Transmigración: La Esposa del Tirano

Hacía una hora que Savierra había regresado a su pequeña casa. No, según Savierra, era una casa bastante espaciosa. Se sentía agradecida por vivir separada de Ryden, porque estar con ese hombre la hacía sentir amenazada.

Savierra se estremeció al imaginar vivir bajo el mismo techo que Ryden. ¡No! ¡Eso solo la haría sentir asfixiada si estuviera en el mismo entorno que ese desgraciado!

"Aghh, olvídalo. ¡¿Por qué estoy imaginando vivir con él?! ¡No sería feliz, sería miserable!" Gruñó Vierra irritada. Golpeó su almohada con fuerza, incluso la mordió. Intentaba olvidar sus emociones sin destruir las cosas en su habitación.

Savierra hundió su rostro en la almohada, lloró desconsoladamente porque sentía su autoestima herida. No era que le doliera el corazón porque Ryden prefiriera a Caroline, pero su pequeño corazón se sentía herido por las palabras que Ryden había dicho antes.

*"Eres hermosa, Vierra, ¡pero no estoy interesado en ti en absoluto! Caroline es mejor que tú en todos los sentidos, ya sea en forma corporal o belleza!"*

*¡Bastardo! ¡Ryden es un verdadero bastardo! ¿Qué mujer no se sentiría herida si su autoestima fuera menospreciada de esa manera? ¡Incluso esto involucra su físico!*

"¡Yakk! ¡Ryden debe estar ciego! ¡Cómo se atreve a decir que no soy atractiva! ¡Que se cuide si algún día se enamora de mí!" Maldijo molesta. Sus pies pateaban y se movían erráticamente. Mírenla, su apariencia ahora era como la de una rata que se había caído a una alcantarilla. Completamente desastrosa.

"Jijijiji... Pero, ¿tengo alguna posibilidad de conquistarlo? ¡Mientras que en dos meses moriré en lugar de esa mujer moribunda!" gimoteó sin resignación. Sin embargo, tampoco se atrevió a protestar ante Dios.

"Dios, sé que todo ser humano que vive seguramente morirá. ¿Pero podría mi muerte ser en el momento más hermoso? ¡Quiero que mi muerte esté acompañada de lágrimas de pérdida, no de risas felices como estas personas malvadas!"

"¡Basta de Keyra muriendo trágicamente! ¡No quiero que Savierra siga mis pasos! ¡No quiero decepcionar a Savierra, que me ha dado una segunda oportunidad!". Sí, Savierra tenía que cambiar la opinión de Ryden. Aunque fuera difícil, al menos lucharía durante estos dos meses.

Aunque no tenía confianza en su pensamiento, ¿no valía la pena intentarlo? ¡Considéralo la misión de conquistar el corazón de tu esposo!

Después de unos minutos absorta en sus pensamientos, Savierra recordó algo importante.

"¿Oh, mierda, cómo pude olvidarme de esa computadora portátil?". Los ojos de Savierra se abrieron de par en par. Se tapó la boca. Presa del pánico, se apresuró a bajar de la cama y cogió la caja que había traído la noche anterior.

¡Espera! Savierra recordó algo. Miró a su alrededor con cautela. Temía que todo este tiempo hubiera algo que la vigilara constantemente entre los objetos de su habitación.

Aunque no estaba segura, tenía que estar alerta, ¿no? Su habitación no tenía cámaras de seguridad. Sin embargo, ¿no sería eso aún más extraño? Savierra temía que, sin saberlo, hubiera varias cámaras pequeñas en los rincones de su habitación.

"Aunque mi pensamiento no es concluyente, Ryden tampoco es un tonto que me dejaría sin vigilancia, ¿verdad? Si dentro de la habitación hay que tener cuidado, tal vez en ese lugar no", murmuró Vierra en voz baja. Abrió la caja con naturalidad, como si quisiera coger un tentempié. Caminó tranquilamente hacia el balcón con la caja en la mano.

"Vale. ¡Vamos a jugar a las misiones! Por suerte, en los recuerdos de Savierra, ella había estudiado informática. Así que sé un poco sobre hacking y redes. ¡Jiji... Vierra, eres la mejor!" Dijo Keyra para sí misma mientras se reía.

Savierra se apresuró a configurar la red en función de los recuerdos que tenía en su cabecita. Aunque fracasó varias veces, no dudó en volver a intentarlo hasta que el proyecto improvisado funcionó.

"Por fin, la red ya está operativa. El acceso a esta red solo puede utilizarse con una conexión. Aparte de la conexión de mi ordenador portátil, nadie más podrá acceder a esta red", dijo Vierra con orgullo. La chica se secó el sudor y volvió a juguetear, intentando encender el portátil.

Sus manos teclearon, recordando los conocimientos de hacking de la verdadera Savierra. Primero, investigó la situación de la familia Arlott, y segundo, buscó pistas sobre la muerte de Keyra.

