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Carmesí

Carmesí

Status: Terminada
Genre:Completas / Malentendidos / Elección equivocada / Traiciones y engaños / Matrimonio entre clanes / Familias enemistadas / Secretos de la alta sociedad / Mundo de fantasía / Enfermizo
Popularitas:1.1M
Nilai: 4.9
nombre de autor: thailyng nazaret bernal rangel

Primer libro de la saga colores

Eleana Roster es hija de un fallecido conde, su hermano queda a cargo de su tutela y la de su hermana. La única preocupación es conseguirle esposos adecuados, pero la vida de Eleana no a sido del todo plena, debido un accidente que sufrió de pequeña a tenido que sobrellevar sus veinte años con una discapacidad, soportando muchos desprecios y cuando su hermano decide presentarla en sociedad recibe un desplante que le cambiará la vida por completo.

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NOTICIAS DETESTABLES

...ELEANA:...

Después de unos minutos decidimos que era tiempo de volver a la mansión, los invitados ya se estaban marchando y el salón estaba un poco vacío, pero no podíamos encontrar a Emiliana.

— Busca en los baños y los balcones, yo buscaré en el salón — Me ordenó Lean mientras se marchaba.

Me dispuse a buscar, un poco preocupada por mi hermana. No todos los hombres eran caballeros y algunos solían acosar a las señoritas para obligarlas a cometer actos inapropiados, pero Emiliana no sería tan ingenua para ir a un lugar solitario con algún joven.

Busqué primero en los baños, pero no encontré nadie, luego me dirigí a los balcones del salón.

Lo extraño del asunto era que tampoco había rastro de esa desagradable duque, pero no quise sacar conclusiones precipitadas.

La angustia aumentó cuando no la hallé en ninguno de los dos balcones, solo quedaba uno y entonces tendría que encontrarme con mi hermano para buscar en los jardines y alrededores del palacio.

¿Y si tampoco aparecía? Tendríamos que informar al marqués para ayudara, pero sería riesgoso ya que estaríamos alertando a los demás invitados y las especulaciones sobre el motivo de aquella desaparición surgirían para ponernos en una situación engorrosa.

Me detuve en seco, alejando todos esos pensamientos cuando encontré a Emiliana en el balcón que faltaba por revisar. Dí un paso, pero fruncí el ceño al notar que no estaba sola.

Se hallaba hablando con ese hombre, el duque, demasiado juntos para ser normal.

Reían con mucha confianza.

Me escondí detrás de una escultura y observé detenidamente la situación.

¿Qué estaba ocurriendo?

Mi hermana jamás le hablaría y miraría a un extraño de esa forma.

El infeliz la acorraló más contra el muro, inclinando su cuerpo hacia adelante. ¿A caso pretendía besarla? ¿Mi hermana lo dejaría?

Ese idiota tenía más años respirando que Emiliana.

Vaya que era despreciable el cerdo,

Me acerqué hecha una furia.

— ¡Apártate de ella! — Gruñí y ambos giraron su rostro a mí.

Mi hermana se sonrojó.

— ¡Eleana! — Dijo asombrada.

El duque me observó con expresión indignada, obviamente irritado por la interrupción, retrocedió lentamente y acomodó un mechón que se había escapado de detrás de su oreja.

— ¿Qué está pasando aquí? — Exigí, al notar que mi hermana no soltaba una explicación o no mostraba temor hacia el sujeto que la acosaba.

Dí un paso, sin importarme que el infeliz notara que renqueaba y que usaba un bastón.

Sus ojos me recorrieron de la misma forma que en el bosque, pero no mostró reconocimiento.

— Eleana, calma — Mi hermana se acercó, enseñando sus manos cubiertas por los guantes de encajes.

— ¿Qué haces con ese idiota? — Gruñí, sin importarme que me escuchara, él resopló.

