Casarse Con El CEO

_ Entonces señorita Allison. ¿Cómo puedo decirle esto...? Es que para que el banco libere un préstamo tan alto como ese necesitaremos un aval o un comprobante de que usted tenga al menos un año de contrato en su trabajo. De lo contrario, el banco no puede liberarlo.

Y le digo más, cualquier banco al que vaya le dirá lo mismo.

_ Pero pensé que sería más fácil obtener el préstamo.

_ Siento mucho no poder ayudarla.

_ Está bien. Gracias por su atención.

Allison se despide y sale del banco muy desolada por no haber conseguido el préstamo.

Después de irse de allí, llama a su padre y le cuenta todo.

Su padre, muy positivo, intenta calmarla y tranquilizarla.

Ya había pasado un mes y Allison aún no había conseguido el dinero del tratamiento, incluso intentando en todos los bancos no logró el préstamo, tal como el gerente ya le había dicho. Incluso juntando un poco del trabajo y también de la jubilación de su padre, no era ni el comienzo del valor que necesitaba.

Cuanto más pasaban los días, más grave se volvía la enfermedad de Peter y poco a poco la enfermedad lo iba dejando más y más cansado. Allison ya estaba desesperada y sin esperanzas, no lograba ver ninguna salida, lo peor era que en el trabajo tampoco las cosas iban bien.

Ethan estaba cada vez más irritado con Allison y ella, por todo lo que estaba pasando, ya no lo soportaba más.

Ya era final de la tarde, como ya había terminado el trabajo, Allison se va más temprano a casa, quería estar con su padre. Así lo hizo, fue corriendo a casa, Allison sale del taxi y entra en casa, al entrar deja su bolso en la sala. Había un silencio en la casa como si no hubiera nadie allí.

_ Papá... papá... Allison llama a su padre.

Pero él no responde.

Allison busca en la habitación y nada, solo entonces va hasta la cocina y al llegar allí se encuentra con su padre caído en el suelo.

_ Papá... corre hacia su padre.

_ Papá... por favor abre los ojos.

Allison, arrodillada cerca de su padre, intenta despertarlo pero sin resultados, corre hasta la sala donde había dejado su bolso y coge su celular.

Muy nerviosa y con lágrimas en los ojos, Allison llama a la médica, quien en ese mismo instante envía una ambulancia a su casa.

Mientras espera la ambulancia, Allison se sienta al lado de su padre, colocándolo apoyado en sus piernas y llorando continúa intentando despertarlo.

_ Papá... por favor despierta! No puedes dejarme. No puedo vivir sin ti.

Allison, desesperada, sigue intentando despertar a su padre.

Pocos minutos después llega la ambulancia y los paramédicos entran en la casa y ponen a Peter en la camilla y lo llevan hasta la ambulancia. Allison, muy afectada, va junto a su padre.

Al llegar al hospital, la médica ya los esperaba.

Peter es llevado de urgencia a la sala de atención, como el lugar era restringido Allison tuvo que esperar en la sala de espera.

Muy desesperada, comienza a rezar y a pedir por la recuperación de su padre, ya que parecía que su enfermedad se había agravado aún más.

Fueron horas de desesperación y sin ninguna respuesta de lo que estaba sucediendo allí dentro. Ya había pasado mucho tiempo hasta que la puerta se abre y la médica sale con una expresión de tristeza, eso dejó a Allison aún más desesperada.

_ Dra. ¡Dígame! ¿Cómo está mi padre? No me diga que mi padre...

Allison, entre llantos, solo pensaba en lo peor.

_ ¡Calma! Logramos estabilizarlo, pero...

_ ¿Pero qué, Dra.?

_ Vamos a mi consultorio, así podemos hablar mejor.

Allison acompaña a la Dra. hasta su consultorio y después de entrar se sienta frente a la Dra. en un sillón que había allí.

_ Dígame Dra. ¿Cómo está mi padre? pregunta Allison.

_ Voy a ser muy sincera con usted. Al mirar los exámenes de su padre, los que se hicieron hoy, vi que...

_ Dígame Dra. No me oculte nada.

_ Está bien. Ahora ya no hay tiempo para el tratamiento, la enfermedad regresó mucho más rápido de lo que yo pensaba y solo nos queda ahora hacer la cirugía. Pero hay un problema.

_ ¿Cuál es el problema, Dra.?

_ Es que el costo de la cirugía es aún mayor que el tratamiento, pues la especialista que hace este tipo de cirugía no es de aquí y el costo de traerla y también otros procedimientos es bastante alto.

_ Pero...

_ Lo siento mucho.

_ ¿Y qué sucede si él no se la hace, Dra.?

_ Él tendría solo algunos días de vida.

_ ¡No! No puedo permitirlo, no voy a perderlo.

_ Lo siento mucho.

La Dra. se acerca a Allison y la abraza.

_ ¿Puedo verlo?

_ Él está bajo el efecto de medicamentos y solo despertará mañana, es mejor que usted vaya a casa y descanse, mañana podrá verlo.