favor, por favor, por favor, dime, dime, ¿si? ¿si? ¿si?-- seguía tirando de mi brazo.

- si sigues con ese escándalo nos van a sacar del hospital -- sentencie.

- Pues será tu culpa, dime de una vez, o si no haré más ruido -- me amenazó.

- y dices que la inmadura soy yo, está bien, está bien, te voy a decir, será niña -- ella entrecerró los ojos.

- No te creo, ¿es niño verdad?-- no pude mantener la seriedad y terminé por asentir, y se puso a girar en su puesto -- se le cumplió el sueño al tío, va a estar feliz --

- Eres una loquita, mejor vamos a casa-- ella enganchó su brazo con el mío, antes de irnos pedí la cita con Kerem, luego salimos del hospital.