"¿Mi muerte, en las noticias? ¿Quién la publicó? Bueno, da igual, de todas formas es imposible que encuentren mi cuerpo. Todavía recuerdo claramente la corriente del río en ese momento". En aquel momento la corriente del río era muy fuerte, debido a la fuerte lluvia que también caía. Solo de imaginarlo, su cuerpo tembló.

"¡Relájate, Key! ¡Eso ya es pasado!" Murmuró Savierra para tranquilizar su corazón y su alma. Luego continuó su actividad durante 3 horas.

•••

En una mansión real del lado derecho, se podía ver a un hombre sentado en un hermoso jardín. Las manos del hombre acariciaban el lienzo lenta y cariñosamente, como si el lienzo fuera algo que cuidaba mucho, sobre todo porque los trazos que dibujaba desprendían un aura hermosa. El hombre también pintaba con cuidado, sin querer que su pintura sufriera el más mínimo daño.

Flores de peonía florecían a su lado, mientras que en el centro, pintaba a una hermosa mujer con un vestido blanco hueso, irradiando un aura de elegancia y pureza.

*Ese* hombre, *Zyonel** Arron Soivell***.

El hombre de ojos rubí, con ropa informal, esbozó una sonrisa. "Qué hermosa", la elogió con admiración.

"Lo sé, es la esposa de mi mejor amigo. Sin embargo, es la primera vez que siento esta sensación tan emocionante. Lo que la gente llama amor..."

*Amor* *a* *primera* vista...

¡Ah, qué emocionante! El príncipe Zyonel finalmente había encontrado su primer amor.

"¡Informe, su alteza real!" Esas firmes palabras hicieron que el príncipe Zyonel saliera de sus pensamientos. Resopló molesto porque su guardia lo había interrumpido. Sin embargo, le indicó a su guardia que se acercara.

"¿Qué pasa?", preguntó el príncipe Zyonel.

"Esta es la información sobre la dama. Es la hija menor de Aone Arlott y Radeya Arlott: Savierra Arlott", dijo el guardia mientras entregaba un archivo que el príncipe aceptó de inmediato.

"Ya veo... hm, interesante". El príncipe Zyonel asintió con la cabeza. "Oh, sí, ¿qué hay de la búsqueda de la hija de mi tía? ¿Hay algún progreso?", continuó preguntando. Se sintió un poco triste al recordar que su tía lejana había perdido a sus dos hijas gemelas. Habían pasado 22 años, y la búsqueda seguramente había sido difícil y ya había costado miles de millones en honorarios de detectives e informantes.

"Respondiendo a su alteza, la Sra. Anneth y el Sr. Darius han encontrado pistas sobre sus hijas gemelas, pero todavía se están asegurando antes de hacer un movimiento".

El príncipe Zyonel asintió: "Oh, mi pobre tía. Espero que encuentres a tu hija pronto. Me siento muy triste cuando mi tía siempre está deprimida recordando a las gemelas".

"Esperemos que sí, su alteza".

"Envía más agentes de información para ayudar a mi tía. ¡Asegúrate de que hagan bien su trabajo!"

Anneth era la tía abuela del príncipe Zyonel. Kathrina, la madre del príncipe Zyonel, tenía un hermano menor que se había casado con una mujer cuya familia tenía una gran influencia en Londres. Anneth era la hermana mayor de la esposa de su tío. Aunque no eran muy cercanos, trató de ayudar lo más posible a esa pareja de una familia influyente.

"Sí, su alteza, me retiro".

"¡Espera!"

Zyonel dejó sus pinceles y caminó hacia el guardia. "Envía una criada experta en artes marciales a la mansión de Ryden. No, ¡mejor dicho, a la casita de su esposa! Me preocupa que a esa hermosa mujer le pase algo. Y asegúrate de que sea segura. ¡No dejes que sospechen!" Ordenó con firmeza.

"Pero, ¿no cree que esto no sea muy bueno, su alteza...?", el guardia dudó, sintiéndose inseguro.

Los ojos del príncipe se entrecerraron: "¿Te estás atreviendo a desafiar mis órdenes?". Su agudeza hizo que el guardia se quedara helado.

"Lo siento mucho, su alteza, no me atrevo. Me prepararé de inmediato para lo que me pide", respondió el guardia con nerviosismo. Tras ello, el guardia se despidió.

"Solo quiero protegerla y vigilarla desde la distancia. Lo siento, hermosa, esto es todo lo que puedo hacer por ti".

"Suspiro... Lástima que ya estés casado con Ryden. Si no... ah, olvídalo", el príncipe Zyonel sacudió la cabeza mientras exhalaba un suave suspiro. Era una pena que Savierra se convirtiera en prisionera de Ryden.

Bueno, al menos lo que estaba haciendo el príncipe no era algo malo. Solo quería vigilar y proteger a la chica que se había convertido en su amor a primera vista.

•••