El Valle de los Eternos es un paraíso oculto entre montañas envueltas en niebla, donde la magia y la naturaleza se entrelazan en perfecta armonía. Sus árboles susurran secretos, el río cambia de color según el estado de ánimo del valle, y los espíritus antiguos cuidan de sus habitantes. Fundado por Armand y Celeste Vallejo, este lugar es un refugio para su familia, que posee dones sobrenaturales y vive en constante conexión con las maravillas y misterios del entorno. Aquí, la realidad y la magia coexisten, creando un mundo lleno de asombro y posibilidades infinitas.
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La búsqueda de Esteban
La vida en el Valle de los Eternos continuó su curso, aunque siempre con la sombra de la ausencia de Esteban. Luna, ahora una niña curiosa y llena de energía, sentía una conexión inexplicable con su hermano desaparecido. A menudo se encontraba soñando con él, visiones de un joven valiente enfrentándose a desafíos en tierras desconocidas. Estas visiones la llenaban de una determinación inquebrantable: encontrar a su hermano y traerlo de vuelta al valle.
Desde joven, Luna mostró habilidades sorprendentes. No solo heredó la capacidad de premonición de su madre Luz, sino que también poseía una afinidad natural con la naturaleza, similar a la de su abuela Celeste. Podía comunicarse con los animales y entender los susurros del viento, y los árboles parecían inclinarse hacia ella en señal de respeto y reconocimiento. Además, tenía una habilidad única para manipular la luz, haciendo que sus alrededores brillaran con un resplandor suave y cálido.
Luna, con su energía inagotable y su curiosidad insaciable, pasaba mucho tiempo explorando el valle. En sus exploraciones, se encontró con Abuela Luna, quien la guió y le enseñó sobre las antiguas tradiciones y secretos del valle. Abuela Luna reconoció en la niña un poder especial y una determinación que podría cambiar el destino del valle. "Tu destino está entrelazado con el de tu hermano", le dijo. "Para encontrarlo, debes ser valiente y confiar en tus habilidades y en el amor que une a tu familia."
A medida que Luna crecía, sus visiones de Esteban se hicieron más claras y frecuentes. Una noche, tuvo un sueño particularmente vívido en el que vio a Esteban atrapado en un lugar oscuro y frío, rodeado de figuras sombrías. Despertó con la certeza de que su hermano estaba vivo, pero en peligro. Decidida a encontrarlo, fue a ver a sus padres, Luz y Rafael, para contarles sobre sus visiones y su deseo de buscar a Esteban.
Luz y Rafael, aunque preocupados por la seguridad de Luna, entendieron la importancia de su misión. Sabían que no podían detenerla, pues su destino estaba claramente entrelazado con el de su hermano. Con lágrimas en los ojos, Luz abrazó a su hija y le dijo: "Confía en ti misma, Luna. Sigue la luz de tu corazón y encontrarás a Esteban. Siempre estaremos contigo, en espíritu y en amor."
Rafael, por su parte, le dio a Luna el amuleto que Sol había encontrado años atrás. "Este amuleto tiene poder", le dijo. "Utilízalo sabiamente y te guiará en tu búsqueda." Luna aceptó el amuleto con gratitud y prometió a sus padres que regresaría con su hermano.
Así, Luna se preparó para su viaje. Con la bendición de sus padres y la guía de Abuela Luna, partió del Valle de los Eternos, adentrándose en el mundo exterior por primera vez. El valle, que siempre había sido su refugio, ahora quedaba atrás mientras avanzaba hacia lo desconocido.
En su viaje, Luna se encontró con diversas pruebas y desafíos. Las tierras fuera del valle eran vastas y a menudo peligrosas, pero Luna se enfrentó a cada obstáculo con valentía y determinación. Con la ayuda de sus habilidades, pudo comunicarse con los animales que encontró en su camino, quienes la guiaron y protegieron. También hizo amigos entre los viajeros y habitantes de las aldeas que visitó, personas que, al conocer su historia, le ofrecieron su apoyo y conocimientos.
