Bruja, Rompe La Maldición.

Elias se aseguro de que los sanadores atendieran a los heridos, mientras que Aleksey y Eldritch, han preferido irse al igual que Blake, quien se marcho de regreso a casa para informar que cumplió su misión. Aunque, Elias se había quedado con ciertas dudas, ya que solo le dijeron que el demonio que tomo su lugar se escapo del infierno y se creyó que fingiendo ser el príncipe heredero, lograría escaparse, y que los otros que atacaron, probablemente eran sus lacayos.

Eso quedaba claro, pero, lo que a Elias le pareció extraño fue el comportamiento de Eldritch, fue despreocupado al ver a las personas en peligro, también fue cortante con la santa, y hasta donde recuerda, Eldritch era amable con ella, pero esa noche le había hablado con rudeza.

—alteza, todos los heridos han sido atendidos y enviados a casa.— le informa Emilia.

—se lo agradezco señorita, usted también debe volver a casa, debe de estar agotada por usar su poder.— responde Elias.

—estoy bien, no fue tanto, los sanadores ayudaron. ¿Usted se encuentra bien?, vi como ese hombre extraño lo estaba fastidiando...podría ser peligroso.—

—no pasa nada, es conocido de Eldritch y de la princesa.— sonríe.

—¿de la princesa?, entonces no es una buena persona, esa princesa es peligrosa, creo que...podría incluso estar usando algún truco para controlar al archiduque.— explica con preocupación.

—¿que?, creo que eso ya es pensar demás. No la conozco del todo, pero pude notar que la princesa tiene una personalidad diferente, pero, no es malvada.— comenta con una sonrisa.

Emilia observa al príncipe confundida, era extraño que no le diera la razón y por el contrario, defendía a Aleksey. Esto la hizo apretar las manos en su falda.

—por favor, cuide sus palabras, la princesa viene del imperio.— agrega Elias.

El chico se aleja para ir a hablar con los sanadores y asegurar que tendrán una recompensa por sus servicios.

Mientras que, en la habitación de los reyes, estos tras ser atendidos, la reina se fue a dormir, el rey por su parte, se quedo en la sala contigua, es ahí donde Elias entra, para asegurarse de que sus padres estaban bien.

—Elias...¿q-que fue lo que paso?, ¿que fue esa cosa? T-tenia tu apariencia.— pregunta confundido.

—era un demonio, fui secuestrado por él, tomo mi apariencia desde hace más de dos meses...si no fuera por el joven demonio que se enfrentó a él, estaría aún atado en esa cabaña del bosque.— le cuenta.

—¿más de dos meses?— pregunta desconcertado.

Elias asiente, mientras que el rey agacha la mirada, ¿como no pudo notarlo?, le complació tanto que su hijo finalmente estuviera de su lado, que nunca pensó que ese no era su hijo, ni siquiera vio que era extraño ese cambio de un día para otro.

......

Por otro lado, en la mansión del archiduque, Aleksey y Eldritch habían llegado, tan pronto se bajaron del auto, cada quien se dirigió a su habitación, pero, justamente cuando Aleksey estaba por ir a la cama tras un largo baño, escucha un leve golpe en las puertas que dan al balcón. Ella no duda en abrir, era Eldritch quien da un par de pasos hacía adentro, fijándose en la albina, quien solo lleva una nata larga de seda.

—excelencia, supuse que vendría...— comenta la albina.

—¿acaso me estaba esperando?, y yo que creí que la sorprendería.— responde el chico.

Aleksey sonríe ladina, y desata el lazo de su bata, dejándola caer mientras revela que lleva puesto un conjunto de lencería de encaje color rojo. Eldritch queda fascinado ante lo que veían sus ojos.

—creo que yo si logre sorprenderlo.— Aleksey deja ver una sonrisa coqueta.

—no se imagina cuanto...— Eldritch se acerca sujetando la cintura de la albina con ambas manos.

La sostiene con firmeza mientras sus labios se unen en un desesperado beso que Aleksey corresponde. Los labios se abren y se entrelazan, buscando la profundidad. Un gemido escapa de los labios de la albina, mientras las lenguas se enredan entre si, las manos del duque se deslizan por la cintura de Aleksey hasta la espalda desnuda, acariciando con la yema de los dedos la curvatura de su espina dorsal, hasta llegar a su espalda baja.

La albina por su parte, ahoga sus jadeos entre besos, el roce de los dedos ajenos erizan si piel, y ella, aprovechando para desabotonar la camisa del duque, dejando al descubierto aquel bien formado torso, sus manos acarician el pecho, bajando hasta su abdomen, esto causa que Eldritch sea quien ahogue esta vez un jadeo entre besos y por la falta de aire, el beso se rompe, quedando a pocos milímetros, ambos se miran a los ojos.