— No estábamos haciendo nada malo — Mi hermana hizo un gesto para que me callara, estaba avergonzada de que la defendiera.

Me aparté de ella, notando que no estaba siendo obligada a hacer todo lo que ví anteriormente.

Observé al duque, quien apoyó su cuerpo del muro y evaluó la situación sin intervenir.

— ¿Qué estabas haciendo? — Insistí, sintiendo el calor de la furia en mi rostro.

— El duque y yo solo estábamos hablando — Gruñó, elevando su barbilla.

— Mi hermano dijo que no te acercaras a él.

— Tendrá que acostumbrarse a que esté cerca de él — Soltó y me quedé desconcertada.

— ¿Qué? — Jadeé, observando al duque.

Él se acercó con pasos calculados y elegantes.

— He decidido que la Señorita Emiliana será mi prometida y mi futura esposa — Informó y no pude creerlo.

Mi hermana le sonrió como una tonta a la que se engañaba con dulces.

— Usted no puede decidir eso, mi hermano es el que tiene esa potestad — Dije, queriendo darle a ambos con el bastón, a mi hermana por hacer todo lo contrario a lo que se le ordenó y el infeliz por aprovecharse de ella, estaba segura que ese despreciable solo deseaba hacerle daño.

— Tengo más jerarquía que su hermano, no sabe con quien está tratando.

— Ya me acaban de informar de la fama que se gasta y obviamente no estoy de acuerdo con esto — Le dí una mirada despectiva.

— El Duque Dorian me ha elegido y ustedes no harán nada para evitarlo, ningún hombre me interesa, solo él — Intervino mi hermana y resoplé.

— Lo acabas de conocer...

— No, te equivocas en eso — Dijo, jamás había detestado a mi hermana, pero en ese momento lo hice — Hemos estado hablando por cartas desde hace dos semanas.

Ella entrelazó su brazo con el del duque.

— ¿Cómo es eso posible? Mi hermano jamás permitiría que las cartas de éste ser llegaran a tus manos.

Me estaba doliendo la cabeza de la ira.

— Hay muchas formas de recibir correspondencia sin necesidad de que pasen por las manos de Lean — Se observaron de forma confidente.

— Esto que estás haciendo está mal Emiliana.

— Eleana, no me juzgues por favor y mantén esto en silencio — Me suplicó.

— No puedo...

Me tomó del brazo.

— Vamos antes de que mi hermano nos vea — Trató de empujarme, pero no me moví — Su Gracia, nos vemos luego.

El duque asintió con la cabeza.

Cedí y me alejé con el enojo al borde.

— Ese hombre es malo para ti — Susurré mientras volvíamos al salón, mi hermana me ignoró completamente cuando Lean nos encontró.

...****************...

— ¿Dónde estabas? — Preguntó Lean a Emiliana cuando estábamos en el carruaje.

— Estaba tomando aire en el balcón — Dijo mi hermana, mintiendo con facilidad.

Mi lengua se moría por soltar todo.

— ¿Sola? — Lean estrechó sus ojos.

— Si, baile tanto que sudé — Ella agitó su mano cerca de su rostro para hacer énfasis.

— Ah, eso sí, tuviste suerte hoy, bailaste como con veinte caballeros.

Mi hermana rió.

— Exageras.

El resto del camino estuvimos en silencio, pero mi interior estaba inquieto, necesitaba calmarme, pero no podía.

Mi hermana no podía casarse con un sujeto como ese.

Un desgraciado que me había humillado en el bosque y que amenazó con romperme la otra pierna si decía algo.

No, ésta vez no iba callar.

Ya no era niña a la que podían asustar.

Si tenía que impedir que mi hermana se casara con ese ser para protegerla, lo iba hacer, así me odiara después.

Ese hombre la había engañado, seguramente la estaba tratando lindo para atraparla, usando su buena apariencia para convencerla, pero a diferencia de mi hermana yo no me fiaba de las buenas apariencias, yo veía más allá de los rostros bien parecidos y por fortuna sabía como era el duque.

