Lucía, luego de morir despierta en la última novela que leyó, pero lo más extraño de todo eso fue que despertó en el personaje que más odiaba...
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capítulo 5
En el restaurante mientras el barón Lauren escuchaba atentamente todo lo que su hija Emilia le contaba, este miraba a Dayana esperando una explicación.
— ... Y es así como la princesa nos invitó a tomar el té en su casa... ¿Podemos ir papi? La princesa dijo que tú también estabas invitado.
El señor Lauren miró a Emilia nuevamente y con una sonrisa asintió pero luego dijo.
— Sí lo haremos, pero solo porque es de mala educación rechazar una invitación así... — Luego volvió a mirar a Dayana y hablo— no quiero que vuelvas a meterte en los asuntos de los príncipes. Y mucho menos que te metas con los nobles... Las he mantenido lejos de la corte por algo Dayana, no quiero que los nobles se aprovechen de ustedes.
Lucia sonrió tímida y solo agregó.
– Lo siento padre... es solo que no pude evitarlo. Esas señoritas estaban intimidando a la princesa y sólo me molesté. Lo siento.
Dayana siguió con su comida mientras veía como su padre consentía y jugaba con su hermana menor. Se había dado cuenta de que esas dos personas que tenía frente a ella le agradaba demasiado y haría todo para proteger a su, ahora, pequeña familia y felicidad. Luego de almorzar, todos se dirigieron a una posada donde se hospedarían por algunos días, puesto que la mansión Lauren quedaba algo retirada de la capital y el viaje era algo peligroso en las tardes-noches.
Al día siguiente por la tarde, la familia Lauren se encontraba en la entrada del ducado Milton. Como lo había prometido Dayana había ido junto con su padre y hermana a la gran mansión, una vez descendieron del carruaje, la señorita Sarah ya se encontraba esperando junto con su padre y madre en la entrada.
Rápidamente, bajo los escalones de su entrada y acercándose a Dayana tomó sus manos y prácticamente chilló.
— Sí viniste...
Lucia sonrió por la actitud de su prota favorita y asintiendo con una sonrisa agrego.
— Por supuesto que vendría, princesa, déjeme presentarle a mi padre...
El barón caminó hasta llegar a la princesa e inclinándose dijo.
— Es un placer conocerla alteza, muchas gracias por esta invitación.
De pronto Emilia se acercó a la princesa y con una radiante sonrisa dijo.
— Yo soy Emilia, princesa. Gracias por invitarnos a su hogar.
Sarah miró con una sonrisa a Emilia y acariciando su cabeza sonrió y les indicó a todos que pasarán. Cuando se encontraron con los duques también se saludaron formalmente y al ingresar todos al jardín empezaron a hablar. Sarah prestaba atención a todo lo que el barón y sus hijas hacían, y Dayana estaba analizando todo de igual manera, en un momento la duquesa preguntó.
— ¿Y díganos barón Lauren porque se ha mantenido tanto tiempo alejado de la sociedad?
— Verá duquesa, soy padre de dos señoritas y al fallecer mi difunta esposa le prometí que mantendría a mis hijas lejos de los nobles. No me malinterprete, pero... la alta sociedad es... Un lugar donde no quiero que convivan mis hijas. Ella estan criadas lejos de todo este mundo y en cuanto terminemos nuestros asuntos aquí espero que siga así, nuestra vida está en el campo. Mi familia se ha dedicado por muchos años a la ganadería y agricultura, y solo espero que en un futuro mis hijas puedan heredar nuestro legado.
La duquesa sonrió por las palabras del barón, desde que habían llegado había notado que a pensar de ser una familia de nobles de rango más bajo que ellos, no parecían estar deslumbrados por todo lo que veían a su alrededor y eso le gustó mucho, puesto que la mayoría de invitados que iban a su mansión siempre querían comparar los lujos que ellos tenían con los de las demás familias incluso con los que había en el palacio.
Sarah por su parte al oír que Dayana se podía volver a alejar dijo.
— ¿Pero... la señorita Dayana podrá venir a visitarme? Digo, es que en verdad no cuento con muchas amistades y me gustaría que fuéramos amigas.
Dayana sonrió y mirando a su padre contestó.
— Sí mi padre me lo permite, vendré a visitarla princesa.
El barón miró complicado a su hija y el duque al ver esto lo invito a pasar a su despacho para hablar de otros asuntos.
La tarde se la pasaron hablando de diferentes temas y aunque por momentos a Lucia le parecía una conversación de lo más aburrida, puesto que hablaba de vestidos, joyas zapatos y demás, hubo un tema que le llamó la atención.
— Mi hermano vendrá más tarde, me gustaría que lo conociera, desde que usted me ayudo no he parado de hablar de usted con mi familia y en cuanto le hable a mi hermano de usted él dijo que le gustaría conocerla.
Lucia sabía perfectamente de quien le hablaba, Víctor Milton, este era el futuro duque y mano derecha del ministro de guerra. El joven era uno de los guerreros más formidables que había en el imperio y en un futuro se convierte en el villano de la historia. Después de que su hermana se suicidara Víctor culpó tanto al príncipe como a Dayana por su decisión y utilizando todo su poder logró desestabilizar por un tiempo al principito... lastimosamente tampoco terminó nada bien para él, puesto que luego de que el emperador Esteban, supiera de donde venían esos ataques internos, mando a arrestarlo por traición y fue ejecutado dejando así a los duques sin dependencia...
Dayana al recordar esta parte de la historia dijo.
– Ya veo, muy bien princesa si ese es su deseo, me encantaría conocer al joven Milton...
se q la historia ya esta escrita pero tengo un favorito ya
porque le cambio el nombre a Esteban?