Minnie Watson es una hermosa heredera, deseada por muchos, pero poco le importaba esto a ella, lo único que quiere es que su padre se sienta orgulloso de ella ya que el vive amargado por no haber tenido un hijo, por el contrario tuvo dos hijas, desde pequeña Minnie se esforzó por hacer todo por su padre, seguir su ejemplo, estudiar para manejar la empresa de la familia, esto hasta que su padre la obliga a casarse con el millonario Ronald Green para unir empresas, pero lo que ella pensó que sería un matrimonio infeliz, se vuelve un matrimonio muy beneficioso para ambos.
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Contiene escenas +21
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Sinceridad
Al llegar la hora del almuerzo, Minnie se puso nerviosa, pero a pesar eso se subió a su auto y fue directo al restaurante, era muy hermoso y tenia una vibra romantica, cuando llego dijo el nombre de Ronald e inmediatamente la guiaron a la mejor mesa del restaurante, allá ya estaba el imponente hombre esperándola, cuando la vio llegar se puso de pie.
-Buenas tardes, señorita Minnie -dijo él, tomando la mano de la chica y dándole un beso en el dorso.
-Buenas tardes, señor Green -respondió ella un poco sonrojada.
Ambos se sentaron y tomaron su pedido, cuando les trajeron unas copas de vino, Minnie se llenó de valor y comenzó a hablar.
-Muy bien señor, vinimos a hablar de negocios, al grano, mi tiempo de almuerzo es corto -dijo ella, temiendo haber sido demasiado directa.
-Que directa Linda, me gusta, aunque como hija del dueño de la empresa pense que tendrias mas tiempo libre, ademas es un almuerzo de negocios -le respondió él- la razón por la que te dije que vinieras aquí tu sola, es porque además de que tu compañía es agradable, eres la más inteligente y centrada de los otros dos, durante la reunión ustedes tres me intentaron convencer sobre una unión de nuestras empresas, sé que fabricamos y comercializamos el mismo producto, pero tú sabes Linda que algo muy importante es la marca y cambiar productos de marca, no sería factible para mí.
En ese momento les llevaron los deliciosos platos que habían pedido.
-Lo sé, señor Green -respondió ella- su marca es muy famosa, aceptada y bien hecha, la de nosotros no tanto, por eso me parecería bien una unión, pero continuar con su marca.
-Eso sería más factible, pero ¿la calidad que?, no voy a permitir que mi calidad baje por ustedes -dijo él.
-Podría traer personas de su empresa a nuestro laboratorio, para que eso no sea así -le respondió ella.
-Es muy inteligente Bonita, teniendo esta nueva información tendría que pensarlo -dijo él- ¿cuánto tiempo lleva trabajando para su padre?
-Llevo tres años, aunque siempre traté de ayudarle antes de graduarme de la universidad -le respondió ella.
-Creo que es la mejor adquisición que su padre puede tener en esa empresa, sería feliz si trabajarás para mí -dijo él.
-Gracias señor Green, pero no, soy fiel a la empresa de mi familia -dijo ella.
-Y eres muy leal, mejor todavía -dijo él- a pesar de que no te aprecian.
-¿De qué habla? -pregunto Min, haciéndose la desentendida.
-Sabes muy bien de lo que hablo Minnie, tu padre ni te ve, no te nota en absoluto, le has dado toda tu vida, has vivido para él y para él no eres nada, no te aprecia, no te agradece, pero eres una joya, no solo eres muy hermosa, eres muy inteligente, decidida, estratégica, cualquier padre se sentiría feliz de que fueras su hija, cualquier compañía se sentiría feliz que tu trabajarás con ellos y definitivamente cualquier hombre se sentiría feliz de que fueras su mujer -concluyó él coquetamente.
Minnie no sabía que responderle al hombre que la miraba con tanta intensidad, solo sé quedó callada, sonrojada y termino su comida.
-Gracias señor Green, un almuerzo muy agradable -le agradeció ella.
-Mira Minnie, no me interesa en absoluto hacer negocios con tu padre, ni con el lame botas, ni con la compañía que se que esta a punto de la quiebra, pero contigo si, no creas que me acerco a ti por tu belleza, aunque debo admitir que me tienes cautivado, también debo decirte que veo en ti una exitosa mujer de negocios -empezó a decirle Ronald mientras pagaba el almuerzo- voy a hacer unas investigaciones y la próxima semana iré a la compañía a hablar contigo y con tu padre, juntos a mi director de negocios, asistente y amigo Harry, ese día le tendré una respuesta.
-Está bien señor Green, se lo haré saber a mi padre, lo esperaremos -dijo ella.
Cuando salieron del restaurante, Ronald insistió en acompañar a Minnie a su auto, la chica abrió la puerta de su vehículo y se volteó para agradecerle y despedirse de Ronald, pero se asustó un poco, no contaba con que el hombre estuviera tan cerca de ella, sentía la respiración de él, en su rostro.
-Linda, quiero que me empieces a llamar Ronald, nada de señor, por favor, deberíamos tener más confianza si nos volvemos socios -le dijo él sonriéndole.
-Poo... por supuesto que si, Ronald -dijo ella tartamudeando- muchas gracias por el almuerzo y por el tiempo de calidad...
Minnie se quedó muda cuando el hombre comenzó a acariciarle el rostro, le pasó el dedo por los labios, se acercó aún más a ella, Min pensó que la iba a besar y solo cerró los ojos, la verdad desde que lo conoció se imaginó como podría ser un beso de este hombre, pero Min se quedó esperando el beso en sus labios, ya que lo sintió en la mejilla, abrió los ojos y el hombre la miraba con una sonrisa.
-Nos vemos Hermosa -le dijo él, haciendo ademán de que se subiera al auto, cuando ella lo hizo, él cerró la puerta y se quedó parado hasta que ella se fue.
Cuando Minnie llego de nuevo a la empresa, su padre la estaba esperando en su oficina.
-¿Y? ¿Cómo te fue? - le pregunto Gabriel.
-Bien papá, el señor Green no se veía muy interesado, pero le hice otras propuestas que creo que llamaron su atención, la próxima semana vendrá a darnos una respuesta.
-Muy bien, espero que me sirvas para esto -le dijo su padre yéndose.