OTRA REENCARNACIÓN MÁS

Una muy cansada y pálida Mirta llegaba al que Iba a hacer su hogar habían tardado demasiado en llegar; ya que tuvieron que estarse deteniendo constantemente, puesto que Mirta no paraba de vomitar y se sentía mal.

-pobre señorita fue un viaje muy pesado para ella, necesita un doctor Darg-

-Pequeña doncella; ella no necesita nada con descansar es más que suficiente, en cuanto coma estará mejor, solo está tratando de llamar la atención.-

-No digas tonterías!…. Además, no soy pequeña, no es mi culpa que tú seas un gigante... Darg hemos sido amigos desde pequeños y sé dé tu amor por Mary, pero ella se va a casar con el príncipe y va a ser la reina, la señorita no le hizo nada grave y lo sabes todo fue una trampa del príncipe para quedarse con Mary y lo sabes..-

-Mira Dalia tú eres la que dice tonterías ella no paraba de humillarla y la hacía llorar además tenía un amante; solo es una malvada mujer, caprichosa y envidiosa de que alguien fuera mejor que ella... Vete a servirle a tu "señorita" que por lo visto ya se te olvidó quien es realmente esa mujer.-

-Darg eres un soldado de Neferù que no se te olvide y tu lealtad es con el duque, Mary ya es asunto de alguien más, y no vuelvas a hablar así de la señorita Mirta.-

Darg no deja de sentirse molesto esa mujer solo daño a su amada un ser inocente y puro además de que ella solo ha defendido a los desvalidos, en cambio, la víbora no hace más que dañar… Además, que castigo es este el duque la mando con una Caravana llena de dinero y un ejército para cuidarla… Ella no va a aprender nada después de lo que hizo se merecía la horca.

Al pasar dos meses de estar en este lugar, las cosas iban mejorando para el pueblo, ya que al llegar soldados y nueva gente, poco a poco iban teniendo un orden y se empezaban a abrir nuevos negocios la gente mejoraba sus casas Mirta se había convertido en una muy buena administradora del lugar y Darg siempre vigilaba la seguridad siempre caminaban juntos por Asarat y la gente pensaba qué la señorita se había enamorado de su escolta y su amor prohibido los había llevado al exilio.

-¿Te sientes bien Mirta, te veo pálida quieres volver?- preguntaba un ansioso Darg

-No, estoy bien, solo no me acostumbro a esta humedad hay demasiados árboles por todos lados, debe ser eso-

-Desde que llegamos estás así, pensé que era el camino hasta aquí, pero no has mejorado, Vamos con un doctor -

- Darg, estoy bien...es solo m…mi estado-

-De qué hablas... ¿que estado?

-Estoy embarazada Darg-

Él no supo cómo reaccionar, ya que ni siquiera se le notaba nada.. El lo sabía no eran mentiras era una mujerzuela que de seguro tendría miles de amantes, casi lo engaña y de seguro quería usar a ese bebé para que el príncipe se quedará con ella, y de paso su adorada Mary sufriría, está mujer tenía todo calculado, tenía que impedir que está mujer se fuera con el pretexto de su embarazo y dañará a su amada.

-Mirta no te voy a permitir que sigas dañando a nadie, sabrá Dios con cuántos hombres te acostaste, pero no puedo permitir que se te ocurra volver al palacio a dañar a Mary-

- De que hablas solo he estado con uno, además, si fueron más a ti que te importa!!, no olvides que eres un soldado para servirme te he estado permitiendo demasiado, solo lo he hecho por qué según tú si la gente sabe quién soy van a intentar hacerme daño; pero ya veo que no solo intentas cuidar a esa plebeya.-

- Ella es mucho mejor que tú... Por eso ella va a ser la reina y tú estás aquí!!-

- Eso no quita que yo sea de sangre pura y educada desde niña, mientras esa no es más que una habladora e ignorante, en cuanto vean la realidad su burbuja va a explotar y quiero ver cómo es que le van a hacer.-

- Mary es mejor y ella va a ayudar al pueblo, tú solo quieres más reconocimiento, por qué es obvio que al príncipe ni lo quieres, si fuera así no estarías embarazada sabrá Dios quien fue el valiente-