Después De La Venganza Tendré Un Amante

Pasaron dos horas y quince minutos, la pequeña Isabella había terminado todo, y ninguno de esos exámenes, para ella fue nada, ya que esa chica fue la mejor de su año, aunque la pequeña arpía de Nina, le haya quitado sus logros.

—Listo, ya terminé, si desea usted, puedo llenar más cómo estos, los exámenes no fueron nada para mí, eso sí, tienen que cubrir mi salida del aula— dice la niña para luego ir a llevar los exámenes a dónde está el director, quien estaba levemente enojado, por cómo habla la niña.

El cuándo ella le pasó los exámenes, los tomó de mala gana y la invitó a salir de su oficina para así revisar los exámenes con calma.

La niña por su parte salió de allí y se fue al salón de clases nuevamente, en dónde nada más llegar, la maestra le dio un sermón público, pues desde hace rato, Nina había hablado con ella, y le había dicho que Isabella no llegó a clases por estar jugando con los varones.

—Yo espero que nunca en su vida se atreva a dejar el salón de clases para irse a jugar con los varones, eres una niña y ya tienes esa mentalidad tan promiscua— dice la maestra enojada, todos allí miran mal a Isabella, Nina solo ríe con disimulo, pero aun de esta manera, Isabella la vio y por esa razón, comenzó a llorar, y hará un drama para hacer que Nina se avergüence.

—Yo no estaba jugando con nadie, estaba en la oficina del director, me sentí mal de repente, y tuve que ir hasta ahí, me sentí de esa forma, porque la semana pasada, mi hermana Nina me hizo caer y tuve unos días de reposo, y aún me siento débil — dice la niña mientras hace como si se va a caer, la maestra se asusta y la agarra con delicadeza, porque cree que ella en verdad se va a caer, eso hace que todos sientan pena por ella, y sientan repudió por Nina, quien estaba avergonzada.

Todos se levantan de sus asientos y van hasta la maestra, quien ayuda a la niña a sentarse.

Isabella solo estaba llorando en silencio, pero en su interior estaba riendo por cómo se dieron las cosas, pues esa víbora, va a sentir lo que es la vergüenza, al menos por un tiempo.

Los compañeros de Isabella la miraban con pena, y algunos decían palabras de odio en contra de Nina, ya que ella fue la que delante de todos, dijo que su hermana estaba en el patio jugando con varones, y tal parece que es una mentirosa de primera.

***

Durante todo lo que quedaba de clases, Isabella no hizo nada, para de ese modo hacer más creíble el drama.

La niña en cuestión, solamente ve la situación como se estaba dando, y en su interior se siente feliz, pues todo lo que hará, lo hará por la anterior Isabella, quien fue víctima de tres personas malas.

Cuando el tiempo de salir de clases llegó, ella únicamente se limitó a salir de clases, siendo seguida de Nina, quien estaba en silencio.

Cómo siempre, su padre las esperaba a las dos y él abrió la puerta para que subieran y ellas lo hicieron.

Durante todo el camino, las dos no dijeron nada y así fue hasta llegar a casa.

Isabella solo se fue a su habitación y también pidió de comer desde allí, solo salió para la cena, ya que si no va, su padre se puede preocupar.

Al día siguiente, nuevamente la rutina comenzó, pero en cuanto llegó a la escuela, fue mandada a buscar por el director, quien la recibió con una sonrisa.

—Los exámenes estaban perfectos, ¿me gustaría saber cómo una enana como tú tiene tal conocimiento?— pregunta el director ya serio.

Ella nada más sonríe.

—Tengo memoria fotográfica y todo lo que sé, se lo debo a largas horas de estudios— se justifica la joven y el hombre sonríe.

—Bien, eres un verdadero genio, y como tal, debes de ser exhibido al público, ¿dime qué deseas y te lo daré?— expresa el hombre con entusiasmo.

La niña en esos momentos pensó que lo mejor era irse lejos de la mansión, y así evitar que los sucesos futuros se den, y de esta manera no solamente se hace fuerte, sino que también escapa de la muerte.

También tiene pensado aprender a defenderse, porque lo más probable, es que no tenga magia, su cuerpo no ha dado indicio de eso.

—Quiero estudiar en la universidad para militares, solo eso pido— dice ella y el hombre se quedó reflexionando un poco.

—Bueno, tengo contacto fuera del país, conozco a unas cuantas personas que me deben favores, y con tu inteligencia, eres ideal para esa academia, lo malo es la edad, allí no se aceptan menores de 16 años— dice el mientras mira a la niña de arriba a abajo, quien también se mira así misma y lo comprende.

La edad promedio para que alguien entre a la academia militar para estudiar, es entre los 16 en adelante, y ella aún estaba enana y debilucha.

Por lo que tras meditar un poco, ella llega a la conclusión de que será mejor ir a una institución para niños inteligentes.

Si con esta edad que tiene ahora va a la universidad, los adultos pueden que le hagan bullying y eso no es bueno, lo mejor es ir a un lugar donde sus conocimientos sean aprovechados al máximo.

Eliminará dos pájaros de un solo tiro, terminará sus estudios a temprana edad, y estará lejos de esas mujeres malas, quienes en un futuro van a manipular a su padre en su contra, y le harán la vida un infierno, como persona prudente que es, piensa que sí comienza la venganza con semejante cuerpo tan pequeño y débil, estará perdida.

—Iré a la escuela para niños superdotados, de ir a una universidad con adultos, seré el hazmerreír de la sociedad, aún soy pequeña, y no tengo la fuerza para defenderme de los adultos— dice la niña y el hombre lo entiende.

—Bien, prepara tus maletas, te irás a ese sitio en pocos días, espero que en el futuro puedas lograr tus sueños, hoy haremos un evento de prensa pública, en dónde daré a conocer tu intelecto, ¿estás bien con eso?— pregunta el hombre preocupado.

—Claro, todo sea por mi futuro, es como le dije, traeré honor a su escuela, y daré los mejores resultados nunca antes vistos— dice la niña.

Terminada esa conversación, ambos se ponen de acuerdo en hacer la rueda de prensa en la noche, el director llamó al padre de la pequeña Isabella, y lo citó a su oficina, eso sería antes de salir de la escuela.

La niña por su parte se va hasta su salón de clase, en dónde la maestra la esperaba muy preocupada, la mujer no había iniciado con las clases de ese día.

—¿Te sientes bien Isabella?— pregunta la profesora y ella solo dice que todo está bien y se va a sentar en dónde lo ha estado haciendo todos esos días.

***

Aquí está un capítulo, nos vemos mañana, si Dios quiere