Cuando las sombras de un pasado oscuro y doloroso llegan nuevamente a la vida de Damián obligándolo a confrontar todo lo que quería olvidar.
Olivia regresa haciéndole reabrir cicatrices que lucho por sanar. ¿Que sucederá cuando ese pasado le reclamé venganza? ¡Descúbrelo! (+18)
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Cap 4. Mi Primera Vez.
Al sus labios hacer contacto ese estallido de emociones se sintió en sus cuerpos calientes de los nervios, pero igual por el deseo, la ternura, la receptividad con la que se recibían.
Sus labios danzaron abriéndose a un mismo ritmo jalando, chupando, mordiendo.
La lengua de Damián, se adentro en la boca de Olivia, quien se sujeto a su cara profundizando el beso.
Damián, apretó su cadera cerca a su cuerpo para ella no paso desapercibido su dureza y jadeó de deseó.
Si el pudiera tocarla en ese lugar donde se acomulaba el centro de todo su deseo sabría que respondía a su tacto, pero esa manera necesitada de pegarse a él y respirar agitada la delataba dejando sus emociones a flor de piel.
-Vayan a una habitación.
Denny, captó su atención entrelazado en los brazos de Rodrigo, su bartender personalizado para el.
Solo Olivia, apoyaba su relación clandestina.
Denny, le dedico un guiño a su amiga dándole la espalda.
-¿Vamos?
Escucho su voz profunda y gutural de Damián, con su mirada penetrante sobre ella, camino de su mano siendo guiada por las escaleras a la parte del bar donde se encontraba las habitaciones.
Entraron a la habitación, cerró la puerta a su espalda pegándola a la puerta inmovilizando sus brazos por encima de su cabeza.
La miró como un cazador a su presa desde su altura su boca abierta y temblorosa ese bendito vestido con ese gran escote que deseaba arrancárselo y quemarlo para que nadie más pudiera verlo.
Frunció su ceño al sentirse por primera vez extraño antes tanta posesión de su parte.
Escucho un gemido de Olivia, que sonó como un quejido desesperado curveo sus labios con una sonrisa, se adueñó de su boca liberando sus brazos.
Levantando su pierna a un costado de la suya, toco su suave y perfecto trasero.
-¿Sigo?
Pregunto mientras miraba a Olivia con su respiración entre cortada, su pecho agitado.
Su mirada se encontraba cargada de deseo sobre Olivia, penetrante.
-Por favor.
Siseó ella queriendo más, queriéndolo todo.
La levantó mientras Olivia enrollo sus pierna alrededor de su espalda baja.
La depósito en la cama mientras se deshizo de camisa quedando solo en jeans.
Afincó su pierna dentro de la de Olivia, acarició su seno por sobre el vestido soltó su cabellera roja jengibre de ese delicado moño.
Su mirada se unieron, observo sus ojos verde con un destello de pecas sobre su perfecta nariz, pecas que pasaban desapercibida por su maquillaje el cual no le parecía que le hiciera falta ¡Era preciosa! No hacía falta nada para resaltar su belleza.
La liberó de su vestido y el de su ropa con cierto desesperó, se posicionó dentro de sus piernas abiertas que lo recibían.
-¿Segura?
Pregunto con su mirada inquieta sobre su cara.
-Como nunca antes, respondió Olivia con firmeza.
-¡Despacio! Pidió ella.
Al igual que Olivia, Damián, sentía un pequeño ardor era su primera vez con una chica y la primera vez de Olivia con un chico, no abia necesidad de aclararlo fue evidente oara ambos.
Sus uñas se encajaron en su espalda y Damián, se hundió profundo quedándose inmovi ante su quejido.
-¿Suave? Pregunto Damián, preocupado.
-¡Suave!.
Repitió Olivia.
Sus caderas fueron danzando a un ritmo que se acoplaban juntos, enlazaron sus manos apretándola.
-¡Ahhhh!
Gimió Olivia, apretando más fuerte a Damián, mientras todo su interior convulsionaba de placer el más exquisito placer.
Sintió a Damián, derramarse dentro de ella y solo se besaron...
-¿Porque? Pregunto Damián, era evidente que era una niña de clase y no comprendía porque tendría la necesidad de entregarse a un extraño a un marginado como él que solo causaba vergüenza y desprecio a los de su clase social.
-Porque yo decido sobre mi cuerpo. Me obligan a un compromiso por interés.
-¿Y tú porque? ¿Siempre consume?
Pregunto Olivia.
-Hoy es mi cumpleaños y mi regalo fue la muerte de mi mamá que tenía 2 años luchando con un cáncer que termino ganándole la batalla.
No, quisiera recordar este día.
Olivia, sintió algo de tristeza, pero guardo silencio, eso sería lo mejor. No abría nada después de esa noche.
-Hoy igual era mi cumpleaños.
Reveló Olivia.
-¿Cuántos?
-15 años ¿y tú?
-16 años.
Damián, la miró y sonrió.
En una mala jugada del destino en el que debería ser un día de festejo y celebración les abía tocado bastante fuerte, pero por otro lado se encontraron haciendo resonar aquel dicho de: No hay mal que por bien no venga.
-¿Como se llamaba tú mamá?
-Deynna.
Respondió con tristeza.
-¿Y tus padres? ¿Porque una señorita de bien como tú andas por estos lugares de mala muerte?
-Mis padres murieron en un accidente hace dos años. Horita cualquier lugar es mejor que estar en casa.
Damián, hizo un gesto de compresión, sabía perfectamente que a veces estar fuera de casa era lo mejor...
No quería recordar la noche en que su madre murió y volvió a tomar otra linea de polvo blanco antes de salir del baño.
Observó a Olivia, mirando por la ventana ya vestida.
-¿Te irás?
-¡Debo irme!
-¿Te vere de nuevo?
-Me supongo que no, pero no te olvidaré.
Afirmó Olivia, a diferencia de él, ella no pretendía olvidarlo sería el recuerdo más puro si llegaba a caer en las redes de Brian.
-¿Como te llamas?
Olivia, silencio sus labios, luego de esa noche Carlota, sería capaz de encerrarla para siempre y no pretendía alimentar una ilusión que no trascendería.
No, era justo aunque lo deseaba con intensidad.
Damián lo comprendió una señorita de su nivel social no podría tomar enserio nada de aquello, sería un simple encuentro casual que no pasaría a ser más que eso.
Antes de sentirse ofendido decidió disfrutar todo lo que fuera posible. Esperaba no recordar mucho o nada al amanecer.
Suficiente con afrontar la perdida de su mamá.
-Al menos despídete de mi como es debido.
Damián, volvió a besarla, jugueteó con sus labios, su cuerpos estaba hambriento de deseo por Olivia, ella era tan receptiva a sus caricias.
Jadeó al tener nuevamente sus manos sobre su piel.