Al llegar a la mansión el mayordomo nos recibió.

Mi hermana se encontraba en el vestíbulo.

Nos saludó a los tres con un beso en la mejilla.

— ¿Cómo les fue? — Preguntó a ambas.

— Excelente, baile tanto que me duelen los pies — Dijo Emiliana, con una sonrisa enorme.

Mi madre alzó las cejas.

— Oh, me alegra tanto que te haya ido también, seguramente recibiremos mucha correspondencia de esos caballeros.

— Tal vez, así podré hacer mi elección, con su permiso iré a dormir, estoy muy agotada — Emiliana, inclinó su cabeza y luego me dió una mirada de advertencia.

Subió las escaleras a prisa.

Mi madre parecía satisfecha.

—Querida ¿A ti cómo te fue?

— No muy bien, solo pude hablar con un joven — Suspiré pesadamente, un joven que tal vez no volvería a buscarme gracias al maldito entrometido.

— Oh, pero no te desanimes, uno es mejor que nada y seguramente le has gustado — Mi madre me abrazó — Estoy tan segura de que encontrarás a alguien, casi puedo verte con tu vestido de novia — Se apartó con lágrimas en los ojos — Me harás mucha falta cuando llegue ese momento.

— Mamá, ni que fuera a casar mañana, no es un hecho — Me quejé y Lean soltó una carcajada.

— Tal vez el joven que estuvo platicando venga mañana a pedir tu mano.

— Eso solo sucede en sueños — Callé un bostezo — Quiero ir a dormir, madre, hermano, buenas noches — Me despedí.

— Buenas noches, querida, ¡Qué descanses!

Me marché por el pasillo hacia mi habitación.

Afortunadamente la sirvienta estaba en mi habitación para ayudarme con el vestido.

Pasó una hora de ajetreo y esfuerzo antes de que pudiera acostarme, pero esa noche no dormí en lo absoluto.

La preocupación por Emiliana no me dejó.

Recordaba a cada instante mi desafortunado reencuentro con ese sujeto, su forma tan petulante y altanera que me cabreaba con solo pensar.

Al parecer su horrible personalidad había empeorado con los años.

Ahora pretendía meterse con Emiliana.

¿Por qué con mi hermana? ¿Por qué justamente con mi familia? Por como había actuado en el bosque conoció a mi padre y en la celebración quedó demostrado que también a Lean.

Pero no parecían llevarse bien, yo opinaba lo mismo que mi hermano, ese sujeto era como una patada en el trasero.

Cual fuera su motivo, no iba llevarlo a cabo.

Yo no iba permitirlo.

Me llevó toda la noche armar un plan para detener aquello.

...****************...

Habían pasado cinco días desde la celebración.

Esperé por si el duque se presentada a pedir la mano de Emiliana, pero no lo hizo. Eso dejaba mucho que desear, un hombre cobarde que no daba la cara no era adecuado.

Vigilé a mi hermana sin que lo notara.

Me había abordado, suplicando por mi

silencio y se lo dí para que bajara la guardia, de esa forma se quedó tranquila y no siguió persiguiendo mis pasos rencos por la mansión.

Emiliana se la pasaba la mayor parte del tiempo en la biblioteca, también conversaba y tomaba el té con mi madre, como última actividad del día se dedicaba a bordar pañuelos con iniciales y diseños de flores.

En una ocasión me obsequió uno con mi nombre. Era muy buena en eso.

La vigilé todo el día, discretamente.

Aprovechando que mi hermano había salido atender sus negocios me dediqué a actuar.

No hizo nada sospechoso en todo el día, hasta que al atardecer aprovechó que mi madre estaba ayudando en la cocina para salir al jardín.

La seguí sin dudarlo y me oculté detrás de un arbusto cuando ella se detuvo frente a la puerta de rejilla en el muro que era usada por los jardineros cuando transportaban la maleza y las ramas secas que arrancaban del jardín.