Una noche, mientras acampaba bajo las estrellas, Luna tuvo una visión especialmente poderosa. Vio un lago rodeado de montañas negras, donde las sombras danzaban al ritmo de un viento helado. En el centro del lago, vio a Esteban, atrapado en una isla solitaria, su rostro reflejando desesperación y esperanza. Luna supo que este era el lugar donde debía ir, y con renovada determinación, se puso en marcha hacia el lago de las sombras.
El camino hacia el lago fue arduo y peligroso. Luna tuvo que atravesar bosques oscuros y montañas escarpadas, enfrentándose a criaturas desconocidas y fuerzas oscuras que intentaban detenerla. Sin embargo, cada vez que sentía que sus fuerzas flaqueaban, recordaba el rostro de su hermano y el amor de su familia, lo que le daba la fuerza necesaria para seguir adelante.
Finalmente, Luna llegó al lago de las sombras. El lugar era tan inquietante como en su visión: las aguas eran negras y reflejaban las sombras que parecían tener vida propia. Al otro lado del lago, vio la isla donde Esteban estaba atrapado. Sin dudarlo, se sumergió en las frías aguas y nadó con todas sus fuerzas hacia su hermano.
Cuando llegó a la isla, encontró a Esteban debilitado pero vivo. Sus ojos se llenaron de lágrimas al ver a su hermana, y en ese momento, Luna supo que su misión estaba a punto de cumplirse. Usando el amuleto que Rafael le había dado, Luna invocó el poder del valle. Una luz brillante envolvió la isla, ahuyentando las sombras y rompiendo el hechizo que mantenía a Esteban prisionero.
Con su hermano a salvo, Luna y Esteban se abrazaron, sintiendo el vínculo inquebrantable que los unía. "Sabía que vendrías", susurró Esteban. "Siempre supe que me encontrarías." Luna, con lágrimas de felicidad en sus ojos, respondió: "Nunca dejaré que te alejen de nosotros de nuevo."
Juntos, comenzaron el viaje de regreso al Valle de los Eternos. Aunque el camino de vuelta fue tan desafiante como la ida, la presencia de Esteban llenó a Luna de una fuerza renovada. Al regresar al valle, fueron recibidos con júbilo por su familia y los habitantes del lugar. Luz y Rafael, con lágrimas de alegría, abrazaron a sus hijos, agradeciendo a los espíritus del valle por su regreso seguro.
El Valle de los Eternos celebró el regreso de Esteban con una gran fiesta. Bajo la luz de la luna llena, los Vallejo renovaron su promesa de proteger y honrar la magia del valle. Con Esteban de vuelta, la familia estaba completa una vez más, y el valle se llenó de una nueva esperanza y alegría.
Luna y Esteban, ahora conscientes de la importancia de sus dones y de su conexión con el valle, se comprometieron a usar sus habilidades para proteger y guiar a su comunidad. Abuela Luna, con una sonrisa sabia, les dijo: "El destino les ha puesto a prueba, y han demostrado ser dignos. Recuerden siempre que, mientras permanezcan unidos, no hay sombra que pueda vencerlos."
Así, la familia Vallejo continuó su legado en el Valle de los Eternos, viviendo en armonía con la magia y los espíritus del lugar, y asegurando que las maravillas y secretos del valle prosperaran por generaciones.
Espero que no moleste esta pequeña corrección.
Pero eso me basta para saber que esta historia contiene esto:
1. Una historia original y preciosa
2. Personajes originales e impresionantes
3. Está narrada de forma adictiva
4. No tiene faltas de ortografía, por lo que puedes leer fácilmente sin tener que estar descifrando palabras
5. La primera vez que lees piensas que el autor es uno más, pero es lo contrario
Resumen: 5 estrellas