Después de que su esposo le fue infiel con su mejor amiga, tuvieron un altercado. Todos la creían muerta, pero ella volvió con más fuerza dispuesta a vengarse de todos los que le hicieron daño.
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Se va Roxana y llega Sharon.
Hermano, ya me quiero ir de aquí, por favor, ya me siento más o menos bien.
Todavía no, hermana, te faltan algunas operaciones que te van a hacer.
¿Operaciones de qué? Pero si ya me siento bien.
¿Acaso no te lo imaginas?, estuvieron a punto de matarte, si tú te presentas en estos momentos, terminarán por hacerlo, ¿eso es lo que quieres?, le dijo Erick en tono sereno, pero firme.
Claro que no, pero entiéndeme. Quiero ver a mi hija.
La verás, no te preocupes. Pero este no es el momento indicado.
Te vamos a hacer una cirugía facial, serás otra completamente, dijo Erick, esperando la reacción de Roxana.
¡No, no quiero ser otra, mi hija no va a reconocerme!
Te reconocerá, no te preocupes.
Las enfermeras entraron al oír los gritos de Roxana, le pusieron un sedante.
Cuando estuvo dormida, Erick le dijo:
Lo siento hermana, pero ya verás, es por tu bien. Tendrás otro rostro, otra personalidad y otro nombre. Nadie te reconocerá jamás. Podrás vengarte de todos los que te hicieron daño, Empezando por tu esposo y tu dizque amiga.
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Isabella por fin convenció a Arap para que le dijera la verdad a Esther.
Está bien se lo diré pero necesito estar a solas con ella.
Hijita, necesito hablar contigo. Tu mamá ya no va a regresar, hijita. Ella se fue al cielo, pero, ¿sabes? Ella se fue queriéndote mucho.
Eso no es cierto papá, mi mamá está viva. Ella vino ayer. Ha venido a visitarme todos los días, ¿entiendes?, no está muerta.
Lo siento, hijita, de veras, lo siento mucho.
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Señor Arap, lo mandé a llamar porque tengo que decirle algo muy importante sobre su hija, la mestra de la escuela le dijo.
Ella está actuando de una forma muy rara. Parece ser que ella empieza a tener visiones, habla con su madre como si estuviera a su lado. Debe llevarla con un especialista, temo que ella se está enfermando de los nervios.
Maestra, mi hija está muy afectada por la muerte de su madre, pero le aseguro que ella recobrará la cordura en cuanto pase un tiempo.
Por favor, señor, no eche en saco roto lo que le estoy diciendo, su hija puede estar mal, a la larga eso podría ser mucho peor.
Gracias, maestra, yo sabré qué hacer con mi hija.
"La que se está volviendo loca es la maestra, decirme a mí lo que debo hacer con mi hija. ¡Bah!"
Aunque Arap ya lo había notado, pero estaba seguro que se le pasaría. Era mucho dolor para una niña tan pequeña. Pero se sobrepondría, él la ayudaría.
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Varios meses después...
Dennis la mamá de Stan y Ethan, caminaba por las calles, infinitamente triste y creyó ver a su hijo desaparecido. Corrió a alcanzarlo gritando:
¡Hijo, hijo!
Pero el hombre no la escuchaba y seguía caminando.
Ella seguía corriendo atrás de él...
¡Hijo, hijo!, gritaba.
Cuando por fin lo alcanzó, lo abrazó, al voltear se dio cuenta de que no era su hijo y cayó al suelo abatida, llorando.
Ethan la vio y la abrazó poniéndose en cuclillas junto a ella.
Tranquila, mamá, no llores, te prometo que lo encontraremos.
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Tío Ethan, ¿encontraron a mi papá?
No lo hemos encontrado hijo, pero, por favor, tienes que ser fuerte, tal vez lo encontremos... muerto.
Al oírlo Igor no pudo evitar el llanto.
Ethan lo abrazó y lloraron juntos.
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Erick fue a visitar a Roxana al hospital.
Le tendió un espejo y le dijo:
Te presento a Sharon, tu nueva personalidad.
Al verse al espejo ella casi deja escapar un grito... ¡Dios mío!, esa no soy yo, no puedo reconocerme.
¿Ves?, ni tú misma te reconoces, pero esa eres tú. Desde hoy en adelante serás Sharon Galaviz.
A mí lo único que me importa es, ¿qué va a pasar con mi hija?, quiero verla, dijo Sharon.
Hermana, tienes que tener paciencia, ¿sí?, todo a su debido tiempo.
Erick le entregó unos paquetes...
Esta es la ropa que te pondrás de ahora en adelante. Ya no quedarán rastros de Roxana. Ah, y usarás pupilentes de color, debes cambiar completamente. Anímate, continuó diciendo, no es tan grave, piensa que podrás ver a tu hija libremente, y esos pagarán. Yo te voy a apoyar en todo.
Sharon todavía no entendía a qué se debía todo eso.
Insisto hermano, esta no soy yo, dijo extendiéndole el espejo.
Él quiso usar un poco de humor; claro que no, este soy yo, dijo mirándose al espejo.
Ella, inconscientemente, esbozó una sonrisa.
Y de pronto ambos soltaron la carcajada.
Ya ves hermana, así te ves mejor, tómalo por el lado amable.
Sharon dio un gran suspiro, está bien. Espero que todo esto tenga un final feliz.
Déjalo todo en mis manos. Ya tengo todo preparado para una buena venganza.
Hermano, por favor, que mi hija no vaya a salir perjudicada.
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Isabella ya se creía la dueña de la casa, trataba a la servidumbre con altanería, y hasta les tronaba los dedos.
Arap juntó a toda la servidumbre y les dijo:
Isabela es mi prometida, y desde ahora en adelante ella será la que dirija esta casa, ustedes tendrán que hacer caso de todo lo que ella les diga. Y el que no obedezca será puesto de patitas en la calle. ¿Estamos?
Se oyó un ¡sí!, al unísono.
Bien, pueden retirarse cada quien a sus quehaceres.
Gracias, amor, por darme mi lugar en esta casa, verás que no te vas a arrepentir.
Pronto serás mi esposa, y te tienen que dar tu lugar. Puedes disponer de todo cuanto creas necesario.
Gracias amor. Eres todo lo que necesito.
Esa noche ninguno de los dos iba a dormir.
