La Conejita Del CEO

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YANNA: Padre, ¿puede darme de comer en la boca?

JULIEN: Yanna, eres una niña grande que puede comer sola.

YANNA: Papi, solo quiero que me mime._(haciendo un tierno puchero)

MAIA: Consiente a la niña, porque cuando crezca ya no podrás cargarla o darle de comer.

LORENZO: Tu madre tiene razón, te perdiste sus primeros 6 años, consientela por hoy.

JULIEN: Está bien, siéntate a mi lado y te alimentaré.

YANNA: Gracias, padre._(sonriendo)

JULIEN: (( Yo, un hombre que tiene cientos de empleados, conocido entre ellos como un demonio, siendo dominado por una pequeña de ojos tiernos))

MAIA: No pienses tanto y dale de comer a mi nieta sin ensuciarle su precioso vestido.

Así la familia desayunó, todos consintiendo a la pequeña niña. Julien aunque se mostrara frío y distante, le agradaba tener ese momento tan lindo con esa pequeña que tal vez podría llegar a ser su hija.

MAIA: Julien, si la niña no tiene familia, la puedes adoptar junto a Lucca.

LORENZO: Cierto, me dijiste que nadie la busca y no hay información de ella en ningún lado.

JULIEN: Después del desayuno la llevaré a la registraduría para darle nuestro apellido.

YANNA: Padre, ¿por qué mi otro papá no está aquí?

JULIEN: Está ocupado en algunas cosas.

MAIA: Bueno, desayunen rápido para que vayan a registrarse, quiero que sea mi nieta legalmente.

Después del desayuno, la niña lavó sus dientes para ir junto a Julien a la registraduría.

JULIEN: Yanna, ¿estás segura que no tienes padres? Porque si los tienes, tienes que volver con ellos.

YANNA: Papi, tu eres mi padre.

JULIEN: De acuerdo, entremos.

El hombre en compañía de la niña, entró a las oficinas de la registraduría, solo rogaba que la niña no estuviera registrada, de lo contrario tendría serios problemas con las autoridades. Mientras esperaban su turno, Julien le enviaba mensajes a su esposo y Yanna observaba el lugar con detenimiento, todo era diferente a sus otras vidas.

YANNA: Padre, quiero ir al baño.

JULIEN: De acuerdo, vamos.

El hombre cargó a la niña y la llevó hasta los baños destinados para los niños.

JULIEN: Yo te esperaré aquí afuera.

YANNA: No demoraré.

La pequeña entró al baño y Julien se sentó en una pequeña banca que estaba en el pasillo. Al terminar de hacer sus necesidades, la niña salió saltando en un solo pie y en un descuido tropezó con un hombre.

YANNA: Disculpe……

Antes de que la niña dijera algo más, fue empujada al suelo por el sujeto.

XX: Maldita mocosa, fíjate por dónde vas._(molesto)

La niña al caer se golpeó y se lastimó su pie, por lo que comenzó a llamar a su padre, no lloraba porque había prometido no llorar. Julien al escuchar a la niña, llamarlo, se acercó a la puerta del baño.

JULIEN: Yanna!!._(ayudándola a levantar)

YANNA: Papi, ese hombre me empujó._(señalando al sujeto)

Al ver al hombre, Julien le dió un fuerte golpe en la cara.

JULIEN: Imbécil, cómo te atreves a agredir a mi hija._(tirando al hombre al piso)

Con el hombre en el suelo, Julien cargó a Yanna, quien miraba con admiración a su padre.

JULIEN: Si te vuelves a cruzar en mi camino o en el de mi hija, date por muerto.

XX: Señor Lizondo, perdóneme, no sabía que era su hija.

JULIEN: Aunque no haya sido mi hija, no tiene derecho de agredir a un niño.

YANNA: Gracias por defenderme, papi._(abrazandolo del cuello)

JULIEN: Siempre te defenderé.

Padre e hija volvieron a la oficina para hacer el debido proceso de registro. Cuando fue su turno, Julien dió su documento y el de Lucca para registrar a la niña como su hija , todo salió bien, ya que la niña no estaba registrada y nadie la buscaba.

YANNA: Seré una buena hija y me portaré muy bien.

JULIEN: Debes pórtate como lo que eres, una niña que necesita disfrutar de su infancia.

YANNA: Lo haré.