Emiliana se mantuvo allí, observando a todas partes con impaciencia y nerviosismo, hasta que un criado que no pertenecía a la mansión entró y le entregó un sobre.

Ella le dió una propina y lo despachó rápidamente.

Me oculté cuando Emiliana giró sobre sus talones para volver a la casa, ocultando el sobre en el bolsillo de su vestido.

La seguí de nuevo, notando que se dirigía a sus aposentos.

Esperé a que bajara de nuevo, tardó casi media hora en hacerlo y aproveché que volvía con mi madre para subir las escaleras.

A pesar de me costó hacerlo con rapidez, con mucho esfuerzo llegué al segundo piso.

Me dirigí a su habitación y entré.

A diferencia de la mía, la habitación de Emiliana tenía muchos colores femeninos de tono rosa y crema, con diseños de flores pintados en las paredes.

Empecé a registrar la comoda, pero no encontré nada, excepto sus maquillajes, perfumes y lazos.

Me dirigí al armario, urgando todo sin desordenar, pero no hubo nada más que ropa.

El tiempo se me acababa y no encontré las pruebas que necesitaba, hasta que se me ocurrió revisar bajo la cama.

Había un cofre allí y me metí bajo la cama para tomarlo.

Lo arrastré, pero estaba cerrado con llave.

Observé por debajo del cofre y encontré la llave pegada allí.

Abrí el cofre y encontré un montón de cartas con olor a perfume de varonil.

Tomé unas pocas y volví a colocar el cofre en su sitio.

Salí rápidamente y bajé las escaleras, gruñendo por los latigazos de dolor que sentí en el tobillo.

Entré en mi habitación y le coloqué el seguro a la puerta antes de abrir los sobres.

La letra del duque era hermosa, elegante y sus versos eran preciosos, recitaba poemas para Emiliana.

Se me hacía imposible creer que era el mismo sujeto del bosque y de la celebración.

Cualquier persona que leyera aquello, pensaría que se hallaba ante un caballero de hermosos sentimientos.

Sin poder evitarlo, solté algunas lágrimas, conmovida.

Por un instante me arrepentí de arruinar aquella relación.

Sería mi culpa y mi hermana me odiaría por el resto de mi vida. Jamás podría vivir tranquila sabiendo que arruiné la posibilidad de que mi hermana fuese feliz, a pesar de que ese hombre era desagradable y de que no tenía buena fama, su forma de escribir mostraba lo enamorado que estaba de ella.

Me hizo sentir desdichada, jamás me escribirían algo como eso.

Muy en el fondo me daba celos que mi hermana recibiera cartas tan hermosas.

A estás alturas no había recibido la primera carta de un hombre.

Sopesé mi decisión, yo no arruinaría eso, pero la última carta que leí me hizo volver a tomarla con más fuerza y determinación.

Hablaba sobre la posibilidad de huir juntos si mi hermano no aprovaba la relación ¿Qué clase de hombre propondría algo semejante? Solo un egoísta desconsiderado lo haría.

Si le preocupaba mi hermana no podría en riesgo su dignidad, raptandola.

Me levanté, guardando las cartas en mi bolsillo.

Entré en el estudio de Lean y observé el retrato de mi padre, el que colgaba junto a su vitrina de licores.

— Padre — Suspiré, deteniéndome frente a él — No hago esto para hacerle mal a Emiliana, lo hago por su bien... Ese hombre es despiadado, le hará mucho daño si se casa con él, por favor... Has que comprenda y que no me odie — Sollocé sin poder evitarlo.

Mi hermano entró y me giré.

Al verme allí con lágrimas en los ojos se desconcertó.

— Eleana ¿Por qué lloras?

— Tengo algo que contarte.

