Desde una edad temprana, enfrenté una realidad difícil como un joven trabajador, ya que mi padre me dejó con todas sus deudas al abandonarme.A pesar de que siempre me esforzaba en mis trabajos, nunca lograba reunir el dinero suficiente para llegar a fin de mes. Un día, al llegar a casa, comencé a leer mi novela favorita, y aunque no recuerdo en qué momento me quedé dormido soñando con mi personaje favorito y estaba muy feliz o crei que era un sueño, al despertar me llevé una gran sorpresa.
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CHOQUE DE FEROMONAS
●Luca: Al abrir los ojos, una sensación extraña me invade. Ante mí, veo a Noah inclinándose hacia mí, sus labios tocando suavemente los míos. La sorpresa me golpea con fuerza y, sin poder evitarlo, lágrimas comienzan a brotar de mis ojos. En un impulso, lo empujo con fuerza, apartándolo de mí. Con voz temblorosa pero firme, le digo: “¿Qué demonios crees que estás haciendo? ¿Acaso piensas que porque he sido un poco amable contigo, significa que tengo sentimientos por ti? Estás completamente equivocado. Pero, mira, ¿cómo es posible que hayas comenzado de nuevo a inundarme con tus malditas feromonas?”Si lo único que deseas es ser fallado por mi, de acuerdo, lo haré. Lo sujeto firmemente del brazo y empiezo a besarlo con fuerza. Él intenta resistirse, pero no puede oponerse a mi fuerza.
●Noah: No, no entiendo por qué se fue tan rápido. Puedo notar cómo Luca me observa con una mirada de desprecio. De repente, empiezo a sentirme mareado y el calor me invade; no sé qué me está ocurriendo. Estoy un poco aturdido y no logro escuchar lo que Luca me está diciendo. Sin embargo, con cierto esfuerzo, puedo percibir que está muy enfadado. De repente, me agarra con fuerza y me atrae hacia él, comenzando a besarme. Intento alejarme, pero su fuerza es tal que todos mis intentos son en vano, Lo pisé y, aprovechando ese instante, logré liberarme de su agarre. Le propiné una bofetada tan contundente que el eco del golpe todavía reverberaba en mis oídos. ¿Qué demonios crees que estás haciendo? No quiero esto de ti. Además, fuiste tú quien siempre me dijo que me mantuviera alejado de ti. Y ahora, cuando finalmente sigo tu consejo, apareces ante mí y me haces esto. ¿Acaso estás loco?
●Luca:observo a Noah alejarse con una expresión de decepción en su rostro, como si esperara algo de mi. Desde la distancia, decido gritarle: “Estoy seguro de que perdí la cabeza al permitir que me besaras. ¡No te hagas ilusiones! ¿Me escuchaste? Mierda, ¿qué fue lo que hice? ¿Por qué dejé que ese maldito me besara? Ahora, ¿cómo se lo cuento a París? No, no debo decirle nada. Estoy furioso conmigo mismo por haber dejado que esto sucediera, así que empiezo a alejarme de ese lugar, consumido por la rabia y la confusión que me invade por esta situación.
●Noah se encontraba en un estado de angustia. Su mente estaba en caos mientras su cuerpo parecía estar en llamas. Maldita sea, no me siento bien, repetía en su mente, sintiendo cómo la incomodidad lo invadía. La necesidad de volver a casa era apremiante; cada paso se convertía en un desafío. Su visión se tornaba borrosa, como si estuviera mirando a través de un velo, y esa confusión solo intensificaba su malestar.
Por dentro, experimentaba una picazón inquietante que no podía ubicar. Era como si algo en su interior estuviera agitando sus entrañas, provocando una sensación de urgencia. De forma alarmante, notó que un líquido extraño comenzaba a filtrarse, empapando su ropa interior y sumando a su desconcierto y preocupación.
“¿Cómo puedo calmar esta sensación tan extraña?” pensó, abrumado por la desesperación que lo rodeaba. La culpa de haber salido de casa lo llenaba de rabia, cuestionándose por qué no se había quedado en la seguridad de su hogar. Mientras avanzaba, pudo escuchar las voces de varios hombres a su alrededor; un murmullo que aumentaba su inquietud y le erizaba la piel.
Un escalofrío recorrió su cuerpo, y ante la presión de sus pensamientos, decidió salir corriendo. Pero, en un instante, una mano fuerte y firme lo sujetó del brazo, deteniendo su huida. La fuerza con la que esa persona lo tomó lo hizo sentir aún más vulnerable, sumido en una mezcla de miedo y confusión que no sabía cómo manejar.
●Alfa: ¡Vaya, vaya! ¿Qué tenemos aquí? Este omega está derramando feromonas por todos lados, claramente deseando ser follado por cualquiera. Bueno, si no te molesta, nosotros podemos hacerte ese pequeño favor. Comienzo a quitarle la ropa a este delicioso omega. Al verlo de cerca, me doy cuenta de que es realmente una belleza. La emoción me invade y no puedo evitar decirles a mis compañeros: Primero me lo fallaré yo para disfrutar de este momento, y luego ustedes pueden participar, ¿me entienden? Continuo desvistiendo a este niño lindo, pero de repente siento una patada en mi verga que me provoca un gran dolor. Sin pensarlo dos veces, le doy unas bofetadas para que se calme y colabore conmigo.
●Noah: Siento las manos de este hombre recorrer mi cuerpo, su presencia me invade y el olor de sus horribles feromonas me provoca unas náuseas incontrolables. No puedo permitir que estos malditos me violen. No sé de dónde saco fuerzas, pero en un momento de desesperación le doy una patada en sus partes más sensibles, y lo veo retorcerse de dolor. Tengo la esperanza de que podré escapar, pero es un pensamiento engañoso. Este individuo, furioso, me asesta varias bofetadas que me dejan desorientado y cada vez más abatido. Empiezo a gritar, desatando mi angustia, pero él me tapa la boca con su mano, dejándome sin aliento. En ese instante, siento que todo está perdido; ya no me quedan fuerzas para seguir luchando ni para defenderme de su ataque.
EN ESA MISMA CALLE
●Marco: hoy salgo de mi trabajo más tarde de lo habitual. Además, mi chófer no está disponible porque se encuentra fuera de la ciudad, así que me veré obligado a caminar hasta mi casa. Me siento bastante cansado, y mientras camino, mis pensamientos vagan sin rumbo. De repente, escucho la voz de alguien que está llena de terror. No sé por qué, pero siento una urgencia por averiguar de quién se trata. A medida que me voy acercando, empiezo a detectar un aroma peculiar en el aire; es un olor a feromonas de alfas y omegas, Con precaución y desconfianza, avancé unos pasos más y a lo lejos pude observar a varios hombres riéndose entre ellos. Uno de ellos, cruelmente, se encontraba desnudando a un omega que, claramente, estaba en una situación vulnerable. Sin pensarlo ni un instante, decidí intervenir y me lancé hacia esa escena, apartando a ese hombre despreciable que estaba abusando de ese pobre omega. Lo agarré en mis brazos, protegiéndolo de esos brutales atacantes. En ese momento, comencé a liberar mis feromonas, consciente de que esos hombres, al ser recesivos, sentirían miedo ante la presencia de un Alfa dominante como yo. Sabía que mi aroma marcaba claramente la diferencia y que, al sentirlo, no se atreverían a desafiarme.