El Alfa Enamoró Al Amigo Del Protagonista

POV Jacob

La oficina bullía de actividad cuando ingresé esa mañana. Me preparaba mentalmente para otro día lleno de trabajo cuando, de repente, mi atención fue capturada por la presencia de Edric en la entrada. Estaba vestido con impecable elegancia, como siempre, y sostenía una caja de dulces y dos cafés.

Mi corazón dio un vuelco cuando sus ojos se encontraron con los míos y su sonrisa se amplió, como si estuviera encantado de verme. Me quedé paralizado, observando cómo avanzaba entre los cubículos hacia mi escritorio, atrayendo las miradas de todos.

-¡Jacob!- Exclamó Edric con una voz animada, su tono lleno de entusiasmo mientras se acercaba. -Pensé que podríamos disfrutar de un poco de dulzura para comenzar el día.-

Mis mejillas ardieron al sentir las miradas curiosas y los susurros de mis colegas que observaban la escena. No podía evitar sentirme incómodo ante la atención no deseada que Edric estaba atrayendo, pero él parecía ignorar por completo las reacciones de los demás.

Agradecí a regañadientes los dulces y el café, murmurando tímidamente mientras me hundía un poco más en mi silla. Edric se sentó frente a mí con una sonrisa radiante, pareciendo completamente ajeno al malestar que estaba experimentando.

-¿Cómo estás?- Preguntó Edric, su voz llena de genuino interés mientras abría la caja de dulces y me ofrecía uno.

Traté de mantener la compostura mientras tomaba un dulce, pero la vergüenza me consumía. Sabía que todos en la oficina estaban observando cada interacción entre nosotros, y la idea de que pudieran estar especulando sobre nuestra relación me hacía sentir aún más incómodo.

La pregunta salió de mis labios antes de que pudiera detenerla, impulsada por la incomodidad y confusión que sentía ante la presencia de Edric en mi lugar de trabajo.

-¿Qué haces aquí, Edric? Deberías estar ocupado en tu propia empresa.- Inquirí, tratando de mantener mi tono lo más neutral posible, a pesar de la incomodidad que me embargaba.

Edric rió suavemente, como si hubiera esperado la pregunta.

-Bueno, ¿no puedo visitar a un amigo de vez en cuando? Además es un placer verte en acción, Jacob.- Respondió Edric con una sonrisa traviesa. -De hecho, pensé que podría aprovechar la oportunidad para visitar tu lugar de trabajo de vez en cuando, ya sabes, para supervisar cómo están progresando las cosas en el proyecto. Después de todo, soy un cliente importante, ¿no?- Propuso Edric, con una mirada de diversión en sus ojos.

Fruncí el ceño, dándome cuenta de lo que estaba insinuando. Edric estaba utilizando su posición como cliente para justificar su presencia en mi lugar de trabajo, sabiendo muy bien que eso me pondría incómodo y me molestaría.

-Lo siento, Edric, pero no creo que sea una buena idea. Esta empresa tiene sus propios procedimientos y protocolos que deben seguirse. No necesitamos la supervisión de un cliente para decirnos cómo hacer nuestro trabajo.- Respondí con firmeza, dejando claro que no estaba dispuesto a dejar que Edric me pisoteara.

Edric levantó las manos en un gesto de rendición, su sonrisa juguetona intacta.

-Entiendo, Jacob, no quería ofenderte, solo pensé que sería una forma de mantenernos en contacto y asegurarme de que todo esté yendo bien con el proyecto, pero si no estás interesado, lo entenderé.- Dijo Edric, con una nota de decepción fingida en su voz.

Me quedé en silencio por un momento, sintiendo el peso de la tensión entre nosotros. Sabía que Edric estaba jugando un juego, utilizando su posición para obtener lo que quería y ponerme incómodo en el proceso.

Finalmente, decidí no darle más vueltas al asunto. Si Edric quería jugar, entonces jugaría, pero estaba decidido a no dejar que sus juegos me afectaran.

-De acuerdo, Edric, si alguna vez sientes la necesidad de visitar, adelante, pero no esperes que te reciba con los brazos abiertos.- Respondí con un tono que dejaba claro que no estaba dispuesto a ceder fácilmente.

Edric asintió con una sonrisa, pareciendo satisfecho con mi respuesta.

-Entiendo, Jacob. Espero podamos seguir trabajando juntos de manera productiva,. Dijo Edric, antes de despedirse.

-Edric, espera un momento.- Lo detuve de irse.

Edric se volvió hacia mí, una ceja levantada en curiosidad.

-¿Qué pasa, Jacob?- Preguntó, su tono despreocupado.

-¿No te importa lo que los demás piensen?- Inquirí, directo al punto. -Estás mezclando tu vida profesional con tu vida privada, y eso podría afectar nuestra relación laboral y la percepción que tienen los demás sobre nosotros.-

-La verdad, Jacob, no me importa lo que piensen los demás. Lo único que me importa es que cumplamos con el proyecto de manera efectiva y exitosa. Si eso significa que de vez en cuando tengo que venir aquí para asegurarme de que todo esté en orden, entonces lo haré.-

Me quedé en silencio por un momento, asimilando sus palabras. Aunque su actitud era sorprendentemente directa, no podía evitar sentir que había algo más detrás de su aparente indiferencia hacia las opiniones de los demás.

Me quedé mirándolo mientras salía del edificio, su figura desapareciendo en la distancia.