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Lidia Rios
EXCELENTE 👌 NOVELA 👍FELICIDADES 👏 AUTORA ESTUVO GENIAL GRACIAS
Leslie Valencia
👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻
Milagros Valderrama
excelente novela me tiene atrapada felicidades autora
Violette Hernandez
Bueno al menos dió a entender que Lean quedaría con una mujer 😁😁 excelente historia me super encantó 😍☺️
Violette Hernandez
He leído tantas novelas en ésta aplicación,y te felicito por salir de lo mismo y hacerme dar opiniones sobre cada que se hiba desarrollando la trama, me encantó la novela, y buscaré tus otras obras para ver, felicidades nuevamente y gracias por ése talento que tienes y compartes con nosotras ☺️
Violette Hernandez
No quiero sonar mal con mi comentario, pero espero y el inútil de lean si consiga una esposa y no se quede a gobernar con el Rey que al parecer eso dieron a entender 🙄🙄🙄
Violette Hernandez
además no sé porque Eleana abogó por O'brien el echo de que le ayudase un poco,no borraría todo el mal que hizo y el rapto de ella y de su hermano 🙄🙄
Violette Hernandez
estoy de acuerdo con Barbara, mínimo más años de esclavitud y sin lengua 😛,y le falló a Eleana,tan disque hábil con las dagas,de perdido le hubiera dejado una muy buena rajada en la cara a la bruja para quitarle ésa cara de Reyna que tenía, para que le quedarán unas grandes cicatrices y lastimar sus piernas para que también quedará imposibilitada 🙄🙄😉
Violette Hernandez
Éso precisamente es lo que me molesta de Eleana que por estar mal del tobillo en lugar de ayudarle sólo sea una gran carga para todos 🙄🙄🙄 y ahora "resulta"que O'brien le tiene odio a la hermanita 😑 después de todo lo malo que ha echo y que no es justificable, todavía hubiese sufrido algo peor como Dorian estaría de acuerdo 🙄🙄
Violette Hernandez
Exacto! totalmente de acuerdo con todas,no tenía a qué salir, ahora otra carga más para Dorian,mujer inútil 😤en lugar de ayudarle le provoca más problemas
Violette Hernandez
será que ya la Reyna está sospechando de él y por eso no está el hermano??? ojalá y no haya ido a espiar a Eleana y o hacerle algo
Claudia Zapata
Excelente
Violette Hernandez
Y aparte el hermano no ayuda en nada 😤😤 sólo en puro criticar
Violette Hernandez
Humm tendría que haberse cuidado más Dorian,se le fue de las manos,y realmente no es nada bueno que esté embarazada,me hubiese gustado que no pusieran un embarazo 😕 porque en lugar de que aprendiera a defenderse y ser más útil, ahora es otro problema más para él 😑😑
Yesica López
Cuando leí la novela celeste que es la de Lean medí cuenta que avían otra aparte de esa y me encontré con la historia más hermosa que e leído una supera ala otra hay estoy emocionada de leer la otra gracias me gustó mucho /Smile//Smile//Smile//Smile/
Leidy Bacca
está muy buena la novela
Violette Hernandez
cómo me hubiera gustado que el hermano de Eleana en lugar de criticar hubiese ayudado en todo, valiente tipo remilgoso 😤
Violette Hernandez
totalmente de acuerdo contigo Tinmey, ya me harto el hermano, ojalá y también tenga su secretito para que los deje en paz,y me hubiese gustado que ella se le pudiera componer el pie 🤔😔
Violette Hernandez
Muy cuestionable su proceder,no tenía derecho a leer su escrito, aún siendo la esposa, que confianza cree que le tendrá él si llega a enterarse, debió de aguantarse hasta que él le contara
Niky Martinez
se que ya muchas lo han recalcado pero es por qué así ella lo quiso,ya es tiempo de que madure y dejé tanta idiotez y es que siempre se victimiza no le gusta que le tengan lastima pero ella misma se da lastima
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