—¿estas segura de esto, mi luna carmesí?— pregunta, no quiere que haya alguna clase de arrepentimiento.

—si no lo estuviera, jamás habrías podido cruzar las puertas.— sonríe ladina.

Eldritch la carga de la cintura para acercarse a la cama, mientras aprovecha para besar el hombro y pecho de la chica, era increíble ver como ella no parecía ser afectada por la maldición. Los Chevalier sin duda, tienen genes poderosos.

Al estar llegar a la cama, deja a la albina sobre esta y él, apoya una sola rodilla en el colchón sosteniendo la pierna derecha de la albina, comenzando a besar desde tobillo, bajando lentamente hasta la pantorrilla, verla bajo suyo, era todo un deleite, esa piel suave y blanca que combina perfectamente con el encaje rojo de la ropa interior, con solo verla ya estaba sintiendo incomodidad entre sus pantalones. Aleksey, al ver la expresión del archiduque, usa la pierna libre presionando la planta contra la entrepierna del archiduque, ante esto, él se sobresalta, pero, deja escapar un leve suspiro al sentir como ella frota el pie en esa zona, causando que su excitación se haga más evidente, así que, le sostiene del tobillo, y le da una mordida en la pantorrilla.

—mi luna carmesí...parece que te gusta tentar....que traviesa.— sonríe ladino.

—y apenas empiezo, excelencia...—

Ella misma quita el broche del sosten, aprovechando que este se abre por delante, liberando sus sen*s. Eldritch al ver esto, se inclina apoyando las manos en la cama y besa el abdomen de la albina, subiendo mientras deja el camino de besos húmedos en su piel hasta atrapar entre sus labios uno de sus sen*s, chupa y lame aquel botón rosa, mientras observa las expresiones de la albina.

Aleksey deja escapar un par de jadeos al sentir el cosquilleo en su pecho, ya que el archiduque ha tomado el otro entre su mano amasando con suavidad y el otro, lo sigue atendiendo con la boca. Tras darle suficiente atención a los sen*s, Eldritch se aparta un poco, para introducir su mano entre la ropa intima usando los ded*s para deslizarlos entre sus pliegues. Aleksey, no dispuesta a dejarle todo al archiduque, lleva sus manos al pantalón de este, desabrochando este para liberar finalmente la ya evidente dureza y cuando la toma entre sus manos, Eldritch deja escapar un ronco jadeo, en especial porque la chica ya lo frotaba entre sus manos. Aleksey podía notar lo grande que era, las venas marcadas y aquel líquido que comenzaba a hacerse presente por la excitación. Lejos de asustarse por eso, solo la puso más ansiosa, del solo pensar que aquella cosa estaría dentro de ella le causaba emoción.

Eldritch por su parte, se sostiene de las rodillas de la chica, disfrutando como su cuerpo se estremece ante el roce de las manos ajenas que envuelven su dureza, esta más que gustoso al saber que la albina no le dejaba todo a él y por el contrario, no era tímida para darle placer. Al agachar la vista mientras jadea, ve como la chica aparta ella misma el encaje rojo, para frotar la punta de su dureza entre sus pliegues, los desliza suave, de arriba hacía abajo, y esto, solo le pone más ansioso.

—carajo...no puedo resistir más...—

Aparta las manos de la chica y el mismo presiona en la entrada, empujando suavemente hasta sentir como se abre camino al interior, era suave, cálido y poco a poco era envuelto. Para Aleksey estaba siendo algo doloroso, pero de igual forma, se daba paso el placer. Al estar dentro por completo, comenzó a moverse suavemente, Eldritch también se asegura de observar las expresiones de su pareja, para asegurarse de que ambos lo estén disfrutando, y para cuando el dolor se ha ido, los movimientos se hacen más bruscos, mas profundos, mientras la habitación se llena de jadeos y ese sonido de sus cuerpos chocando entre sí. Eldritch sostiene la cintura de la albina, y ella se aferra a las sábanas arqueando la espalda en cada estocada que llena de placer su cuerpo. El vaivén era rudo, y Eldritch ya había encontrado los puntos más placenteros de la chica, así que sabía como moverse y eso, le daba placer a él también al sentir como era apretado en el interior, y así, con par de estocadas más, el clím*x llego para ambos.

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Tarde, pero se que, esto era lo que esperaban, y espero que haya encantado 😏 pasen linda noche.