Una Cenicienta Más

Bien dicen los ancianos que la desesperación y la necesidad te hace cometer varias locuras. Por su parte Rafael salió a su cita con Susana en un pequeño restaurante aunque muy elegante solo acudían a el gente de alta clase, Rafael estaba emocionado por su próxima boda, en cambio Susana se veía un poco apagada no sonreía como de costumbre los dos se sentaron a la mesa Rafael comenzó hablar pues había notado cierto cambios en Susana pero se pensó que eran los nervios de la boda

—Susi, te he notado algo extraña se que la boda te tiene algo nerviosa pero..— Susana lo interrumpió antes de que Rafael dijera otra cosa —Lo siento Rafa juro que lo intente pero simplemente no puedo hacer esto, yo te aprecio y sabes que te tengo un gran cariño para mí tú eres mi mejor amigo, pero no te amo—

—¿Qué es lo que estás diciendo Susi?, Dime qué es una broma tuya, si eso es una broma tuya, mira que por un momento me la creí — Hablo Rafa muy nervioso

—No es una broma mía, estoy hablando con todo mi corazón este tiempo que estuviste lejos me di cuenta que amo a otra persona, jamás te engañe sabes que no soy esa clase de mujer, pensé que solo fue una ilusión que cuando tú estuvieras junto a mi, volvería a sentir amor por ti, pero no fue así con tu llegada me he dado cuenta que nunca te ame, que solo te quiero como un amigo, que al que realmente amo es otro—

—Dime en que te falle Susana, por ti cambie te he sido fiel no he estado con otras mujeres, dime porque me haces esto—

—Rafa tú no me has fallado solo es este corazón que no entiende de razones y se que alguien día me compré serás se que ahora te duele lo que te digo pero con el tiempo sabrás que fue lo mejor—

—¿Lo mejor para quien Susana?—

—Para los dos no podemos unirnos cuando no hay amor, y quizá tú tampoco estés enamorado de mí solo sea la costumbre, y por la boda no te preocupes yo hablaré con mis padres, adiós Rafa espero que puedas ser feliz y que algún día volvamos hacer amigos —

—Por mi te puedes ir al chi***@, te demostraré que puedo olvidarte incluso celebraré mi boda pero con otra—

Susana salió del lugar mientras que Rafael pidió una botella de whisky, pero como dicen no tomes decisiones cuando pases por una mala situación y estés alcoholizado por qué el resultado sea una catástrofe.

Rafael siguió tomando hasta que el personal de restaurante se encargo de enviarlo a su casa, durante varios días siguió tomando, en cambio Rafaela después de ver qué sus ahorros no eran suficientes tomo la peor decisión ella sabía dónde guardaban efectivo sus patrones lo tomaría prestado y en unos días lo devolvería y nadie se enterará, fue a la casa de sus jefes se puso el uniforme como de costumbre cuando las empleadas la vieron no les pareció extraño, ellas pensaron que quizá el abuelo ya estaba mejor y por eso había regresado a trabajar, tomo sus utensilios y fue rumbo al despacho pues esa era su área designada ya que le tenían mucha confianza ya que había demostrado ser honesta, se apresuró tomo una pequeña llave del escritorio, con ella abrió el pequeño cajón y vio algunos fajos de billetes tomo solo lo necesario, estaba por cerrar el cajón cuando entro Rafael el iba por una botella de whisky del despacho.

—Así que tenemos una ladrona—